sábado, 4 de septiembre de 2010

Una noche oí una Voz - Libro 39 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo IV - Pag. 46-47-48


En Sueño Profético decían:

Cuando oyes tu nombre, tu espíritu recibe alegría. Cuando te piden consejo y el consejo lo reciben con alegría, tú también llevas parte en esta alegría. Todo es querer que sientan este Gozo de esta Vida. Que sin haber materia hay de todo. Un todo que no se olvida y cuando llegas al cuerpo, lo despierta la alegría. Ya te acuerdas de los tuyos, que Dios quiere que los quieras, y que luego vayas al Prójimo, porque Dios allí te espera.

Dijo uno:

Es trabajoso y sencillo el explicar cómo sientes estas Palabras, que no ves cuerpo y sabes que es Dios el que habla y manda. Él no prefiere, Él espera o busca. Espera al que lleva su camino, y busca al que pecó y no se atreve a Pedirle su Perdón. Y pasa noches y días recordando su pasado, en los sitios solitarios. Que aunque haya gente, delante de él tiene presente aquello que hizo mal y que no puede quitarse si Dios no lo va a buscar.

Desperté, oí:

Nadie se compadece del que pecó y ya no peca.

Nadie puede saber lo que tu espíritu siente cuando recuerdas el sufrir que con tu vivir a Dios mandaste.

Las noches eran lo peor y lo que más sufrir me hacía.

El reloj estaba andando, y las horas no corrían.

Quería rezar a Dios, y el Rezo no me salía.

Me sujetaba la frente, y ya, lágrimas caían.

Esto me hacía pensar que yo el Perdón no quería, porque me faltaba Paz, y el Rezo no me salía.

Ya, una noche oí una Voz, que de mi cuerpo salía, con estas palabras:

Ten presente tu pasado, pero que esto te sirva para quitar del pecado.

Esto fue lo que me hizo el sentirme perdonado.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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6 comentarios:

  1. En lugar de juzgar, debíamos ayudar al que quiere salir del pecado.Este es el mayor acto de caridad que, a su vez, llama a más caridad.

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  2. Como explica el mensaje el dolor que se siente cuando has pecado y pides el perdón, yo creo que en este dolor si no estuviera Dios pedirías la muerte.

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  3. Que sufrir más grande es cuando has pecado y sufres sobre todo por el daño que le has hecho a Dios, cambiarías todo en tu vida por que esto no hubiera ocurrido.

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  4. No se puede amar a Dios y no tener caridad por el que pecó, estas palabras son inseparables. Si no tienes caridad, te falta amar.
    Los perdonados, como San Agustín, no sólo tienen caridad sino que buscan pecadores para quitar de que sigan haciendo daño como él antes lo hizo.
    El dolor es por lo que sufre Dios, no por el hombre.

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  5. Todos deberíamos ser como San Agustín y llorar nuestros pecados, porque como dice Dios: "quien esté libre de pecado que tire la primera piedra"

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  6. Sólo cuando has pecado y has pedido perdón a Dios, ya, al querer ayudar a otros es cuando puedes hacerlo de forma que los retiras del mal camino.

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