domingo, 31 de marzo de 2013

Estas palabras se las dijeron hasta clavado en la Cruz

En Sueño Profético hablaban de temas, unos distintos de otros. Hablaban de Hechos de Dios Hombre, de lo que dejó escrito, de actuaciones que el hombre desconoce. Porque los hombres que con Él vivieron, muy pocos Lo creyeron como Dios. Y de los pocos que veían que era Dios, muy pocos Lo amaban, que éstos hacían más daño. Los que no Lo amaban y Le veían, el Dios se Lo notaban, y quedaban por todos conocidos cuando Le pedían milagros poniendo delante estas palabras: “Si eres Dios, ¿por qué no lo haces?”.

Estas palabras se las dijeron hasta clavado en la Cruz.

Dios no lo hizo, porque si lo hace, obedece al hombre y desobedece al Padre, que en Él vivía y Él en el Padre, por ser el mismo Dios.

Él dijo antes de su Nacimiento todo lo que el hombre Le haría y Él le permitía. Él enseña a sufrir y luego resucita. Si no hubiera resucitado, su Cuerpo se baja después de haber estado clavado, y presenta sus Pies y sus Manos, sin heridas. Pero ¿qué más ver que la fosa vacía teniendo sus centinelas?

Comparaban sufrimiento de carne con Él, Vida de Eternidad segura en su Gloria.

Desperté, oí:

El que ama mucho a Dios, no le salen estas palabras:

“Si hay Dios, ¿por qué consiente este sufrimiento?”.

Estas palabras son del enemigo de Dios, que siempre está persiguiendo el sufrimiento para exponer sus razones, que si tú no amas, de Dios te alejas.

Te alejas en Caridad. Te alejas en no pedir la vida de Eternidad, que nadie puede dar en la Tierra.

Dan aclaración en Gloria de por qué Dios Hombre no se bajó de la Cruz.

Que digan qué hombre ha escrito esto antes, dando esta explicación que Dios manda que la den al espíritu arrobado.

Que las naciones se enteren de lo que en este Lugar está pasando.

Que puede que pidan cuentas, quedándose extrañados de que el mundo esto no sepa.

Es un deber el cundir medicina curativa para el cuerpo, sea de cualquier país.

Pues piensa: ¡tener secuestradas estas Palabras de Dios, dichas en la noche y escritas por la mañana...!

Tú nunca dejes parada, y vayan estos Mensajes donde más cundir les hagan.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 172-173-174

sábado, 30 de marzo de 2013

El sufrimiento con Dios, plumas, al plomo hace

En Sueño Profético decían:

La Virgen, siendo la Madre de Dios, no hay madre que sufra más que ella sufrió.

Los Discípulos de Jesús oyeron más insultos y recibieron peor trato que ningún hombre en la Tierra, haciendo la vida que ellos hacían: predicar lo que Dios Hombre les decía. Escondían el maltrato que les daban, al que no lo había visto.

Su Enseñanza era:

“No escandalizad el mal trato para que otros lo sigan. Dad escándalo a las buenas obras, a las buenas palabras y al buen trato, que sin que Me nombréis vean que sois mandados por Mí”.

Dijo uno:

En el sufrimiento tienes que acercarte mucho a Dios para que no vaya creciendo y engordando. Hay sufrimientos que traen su premio del Cielo, que sirvieron en la Tierra y hoy hacen servicio al Cielo, como aquí, en estas Comunicaciones que Dios manda a espíritus purificados, que antes tuvieron grande entrega al Prójimo, aceptación al sufrimiento y grande oración en su arrepentimiento, pidiéndole a Dios el Perdón por su mal comportamiento, que también se sufre Aquí de pensar el mal que han hecho.

Desperté, oí:

Se ha hablado en la Gloria del sufrimiento y no se ha nombrado a Dios Hijo que fue clavado en el Madero.

Le fue negada vivienda antes de que el hombre Lo viera nacer.

Le escupen y Le niegan el agua en su grande sed.

Le cargan con el Madero y le hacen subir al monte.   

Y se mofan con los dichos:

“Si eres Dios, ¡bájate de la Cruz!”.

Todo este sufrir lo vio el hombre, pero le pudo al sufrir, el resucitar su Carne.

El sufrimiento con Dios, plumas, al plomo hace.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 164-165-166

viernes, 29 de marzo de 2013

Dios Hombre enseña poniendo delante su sufrimiento

En Sueño Profético decían:

A más cerca estaba Jesús de la Resurrección, más se creían triunfadores los que eran sus enemigos. A más Lo veían sufrir, más solo Lo veían.

Dijo uno:

Dudaban más de Él, porque con su Poder no mandaba que la carne quedara muerta, y el espíritu, con su Mando, quedará en los infiernos. Si Dios hace esto sin enseñar, ¿cómo enseña poniéndose Él mismo?, ¿cómo dice?:

“Perdonad como Yo os perdono. Buscad al pecador como Yo lo he buscado: hablándole del Reino de mi Padre, que es el mío porque en Mí está mi Padre. Esta Enseñanza sirve para el que está pecando y quiere que su espíritu siga el mando de Satanás, para ya ser demonio, que es el que busca a los débiles, a los que no cumplen mis Palabras y a los que tienen contrato con los endemoniados, que pueden ser hipócritas y fariseos, que son los que me llevan al Calvario.”

Estas Palabras las dijo Dios Hombre cuando Lo conocieron de Hombre.

Desperté, oí:

Los enemigos de Dios eran los que menos creían en la Resurrección.

Los que sabían que era Dios y Lo seguían, dudaban de que Dios hiciera más de su Poder para que Lo creyeran.

Una vez que, antes de su crucifixión, hizo los milagros que no podía hacer ningún hombre en la Tierra.

