domingo, 12 de agosto de 2012

Todo lo material te cansa

En Sueño Profético decían:

Todo lo material te cansa: te cansan las pasiones; te cansan los manjares; te cansa el dinero; éste te cansa menos, y sin cansarte, llega un momento que necesitas muy poco, y ya tienes que dejar que otro corra con esta suerte, suerte que mayoría de veces no es suerte, es enemigo del espíritu.

Todas las riquezas de la Tierra, tiene el hombre que estar preparado para saber estar con ellas: venero que da agua fresca y clara y que su agua puede estar contaminada. Aquí es el químico el que está preparado para andar con esta agua, que a pesar de su frescor y claridad, mata la carne. Pero es peor, sin comparación, los enemigos del espíritu.

Cuando el espíritu es al servicio de Dios, nunca te cansa nada que sea al servicio de esta Gloria; el cansar es cambiado por satisfacciones; todo lo ves grandioso, con alegría para un mañana para ti, para Dios es para un hoy.

Lo Divino es ansiedad, ansiedad de tener contento al que todo te lo puede dar.

Viviendo ahí vida espiritual, ya, los de Aquí de la Gloria, contigo quieren amistad.

Desperté, oí:

Todo lo que hay ahí, Aquí no puede venir.

Si te tasa el tasador tu brillante es el mejor, contigo Aquí no viene.

Si tu hacienda tuviera las hectáreas por millones, contigo Aquí no viene.

Si tu cargo fue en la Tierra el sitio de más mandar, contigo Aquí no viene.

Si tú amaste a Dios y todo por Él lo hiciste, esto, contigo sí viene.

Si en el Prójimo viviste por contestar a este Dios, esto, contigo sí viene.

Si el recato lo guardaste por ser Amigo de Dios, esto, contigo sí viene.

Si Aquí quieres venir, cuida lo que puedas entrar Aquí.

Entrarlo y presentarlo al que te puede decir: “Ya Me harás tus servicios, como Teresa, Agustín, y todos los de mi Reino, que Viven Conmigo Aquí”.


***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - Pag. 194-195

2 comentarios:

  1. Cuando somos conscientes de lo que queda en la tierra,nuestra escala de valores cambia.Que lo tangible no nos engañe.

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  2. Que dicha más grande oír la Voz de Dios llamarte por tu propio nombre !

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