martes, 20 de marzo de 2012

El primer enseñar


En Sueño Profético decían:

No hay mejor alabanza a Dios, que enseñar a que Lo amen. Detrás del Amor ya viene fácil todo; viene la caridad, viene la paciencia, y viene el querer amar más. Esta Enseñanza de que busquen a Dios por Amor es de la más grande Enseñanza.

Dijo uno:

Dios, cuando se hizo Hombre, lo primero que enseñaba era a que todos se amaran como Él amaba; a que tuvieran comprensión como Él nos comprendía. Nos comprendía por lo mucho que ama.

Por ser Dios, todo está en Él, y toda la Sabiduría sale de Él. Pero si no amara, tendría Sabiduría, pero ya no sería el Dios del Amor para el hombre, ya no usaría la Misericordia para el Perdón, ya no podrían ser santos los pecadores que a Él Lo llaman. Dios es más Dios por lo mucho que ama. Y por lo mucho que ama, mucho perdona.

Esta es la mayor alabanza que a Dios puedes hacer: enseñar a que no puedan vivir sin su Contacto, enseñar a que Lo busquen porque Él está esperando.

Desperté, oí:

¡Qué Amor tiene este “diciendo”,
que al leerlo tú ya amas!

Amas, si querías amar
y de Dios nadie te hablaba.

¿Qué pensar tiene pensado
que el Amor te hace que tengas
lo que Dios tiene mandado?

¡Cómo habla del Amor
que Dios quiere darle al hombre!

¡Cómo pone en preferencia
que se quieran todos los hombres!

En queriéndose, ya viene
paciencia y comprensión.

Y la caridad no falta
porque la lleva el Amor.

Este es el gran misterio
del mérito del Amor.

Enseña a amar al hombre,
que es el primer enseñar.


***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I

4 comentarios:

  1. Dios es Amor.Si el hombre ha sido creado a su imagen y semejanza, nosotros también somos Amor y hemos de transmitirlo.

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  2. Baek2012@hotmail.com20 mar 2012, 20:12:00

    “¿PARA qué estamos aquí?” TODOS NOS HEMOS hecho esta pregunta sobre el sentido de la vida. Quienes creen que la vida es producto de la evolución no pueden contestarla. Pero quienes aceptan las pruebas de que Jehová Dios es “la fuente de la vida” sí conocen la respuesta (Salmo 36:9). Saben que él creó al ser humano con un propósito, el cual aparece en Revelación (Apocalipsis) 4:11. Examinemos cómo en este versículo —escrito por el apóstol Juan— se explica la razón de nuestra existencia.
    Juan nos presenta a un coro en los cielos que canta: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas”. En efecto, solo Jehová merece semejante muestra de veneración y respeto, pues él creó todas las cosas. Siendo así, ¿cómo se esperaría que reaccionaran sus criaturas inteligentes?
    El texto dice que Jehová merece recibir gloria, honra y poder. Sin embargo, a pesar de que no existe Ser más glorioso, digno de honra y poderoso en el universo, la mayoría de los seres humanos no lo reconocen como su Creador. Afortunadamente, por toda la Tierra hay hombres y mujeres que sí perciben sus “cualidades invisibles” en todo lo que ha hecho (Romanos 1:20). Y movidos por el agradecimiento, le dan gloria y honra. Basándose en las aplastantes pruebas que aporta la creación, proclaman a los cuatro vientos que Jehová creó todas las cosas y que, por tanto, merece nuestro respeto y admiración (Salmo 19:1, 2; 139:14).
    Además de gloria y honra, Jehová recibe poder de sus siervos. Pero ¿cómo puede alguien dar poder al Creador todopoderoso? (Isaías 40:25, 26.) Al haber sido creados a imagen y semejanza de Dios, tenemos —aunque a menor grado— sus mismas cualidades, entre ellas el poder (Génesis 1:27). Y si de veras agradecemos lo que el Creador ha hecho por nosotros, nos sentiremos impulsados a dedicar nuestro poder y energías a darle gloria y honra. En lugar de gastar nuestras fuerzas en metas egoístas, las utilizaremos para servir a Dios (Marcos 12:30).
    Entonces, ¿por qué estamos aquí? La última parte de Revelación 4:11 indica que “a causa de [Su] voluntad [todas las cosas] existieron y fueron creadas”. Existimos por la voluntad de Dios. En otras palabras, porque Jehová así lo ha querido, y no por nuestra propia voluntad. Por eso, la vida se vuelve vacía y sin sentido cuando nos concentramos egoístamente en nuestros intereses. Si queremos disfrutar de paz interior y sentido de logro en la vida, tenemos que aprender qué espera Dios del ser humano y actuar en armonía con su voluntad. Solo así hallaremos la razón de nuestra existencia (Salmo 40:8).

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  3. Baek2012, no entiendo qué tiene que ver todo lo que has escrito, con el Mensaje del post.
    Creo que nadie ha preguntado, ni ha salido a debate, el tema de creacionismo o evolución. Por otro lado, y te lo digo como consejo, trata de utilizar menos palabras para expresar una idea.

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  4. No hay mayor tesoro que seas bueno haciendo a buenos, si no es así hay que quitarse este nombre, porque el Bien absoluto es cuando amas al Prójimo como a ti, mismo.

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