Ni desde el Cielo, como no fuera su Padre, que era Él, que en Él los hacía.

Dios Hombre enseña poniendo delante su sufrimiento.

Dando su Amor para el que lo quiera, y apartando al que Lo persigue, desafiándolo.

A éste lo aparta, y la Justicia de su Padre le llega.

Como les llegó en el Templo.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 54-55-56

jueves, 28 de marzo de 2013

Enseñanza de sencillez

En Sueño Profético decían:

Las cosas que no son de Dios tienen una gran diferencia con las cosas del hombre. Las cosas de Dios son sencillas, tan sencillas que al hombre le extraña que Dios se quede fuera dándole Dios preferencia al hombre, que esta preferencia es Libertad que este Dios deja.

El hombre que tiene mando no deja que el que no lo tiene, a él le mande. El hombre interpreta que la sencillez es rebajar la cultura.

Dijo uno:

Dios bajó a la Tierra para enseñar a que el hombre viera a Dios entre el hombre; a que Lo conociera más, por Amor. Amor que él repartía al que su Amor quería; que este Amor se da en la sencillez. Ya, en esta sencillez, daba y recibía, recibía al afligido, y daba al que luego decía que no era Dios, al que más tarde iría a Pilatos a convencerlo de que había que Matarlo. Aquí fue cuando ya Lo trataron de vanidoso. Aquí no entendían su sencillez cuando decía: “Yo soy Dios Hijo. Yo vengo a juzgar a vivos y muertos”. Aquí fue cuando quisieron ver el Dios y Dios no quiso. Todos pidieron milagros, y Dios contestó con la humildad y la sencillez que Dios Padre mandaba: “El que Me pide Amor, en el Amor que mi Padre da en Mí, ya lleva el milagro”. Dios, se veía su sencillez en sus Palabras y su Trato.

Desperté, oí:

El hombre que a Dios no amó,
decía que Lo mataron repitiendo:
“Yo soy Dios”.

Lo interpretaron como un mal,
porque decía “Soy Dios”,
y Lo ponen en la Cruz
como ponen a un ladrón.

Vino repartiendo Paz,
vino repartiendo Amor,
y para el que fue en su busca,
le repartía el Perdón.

Si grande fue la Enseñanza
que nos dio de sencillez,
era más grande el Perdón
de aquel que buscaba a Él.

Que antes Lo había ofendido,
y Dios lo dejó ofender.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 32-33

miércoles, 27 de marzo de 2013

Tuvieron grande arrepentimiento cuando podían seguir pecando

En Sueño Profético hablaban de Magdalena, de Agustín de Mónica y de otros que ahí hicieron grandes pecados, pero que hoy están haciendo servicio a este Cielo.

Dijo uno:

Estos pecadores pecaron, pero tuvieron grande arrepentimiento cuando podían seguir pecando, cuando tenían dinero, cuando aún la belleza sirve para hacer pecar, cuando la salud desafia a los peligros de la montaña y del mar, cuando no piensas en miserias porque te sobra caudal, cuando todos te aplauden en tu forma de pensar, cuando nadie te detiene porque cumpliste la edad. Éstos son los pecadores que si dejan de pecar, ¿qué duda hay de que hoy estén en la Gloria Celestial? Estos pecadores, luego, cuando pensaron su mal, que a Dios le llegó el primero, no podían ni llorar, no pensaban en la muerte, ni ansiaban el llegar. Hubiera sido más cómodo si a Dios no quieren llegar. Pero esta Magdalena quería demostrar que su grande arrepentimiento, a Dios quería pagar, en cundir por calles y plazas que ya no pecaba más, no por hombre de la Tierra, no por enfermedad llegar. Ella quería que vieran que a Dios llamó en su pecar, y Dios le borró la cuenta.

Desperté, oí:

¡Cómo quiso Magdalena
publicar su mal vivir
del tiempo que no fue buena!

¡Cómo enseñaba a vivir
por el sitio que pecado
no podía existir!

A la que veía joven
y pudiera su belleza
llevarse a pecadores,
pronto se hacía presente
y nombraba a Dios del Cielo.

Contaba el sufrir,
y se llevaba a la moza
para que nunca admitiera
palabras que algún día
pecado en ella viviera.

Así creyó Magdalena
que a Dios Le pagaba algo.

No deseaba la muerte,
porque moría en pecado.

Ella quería que vieran
que Dios la había perdonado.

Porque dejó de pecar
sin dejarla a ella el pecado.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 65-66-67

martes, 26 de marzo de 2013

Si el hombre no tuviera dos vidas

En Sueño Profético decían:

Si la Vida fuera vida, sólo la vida del cuerpo, ¡cómo puede el hombre pensar que Dios se hiciera Hombre y bajara del Cielo a la Tierra!

Si la Vida fuera vida, sólo la vida del cuerpo, sobraba la palabra “pecado” y el amarse los unos a los otros, y no se respetaría aquello que nadie pudiera saberlo. Que esto es el pecado: “no cumplir los Mandamientos, Palabras dichas por Dios, donde en estas Palabras entra toda la Enseñanza para no perder el Reino de Dios”.

Mandamientos cumplidos con alegría y Amor a Dios: Gloria que espera.

Dijo uno:

Si el hombre no tuviera dos vidas, la temporal y la Eterna, con su saber y su cultura, era peor que las fieras.

Las fieras no tienen manos, ni palabras en la lengua, ni dineros para pagar defensor que las defienda, ni casa para guardar aquello que no quisieran que vieran.

Desperté, oí:

¡Qué lucha que trae el hombre
por querer alcanzar
que el hombre Aquí no crea!

A más avanza en cultura,
más niega esta Existencia.

¡Cómo querer que la pluma
viva sin el cuerpo del ave!

