jueves, 25 de agosto de 2011

Altavoz o Portavoz - Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - Pag. 75-76


En Sueño Profético hablaban varios y uno decía más fuerte:

La obediencia del Profeta alaba al Padre. Si no hay obediencia, el Hijo no transmite lo que el Padre manda.

Dios permite al hombre, pero en el Portavoz es Él el que le da sonido a sus Palabras, y estas Palabras tienen que ser repetidas por este Altavoz o Portavoz.

Desperté, oí:

Altavoz es darle fuerza a las palabras. Y portavoz es llevar las palabras a distancia.

Estas Palabras tienen que ser dichas como son sentidas.

Siempre por el Portavoz: esto sí, esto no.

Según el espíritu que éste vea, ya Dios le hará componer la frase adecuada.

El Profeta no puede dejar en mal lugar a Dios, puesto que Profeta es el Lugar que Dios coge para que el hombre oiga su Palabra.

El hombre no oye su Palabra porque es Dios el que habla.


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2 comentarios:

  1. Con este Mensaje se acaba la duda de quién es Ana, la gente quiere ponerla a la misma altura de los Santos que la Iglesia canoniza, pero ella no es Santa, ella es mucho más, es Profeta.

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  2. Ahora nos toca ser portavoces del Portavoz, comunicando con la palabra y con el ejemplo.

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