lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Cómo se atreven a decirle al Elegido: “No hagas eso o debes hacerlo”? - Libro 52 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo IV -Pag. 18-19-20


Quedé dormida con este pensar: “Señor, no sé si lo he hecho bien o si lo he hecho mal, ¡dímelo!”

En Sueño Profético decían:

Ya se ha cumplido el tiempo de no seguir los pasos que lleguen a tu pensamiento. Pensamiento que te llegue pensando en los Mensajes, tienes que hacerlo. ¿Quién va a llevar más razón, el que Dios trae Aquí, o el que lo oye, diciendo: “Voy a dar mi opinión de que no hagas lo que el pensamiento te aconsejó”?

Dijo uno que termina el Dictado:

¿Cómo se atreven a decirle al Elegido: “No hagas eso o debes hacerlo”, esto con buena cara o con cara de soliviantado?

¡Esto ya se ha terminado! Cuando tú haces un pensar, Dios te lo está dictando.

Dios lleva un tiempo que está dejando al descubierto al que se cree listo y bueno por querer guiar al que Dios le da su Mando.

¿Cómo pueden pensar que cuando el Elegido dice sí o no, este sí o no esté equivocado?

Piensa cuanto mal haría un pensar equivocado del que Dios trae Aquí para que enseñe que el espíritu pasa al cuerpo lo que él pensar quiere.

Si el espíritu es de Dios, el pensar debe hacerse. Y si no es de Dios, retirarlo diciendo: ”Vete tentador Demonio, que aquí quedas fracasado”.

Desperté, oí:

El pensamiento que es de Dios no puedes negar su actuación.

A todo al que aquí haga el bien, Dios quiere que le pagues con el bien.

Que esto es lo que el pensamiento quiere hacer: dar alegrías al que alegrías te dé.

Decían en la Gloria, que pensamiento que me llegase tenía que hacerlo.

Si Dios te da el Mensaje, cómo te va a dar pensamientos que los del hombre sean mejores.

Los pensamientos que te lleguen tienes que ponerlos en la materia.

Tu presencia lleva Luz y quita oscuridades.

El empiezo del Mensaje también ha sido dictado.


***

5 comentarios:

  1. Era común en los que conocimos y seguimos al Profeta corregirle sus palabras o acciones, esto ocurría porque ella era de una humildad tan grande que hacía te olvidaras con quién estabas hablando, y cuando te dabas cuenta sentías una vergüenza indescriptible.

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  2. Las personas que hemos conocido y tenido amistad con el Profeta, hemos disfrutado y sufrido mucho porque es muy difícil vivir al lado de la PERFECCION y no dar la talla.

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  3. Os comprendo, pero cuánto me hubiera gustado haber sentido ese dolor del que habláis porque hubiera vivido la alegría de rozarla.

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  4. Anita nos da una lección de humildad.Nosotros también deberíamos decir al final del día: Señor ¿ lo he hecho bien o mal ?

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  5. Es que la soberbia del hombre llega a eso y mucho más

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