¡Y la hoja sin el árbol,
cuando al suelo se cae,
desmentir que no había árbol!

¡Cómo exigirle a los hombres
que no roben, que no maten,
si todo queda en la Tierra
y Juicio Final no hay!

Si el hombre,
habiendo otra Vida,
no practica Caridad,
¡qué reacción tendría
sabiendo que se moría
y todo lo iba a dejar!

El hombre,
quiera o no quiera,
esta Vida le hace pensar.

¡Es lástima el que la piensa
sin poder volver hacia atrás!

Piensa que hay otra Vida,
apartando lo que te puede apartar.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 166-167-168

lunes, 25 de marzo de 2013

Son pocos los que viven la Paz, y menos los que la conocen

En Sueño Profético decían:

Vivir con Paz no es vivir en silencio. Vivir con Paz no es tener caudales.

Dijo uno:

Son pocos los que viven la Paz, y menos los que la conocen. Hay quien donde ve silencio, da por hecho la Paz. De la Paz, es más grande su actuación. La Paz es del espíritu, y ya vives la Paz de Dios y eres rico de espíritu.

Dijo otro:

Decía un tío mío, que si la Paz se pudiera comprar y antes darla a prueba, todos la vivirían, porque la Paz te alimenta tu espíritu y te educa tu materia. Ya buscaría los medios el que recursos no tuviera, pidiéndoselos al que tiene, para que Paz todos vivieran. Pero el hombre desprecia lo que nada le cuesta, lo que Dios tiene mandado, y hasta la Gloria no busca porque tampoco es pagada, ni Dios aceptarla obliga. El hombre vive sin Paz por falta de Amor de Arriba, de esta Gloria Celestial. Y no conoce los síntomas de donde la Paz no puede estar.

Desperté, oí:

Cierto que hay quien ve silencio
y lo confunde con Paz.

Sin pensar que en el silencio,
puede estar guerra "acampá".

No es el canto ni la risa
lo que te quita la Paz.

Cuando el canto sea con Dios
y la risa sea igual.

Puedes estar en el claustro,
y allí no vivir la Paz.

Cuando dentro del convento,
uno solo no sea igual.

La Paz te lleva la carga
que tu debieras llevar.

Estudia este Mensaje,
y conocerás la Paz.

Puedes estar en silencio
y tener guerra "acampá".


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo II - Pág. 159-160

domingo, 24 de marzo de 2013

No se cree pecador el que oye la Palabra de Dios y no la cumple

En Sueño Profético decían:

El que no decía: “Maestro, ¿qué hago?”, no creía en Él, y ya estaba pecando. El que pecó y luego fue a buscarlo, le sirvió al Maestro e hizo a hombres santos.

Dijo uno:

Hay quien cree que es bueno porque el hombre ve que no está pecando, y puede estar más lejos de Dios que muchos que hicieron pecado. Dios Hombre decía:

“Temedle más al que no Me sigue y al que desmiente mis Palabras, que al que está pecando y saben todos que está pecando. Éste hace menos daño que el que no Me sigue y no está pecando. Del que peca y lo saben, se retira el que no quiere pecar”.

“El que no Me tiene por quien soy, pondrá sus palabras y querrá anular las mías, que soy Dios en el Cielo y en la Tierra, donde estoy”.

“Pensad que puede que, el que esté pecando, se acuerde de mi Padre en Mí y deje el pecado. En cambio, el que tienen por bueno y no vive mi Obediencia, éste, Me hace mucho daño, porque enseña con el engaño, y puede que no se dé cuenta el que viva a su lado. Pensad, que éste va haciendo más daño”.
 

Desperté, oí:   

No se cree pecador el que oye la Palabra de Dios y no la cumple.

No se cree pecador el que vive la indiferencia al Elegido.

No se cree pecador el que su soberbia y su envidia le mandan en contra de lo que Dios dice en estos tiempos.

Que fue lo que dijo cuando hizo Tierra y hombre.

¡Qué Luz mandan desde el Cielo, que oscuridad quita al ciego!

El que está pecando y lo saben, puede que esté llamando a Dios, y Dios ¿por qué no contestarle?

En cambio, el que se tiene por bueno y Obediencia echa a un lado, no puede decir ¡Dios mío!

Porque ni ama ni cree en el Elegido.

El que le falta una pierna, puede que diga ¡Dios mío! más veces que el que las dos tenga.

Puede que haga más daño el que se bebió tres copas, que el que ya veas borracho.

El que se bebió tres copas, puede el mal estar pensando.

Y el borracho quedará como alfombra que todos pasan pisando.

Hace más daño el que niega o no busca donde Dios está hablando.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 182-183-184

sábado, 23 de marzo de 2013

Demoran años y meses

En Sueño Profético decían:

El hombre espera y se desespera. Al hombre, si él manda o tiene bienes, tienen a él que esperarlo, y haciéndole reverencias.

El hombre que tiene mando, 10 minutos con espera de algún subordinado, ya te puedes figurar cuando fuera a saludarlo, el recibir que le diera. Esto sin ser militar, que a un toque de corneta tiene que estar ya dispuesto con los brazos y las piernas marcando un mismo paso.

Esto es el hombre en la Tierra.

Dijo uno:

¡Igual que hace con Dios!

25 años va a hacer que Dios hizo Aparición con Imagen y Palabras.

El hombre, esto tomó con indiferencia, por falta de tiempo y por falta de ganas.

Dejemos el tiempo pasando 48 semanas. Ajusta, si esto es el año, ¿cuántas semanas te faltan para que te dé la suma de la frialdad del hombre a esta Grande Llamada?

Demoran años y meses. ¡15 días no es importancia! ¡Esperemos otros meses! ¡Si el Instrumento aguanta..., que para eso Dios la tiene! ¡Más sufrieron los que colgaron y quemaron! ¡A ver el año que viene, si mis cuentas salen bien, yo prometo el ayudarle!

Desperté, oí:

Si el Instrumento supiera
que su vida hacía falta
para que Esto más se cundiera,
no demoraría el darla
si Dios se lo concediera.

¡Cómo iba a dejar pasar
minutos ni cuartos de hora!

Si el rato que cuenta un “sí”,
a ella le parecen horas.

Todas las comparaciones
que comparan en la Gloria
son para que el hombre piense:

¡Qué mal me porto con Dios!

¡Qué abandono doy a su Mando!

¡Qué poco Amor le demuestro,
y tampoco tengo miedo!

¡Sabiendo que no castiga,
pero te cierra su Reino!

¡Qué bueno es Dios si lo piensas,
aunque no quieras quererlo!


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 88-89-90

viernes, 22 de marzo de 2013

El abandono al Elegido

En Sueño Profético hablaban del abandono que le tienen al que Dios se comunica. Decían:

Este abandono no puede ser nada más que por falta de Amor a Dios. Cuando se ama, se busca para saber lo que dice este Amado. El hombre debería tener en cuenta que si no busca, no puede decir que ama; como si no bebe teniendo la cántara, es porque no tiene sed. Cuando Dios habla en el hombre, es cuando ves el que quiere saber si Dios habla. Oír al que Dios coge de Instrumento, te sirve de filtro para purificarte, dejando por tierra todos tus pecados y sirviéndote este empape para ir empapando a otros. Pues si tanto hablan de Dios y quieren enseñar de Dios, ¿por qué insultan a este Dios? En lo material, si no aceptas unas palabras correctas para corregir una incorrección, dice mal de este incorrecto. Pues si es Dios el que te habla, ¿por qué no oyes? Tus disculpas serán ahí, y el juzgarte, Aquí.

Desperté, oí:

Ya, el no querer oír, dice mal del que dice: “Señor, ¿iré a tu Gloria?”.    

Pues si tú no quieres oírlo ahí, ¿cómo Él te va a admitir Aquí?

Él se comunica para que el hombre Lo oiga y reverencie.

El hombre ni oye ni puede reverenciar.

Si no oye, no reverencia; y si no reverencia, ¿cómo va a oír?

El hombre quiere engañar a Dios.

Y cree que Lo engaña porque ve que no hace de Dios.

Dios te habla ahí, y ya Aquí te retira.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 208-209-210

jueves, 21 de marzo de 2013

Nada es mío, esto fue de otro y a otro tiene que pasar

En Sueño Profético decían:

No hay mejor meditación
que pensar: nada es mío,
esto fue de otro
y a otro tiene que pasar;
mi carne es joven,
y a vieja tiene que llegar;
mis energías se acaban,
y ya sólo mi presencia
al joven molestará;
esto, si paso de joven,
que puede que a juventud,
el viejo a enterrarla venga.

Esto son Meditaciones
del grado de las sentencias.

Dos contestan dialogando
de su vida con materia.

Uno acabó los años,
porque murió con 90;
90 que él decía
cuando vivió con materia,
pero pasó de los 100,
según lo que ahora cuenta.
Pues éste está dialogando
con uno que le faltó
dos años “pa” los 40.

Estos dos, sí meditaron,
la meditación Eterna.
Los dos fueron casados,
haciendo una vida buena.
El joven quería contar
su vida sin experiencia,
pero hacía meditación
y ya vivía los 90.

¡Por eso se entendía bien,
sin haber tanta experiencia!

Lo mismo puedes oír
al joven que al de 90,
cuando el joven piense bien
y viva la vida buena,
sin hacer esos pecados
que el hombre les llama fiestas,
o vivir la vida aprisa,
por si luego Dios no hubiera.

El hombre que vive así,
está viviendo experiencia
de vivir en los pecados
que no vivió el de 90.

El joven que vive así,
nunca podrá dialogar
como éstos, que los dos
supieron este meditar.

Desperté, oí:

Nada de lo que tengo es mío,
y a otro tiene todo que pasar.

Todo lo que yo tengo, fue de otro,
si no es lo mismo, es que yo reformé.

Otro vivió esta herencia,
que yo ayer heredé.

Otro vivió siendo pobre,
y también vivía bien,
cuando hacía meditación
y pensaba que la Gloria
sella el mismo valor.

El mismo valor valora
el que en la balanza pesa
espíritus ya de Gloria.

Esta Gloria echa al peso
lo que nadie ahí valora.

El valor de lo que el hombre valora,
Aquí no tiene valor.

La carne joven o vieja,
todo lo ha de dejar.

Haz meditación de ésta,
que lo mismo ha de servir
al de 100 que al de 40.

Lo que tienes que pensar es
que lo de ahí, ahí se queda.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 246-247-248

miércoles, 20 de marzo de 2013

Si el Arrobo no fuera para Enseñanza, sería un éxtasis

En este Sueño Profético decían:

Al que Dios se comunica, siempre tiene que enseñar. Dios es Infinita Sabiduría, y Él, que se comunica, quiere enseñar lo que a este Comunicante le enseña, siendo ya advertido que esta Enseñanza no es sólo para el que la recibe. Si fuera sólo para el que la recibe, no sería Enseñanza, sería un éxtasis, viendo y oyendo de la Gloria de Dios, pero nada más. Esto sería espíritu que Dios quiere que antes de dejar la materia goce de su Gloria, pero este espíritu no es para enseñar. Él te enseñará a que hagas Oración y ames a Dios. Esto sería decir: “come, porque si no comes, mueres”; palabras verdaderas pero sin fuerza. Este espíritu no puede enseñar, porque no sabe nada. Pero ella, es que Dios su espíritu lo trae a su Gloria y le explica: “esto fue, esto es y esto será; y esto es así en la materia, y esto quedará así sin materia”. Y si el teólogo le pregunta tal o cual, ya va impregnado el espíritu de Sabiduría de Dios, fuerte y poderosa, por quien lo ha preparado. Esto no tiene igual nada más que en quien Dios se haya manifestado cara a cara y hablando en éste. Éste también fue Profeta: Dios hablando a través del hombre.

Desperté, oí:

El hombre emplea todo el tiempo detrás de lo que la materia quiere, sin dedicarle el mínimo de tiempo al espíritu. Esto es echar tus ahorros a una hucha sin fondo.

El que te enseña de Dios, te cambia la hoja: lo de arriba, abajo; y lo de abajo, arriba.

Que es echar en hucha con fondo y presentar tus ahorros.

Ahorros hechos, que a Dios agradan.

Y pensar a quién tienes que presentar estos ahorros.

Ahorra, pero que este ahorro sea para Dios.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pág. 183-184

martes, 19 de marzo de 2013

El arrobado vive sin darle importancia a nada de la Tierra

En Sueño Profético hablaban de la Grandeza, del Poder de estos Misterios Sobrenaturales y Divinos.

Hablaban de cómo Dios va llevando al espíritu a tener convivencia con espíritus de esta Gloria –normal en el momento del Arrobo–, cuando está desprendido el espíritu del cuerpo; cuando vive sin peso y sin miedo a que la materia le sirva de obstáculo; cuando no oye pecado; cuando todo lo que ve y oye es claridad, resplandor y alabanzas a esta Gloria; cuando deja las miserias que el hombre tanto guarda con firmas, documentos, testamentos y herencias que van dejando de unos primeros herederos o que ellos herencia juntaron. Pues cuando te ves sin cuerpo y ya herencia has dejado, todo lo miras con desprecio.

Dijo uno:

Esto es la muerte, pero no el arrobado. El arrobado ya vive sin darle importancia a nada de la Tierra, y esto mismo va enseñando, que es lo que a su espíritu Dios enseña. Aquí es el pecado el que gran importancia cuenta, cuenta que no entra en Gloria si no hace recuento de pecados y a Dios no pide Misericordia.

Desperté, oí:

Nadie puede hablar de Gloria
dando esta explicación
si no lo oye en Arrobo.

Nadie tiene el sentir
de estas explicaciones
como el que traen Aquí.

Éste es un vivir ya fuera
del vivir que vive ahí.

Aquí oyen hechos que hubo
viviendo Dios Hombre ahí.

Aquí se ve lo que nadie
pudiera ver estando ahí.

Aquí se aprende y se enseña
cuando espíritu va a vivir
otra vez con la materia.

Es desprecio con pecado
el que no quieran aprenderlo.

El arrobado enseña
lo que enseñan en el Cielo.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pag. 10-11

lunes, 18 de marzo de 2013

No creer en estos Mensajes que bajan del Cielo, es no creer en Dios

En Sueño Profético decían:

¡No creer en estos Mensajes que bajan del Cielo, es no creer en Dios!

¡Y creer en Dios y no entenderlo, es falta de Amor!

Dijo uno:

Este Lenguaje Divino, tenerlo en este abandono, no hay disculpa para Dios.

Estos Dictados están a la vista de todos, como la Luna y el Sol; como la lluvia, que sube y baja del Cielo con el Mando de Dios.

Esto es Vida en Palabras, no dichas para el Instrumento. Son dictadas para Enseñanza de espíritu. Que el hombre, si Dios no dicta, ni sabe ni puede enseñarlas. Y ya es pedazo de carne, que cuando muera, con esta muerte muere todo lo que era.

El hombre no se da cuenta de que antes que él hubieron otros, y ya no existe materia ahora. 

El que vive su sitio, ya está en puertas, esperando la muerte que del Cielo llega.

Desperté, oí:

Llega del Cielo con Mando del Sitio que tiene que vivir su espíritu ya para siempre.

Analfabeto en la Palabra de Dios, era palabra bien dicha para el que no sabía dar explicación del espíritu y tenía estudios de cultura para el cuerpo.

Si la cultura del cuerpo no lleva la del espíritu, nunca podrás dialogar con Dios Padre y con Dios Hijo.

Y a la madre no podrás enseñar que las madres hagan ruegos y que pidan que interceda por sus hijos.

Si esta Enseñanza la dejas y prefieres la del cuerpo, es camino que mal andas, sin ganancia y sin provecho.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 188-189-190

domingo, 17 de marzo de 2013

Los buenos que niegan la Caridad

En Sueño Profético hablaban de los buenos que niegan la Caridad y usan el ser bueno para que a los malos se les vea más grande el mal y más su mal se vaya cundiendo.

Dijo uno:

El bueno tiene que ser bueno con todo lo que Dios dice, que su nombre es Evangelio; aceptar y practicar sin que midas lo que has hecho. Y él ya ve diferencia de lo malo y de lo bueno. Esto, si quieres pensar, te recuerda el Evangelio.

No hay cosa que más justifique al hombre bueno –si es bueno o si decían que lo era–, que al que le hizo el mal, él le devuelva un bien.

Esto lo hacen pocos, porque están vacíos del Amor de Dios y no guardan sus Palabras. Y al no haber Palabras, no sale acción.

El “bueno” del hombre, si no lleva el “bueno” de Dios, no es hombre bueno. Al “bueno” de Dios le sobra el “bueno” del hombre, porque ya lleva el “bueno” de Dios.

Desperté, oí:

Si no practicas las Palabras de Dios,
no puede salir acción buena.

Y si sale, no es duradera.

Y al no durar, no enseña.

Coge lo bueno de Dios
sin avaricia y sin peso.

Ya, todo aquel que te vea,
te pone el nombre de bueno.

Bueno con letra grande,
para que se entienda de cerca
y se vea desde lejos.

Lo bueno, cuando es de Dios,
no se acaba, no te pesa
y no te cansa.

No se acaba,
por ser Manantial Divino.

No te pesa,
porque el Amor de Él
te ayuda a llevar la carga.

Y no te cansa,
porque el cansancio se acerca
donde ve que el Amor falta.


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Libro 19 - Dios Manda En Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 201-202-203

sábado, 16 de marzo de 2013

El gran silencio acompaña al Elegido

En Sueño Profético decían:

Hay sufrimientos tan grandes,
que el silencio más los agranda,
pero no puedes ir diciéndolos.

Como el cojo, que pasa desapercibido
porque la pierna no le falta,
y nadie va diciendo de dónde viene la falta.

En cambio, el que tiene una pierna
y apoyado en muletas anda,
más veces oirá: “¡qué pena,
ya siempre con esa falta!”,
y le van dejando el sitio
y caridad le acompaña.

El sufrimiento del espíritu,
más sufres si a Dios más amas,
y más le guardas silencio,
y el sufrimiento lo agrandas.

Pero Dios lo va contando
cuando sufrimiento acaba.

Entonces ves la razón,
del sufrir, por qué guardaban.

Dijo uno:

El sufrimiento del espíritu en el Elegido,
si se fuera voceando,
a nadie le daría pena,
y quedaría desmentido.

Por eso, el gran silencio,
acompaña al Elegido,
y a veces este silencio
da respeto, da calor y sientes frío.

Desperté, oí:

Da respeto, porque ves
que sufrir lleva consigo,
y no quiere que se sepa
porque Dios es el testigo.

Y Él sabe cómo lo sufre,
y por quién silencio ha sido.

Luego, ya en el escándalo,
cuando el sufrir se ha ido,
ya el silencio
se convierte en comprender
y en él ser comprendido.

Todo es actuación de Dios,
que Dios manda al Elegido.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 4-5

viernes, 15 de marzo de 2013

“Tenéis ojos y no veis. Tenéis oídos y estáis sordos”

En Sueño Profético hablaban de querer saber, de querer comprender y de querer aceptar lo que claro estás viendo. En estas palabras pones un “no” delante de cada Palabra y te da justo lo que están haciendo.

Dijo uno:

Hay veces que se condena el hombre que ahí lo vieron bueno, que ahí lo vieron bueno pero que vivía dando la espalda a lo que Dios manda que den la cara y hagan reverencia.

Dijo el mismo:

Es peor el no querer ver, que el ser ciego. Es peor el no querer oír, que ser sordo. Al paralítico que no podía seguir a Jesús, Jesús le manda que ande. El que anda y no Lo sigue, es peor ante los Ojos de Dios Padre y peor ante el Maestro, que a Dios veían de Carne, que tuvo que decir Dios: “Tenéis ojos y no veis. Tenéis oídos y estáis sordos”. Esto es lo que hacen con los que Dios siempre está mandando de pregoneros.

Desperté, oí:

Fue Pregón dicho en la Tierra,
cuando Dios baja del Cielo.

El que no Lo quiso oír,
Pregón ya no repitió en el Cielo.

Es en la Tierra
donde sirve la Enseñanza
para subirla al Cielo.

Es fácil el aceptar,
cuando tú quieres oír
y ya aceptas lo que estás viendo.

Hay quien no quiere aceptar
y no quiere reconocer hechos.

Éstos son los hombres malos,
aunque ahí les digan buenos.

Puedes aceptar o no aceptar,
cuando conozcas los hechos.    

Pero cuando es de Dios,
brilla por detrás del cerro.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pág. 186-187

jueves, 14 de marzo de 2013

Tiene más fuerza el mal que el bien

En Sueño Profético decían:

Tiene más fuerza el mal que el bien. Tiene más fuerza porque el mal es bien recibido por la mayoría que mal hagan. Y el bien se cansa el hombre de hacerlo, protesta del que lo hizo y quitas ganas al que intenta hacerlo.

Por eso tiene más fuerza el mal que el bien. Y verás más abundancia de obras malas que de obras buenas.

El mal y el pecado son íntimos compañeros. Lo mal hecho es falta de creer y amar a Dios.

Lo bien hecho, cundido y siempre haciéndolo mejor, va achicando el mal. Pero ¿quién practica esta Enseñanza que Dios Hombre enseñó a los hombres para que fuera hecha y cundida, y así el hombre aprendiera a ir derrotando a los espíritus malignos? Que es la forma de que abunde el bien y se desbarate el mal.

Desperté, oí:

El bien, hecho con el nombre
de Dios delante,
hace al bien gigante.

Ridiculiza al mal,
y el que el mal practique,
ya se notará cobarde.

Ves cómo el bien
al mal le puede

Mal, es pecado
en grado chico,
en grado grande.

Y hacer el bien,
ya vas dejando
firma bien grande.

Y vas diciendo:
“Yo amo a Dios.
¡Pero qué pena
que el mal abunde,
pero el bien no!”.

Tiene más fuerza
el mal, que el bien.

Porque el hombre no lo piensa,
que se tiene que morir
y tiene que entregar cuentas.

El hombre tiene
a la muerte en olvido,
como algo que no interesa.

Y en sus espaldas ya lleva
el día, hora y fecha.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 217-218

miércoles, 13 de marzo de 2013

Sabiduría Divina y sabiduría del hombre

En Sueño Profético explicaban de la Sabiduría Divina y de la del hombre:

La Divina, se la conoce al que la tiene, por su sencillez. Éste quiere dársela a conocer a todo el intelectual, para que éste la divulgue, quedándole un agradecimiento profundo por haberle aceptado este Premio inagotable. Esta Sabiduría, que es con brote, y antes de que este brote se haga tronco, ya echa brote. Esto, el que lo oiga, con poco estudio, verá que no es del hombre. Esta resistencia en no querer ahí, tiene que ser en súplica, para el Perdón Aquí.

Desperté, oí:

La sabiduría del hombre es repetida, y al decir esta repetición, el hombre se pavonea.

El Instrumento que a Dios sirve, éste no puede tener pavoneo, y sí humildad.

Del profesor que enseñe esta Teología, el alumno, con facilidad aprenderá.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pág. 191

martes, 12 de marzo de 2013

El hombre respeta a los muertos por miedo, pero no por Amor

En Sueño Profético hablaban de los muertos. Decían:

El hombre respeta a los muertos por miedo, pero no por Amor. Son pocos los que siguen su recuerdo y disfrutan de hacer vida que saben que a ellos les gustaba. El hombre hace la vida en contra del que soltó la materia. El hombre hace la vida como dándolo por muerto, como animal que ya muere, que éste sí queda ya muerto.

Otro dijo:

El hombre que muere con Dios, éste nunca está muerto; éste sigue la Vida que Dios tiene prometida, Vida Eterna. Éste espíritu está viviendo Aquí, en esta Gloria; este espíritu no es muerto como el hombre lo nombra.

El hombre dice muerto, convencido de que no hay Gloria. Si el hombre supiera fijo que si él quiere vive vida Eterna, no hablaría con tanto desprecio de los muertos, hablaría con alegría, hablaría con confianza de sentir su vida unida a Dios, y ya vivía su Presencia; Ya no cambiaba su vida por estar convencido de que vivía.

El hombre, si esto lo pensara, diría: “Yo hago vida para seguir viviendo. Si no hago Vida de Dios, me contarán con los muertos, porque la carne que muere sin cumplir la Ley de Dios, ésta fijo que para Dios muere”.

El hombre que ama a Dios, éste sabe que su espíritu no muere; por eso Aquí, en la Gloria, esa palabra no se oye.

Despierta, oí:

Bien claro queda Aquí escrito,
para que todos comprendan,
que si ahí vives con Dios,
luego pasas a vivir la Vida Eterna.

Que lo muerto está bien dicho
para el papeleo de Tierra.

Pero si amas a aquel
que ahí dejo la materia,
vive unido a él,
que Aquí vive ya la Eterna.

Si amas a Dios del Cielo,
ten los muertos en Amor,
y no los tengas con miedo.

Sigue sus mismas costumbres,
si aún sigues queriendo.

Porque si amas a Dios,
todo es del mismo Dueño.

Acuérdate de lo muerto,
por Amor y no por miedo,
porque lo muerto quedó,
como traje usado en un trastero.

El que ame a Dios ahí,
Aquí nunca lo verán muerto.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág. 248-249-250

lunes, 11 de marzo de 2013

Dios elige a muchos, pero no para enseñar

En Sueño Profético decían:

No saben lo que es un Profeta. El Profeta es aquel que Dios le habla y le da Poder para que haga uso de su Palabra y la comunique a la muchedumbre. Si creyeran en Dios, sufrirían que esto no fuera. Hay quien sufre para que no sea.

Dios no vino a hacer milagros, sino a enseñar la Salvación del alma. Si su Enseñanza hubiera continuado –ésta, poniéndola en práctica–, ya sería tiempo de ver la Verdad o la mentira.

Dios elige a muchos, pero no para enseñar. El que Él le da en esta vida que participe de su Gloria –pero para enseñar–, es distinto en lo material. Dios le permite que viva como quiera –entendido queda, en el círculo de la Oración–, o sea, se puede él solo desterrar a la montaña, y Dios acepta. Lo tuyo es distinto completamente, lo tuyo es para enseñar sin medida de distancia ni de temas, es para repetir Palabras y Acción de Dios. Esto tiene que ser englobado: acción espiritual y acción material intachable.

Tu consejo puede ser tomado, pero no revocado.

A Dios hay que querer por ser Dios, sin espera de cambio.

Hay quien cree que Dios es un talón: derecha dando, izquierda tomando.

Uno de los pecados más grandes del hombre es coger a Dios como negocio y no querer darle beneficios.

Desperté, oí:

El que no cree en la Revelación, no cree en Dios.

No puede haber Dios sin Revelación.

La Revelación es para el hombre como el tictac para el reloj.

Dios se comunica para recordar su Existencia, publica su Mensaje y Allí espera. Ya desde aquí eligen el Sitio.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 120-121-122

domingo, 10 de marzo de 2013

Hay que dejar todo lo de esta vida

En Sueño Profético hablaba Teresa de Ávila con unas mozas. Éstas le hacían preguntas como queriendo saber qué hacer para llegar como ella.

Dijo la que más ganas se veía que tenía de amar:

   ―Hay, según dicen, que dejar todo lo de esta vida y vivir ya retirada de tus padres o parientes, para sólo a Dios amar.

A esto dijo Teresa:

No tiene escrito Dios nada,
ni hay ningunas normas
para que Dios pueda Arrobar,
que las normas que Él publica,
es que ames más y más.

Esto, si tienes vocación,
puedes ir al convento ya,
y si Él te manda fuera,
dentro no puedes quedar.

Él no te dice que no ames,
eres tú quien deja de amar
a todo el que a Dios no adore,
sin mirar sexo ni edad,
como no sea un inocente,
que a éste lo guías tú ya.

Un inocente yo llamo
a un niño de corta edad.

¡Ya tienes buena lección,
y si aprendes, te doy más!
Pero tienes que sentir
a este Dios dentro “na” más.

Tienes que olvidar aquello
que te pudieran decir:
“¡Éstas loca! ¡Vanidosa!
¡Y ahora nos va ésta a decir,
que Dios, que está en su Gloria,
en ella puede vivir...!”.

Esto es lo mejor de todo
que te pudieran decir.
Pero luego tú comparas
la hermosura de vivir,
entrando en esta Gloria,
cuando aún vives ahí.

Desperté, oí:

Al entrar por estas puertas
de la Gloria Celestial,
te impregna con lo Divino
y te da su Majestad,
para que todo el que te mire,
vea que Gloria hay ya,
porque te entra en Ella
y te la ha "dejao" llevar.

Este Dios, cuando tú amas,
Él no te mide su Amor,
Él te quita las medidas
que pudieran ser control.

Yo quiero ya que publiquen,
porque sé que amarán más
cuando lean los Mensajes
de esta Gloria Celestial.

¡Ay Gloria que no prefieres
a nadie entrando ya!
¡Ay Gloria que "to" el que entre,
en tu Gloria vive ya!

Vive y quiere que lo mandes
con esa autoridad
que mandan en esta Gloria,
por estar Gloria “na” más,
sin estar mando del hombre,
que Gloria quiere quitar.

Todo el que quiera la Gloria,
de Teresa aprenderá,
cuando lea los Mensajes,
que Gloria en Mensajes va.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 119-120

sábado, 9 de marzo de 2013

Seguro que reinaba la Paz y escaseaba el hambriento

En Sueño Profético hablaban del comportamiento que el hombre tiene, tan malo, con Dios.

Repetían mucho:

¡Hombres sin amar a Dios
o sin miedo al Poder Divino!

¡Hombres que le están pidiendo a Dios
que mande diluvio o fuego!

¡Hombres que emplean estudios
para acabar con el mundo,
sin pensar en este Dueño,
que fue el que el mundo hizo!

El hombre debía de hacer stop
y pensar en los dos mundos,
y ya, con este pensar,
odiaba esos estudios
que sirven para matar
lo mismo a hombres que a niños.

¡El hombre Le pide a Dios
que mande diluvio o fuego!

Dijo un espíritu de Dios con su Mando:

Si el hombre pensara en la maquinaria de su cuerpo, que en el momento más preciso se puede quedar muerto, no podía inventar nada que arrebatara la vida, que tan sólo es Dios el que manda.

Si el hombre pensara en que después de su invento esta Vida lo aguarda, y que aquí no hay razones para decir: “Señor, yo inventé destruir a personas y mundo, a todo lo creado que Tú al hombre diste, porque el hombre era malo”.

Si el hombre cree que esto, en sus últimas, le va a servir, que empiece reformando para no destruir. Y el hombre, que viva hasta que muerte llegue de Aquí.

Desperté, oí:

Estos hombres de talento,
debían de utilizar
el talento para el espíritu.

Seguro que reinaba la Paz
y escaseaba el hambriento.

Seguro que el odio
habría quien moriría
sin conocerlo.

Y a Dios, siempre Lo llevaría
el hombre de compañero.

Con un día de alimento
que necesita la guerra,
se remediaban muchas vidas
que mueren en la miseria.

Si el hombre hiciera parada
en lo que le llama invento,
sí se podía decir
que el hombre creía en el Cielo.

Pero en la forma que actúa,
ni cree, ni tiene miedo.

Estas Palabras no están dichas
por ningún hombre con cuerpo.

Están dictadas en Gloria,
donde no entran los cuerpos.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 101-102-103

viernes, 8 de marzo de 2013

No tiene disculpa el que a otro sitio vaya

En Sueño Profético decían:

No hay sufrimiento mayor, que a la verdad no le digan verdad, cuando la Verdad es de Salvación, cuando viendo la Verdad, ya estabas viendo a Dios.

Es sufrimiento grande ver un peligro para el cuerpo, y el que llegara a acercarse no lo estuviera viendo.

¡Pues figúrate saber lo que Dios te está pidiendo mientras vives con materia, luego, ya sin remedio!

Y decirte, a diario: “¡Que Dios me lleva a su Cielo, sin cuerpo! Pero hay veces que veo el cuerpo conmigo, pero es cuerpo sin peso y sin mando. Que yo no mando en mi cuerpo como cuando piso tierra. Entonces hago mi mando porque Dios me deja libre”.

Esto, sin vivirlo, no puedes explicarlo.

Pues a pesar de éstas y muchísimas más, el hombre anda dudoso por no querer aceptar. Porque tiene que cambiar su indiferencia en reverencia, y en remordimiento lo que hizo mal al Instrumento.

Esto es reconocer y volver atrás, quitando dudas, que el mal espíritu te hizo dudar.

Dijo un espíritu que Dios le da Mando:

Aquí la duda, teniendo trato, no es persona con espíritu sano. Este espíritu guardará secreto al Elegido y pedirá consejo al más lejano. Siempre dirá “no” de dientes a dentro, porque lo que oye, ni lo cree ni quiere creerlo.

Estos que no creen, estándolo viendo, pueden tener un día un susto por dentro, donde acumulan razones diabólicas que no son del Cielo.

Desperté, oí:

El espíritu de Dios
tiene por fuerza
que pedir consejo
al que Dios elige para enseñar
lo que es para el espíritu
y lo que queda en el cuerpo.

Conociendo el Lugar que Dios tiene,
donde Él da sus Palabras,
no tiene disculpa
el que a otro sitio vaya.

Para pedir opinión
o para que intercedan
pidiendo a Dios
por la enfermedad que tenga.

Esta actuación es peligro
para el que la albergue y la viva.

Porque el Instrumento absorbe
y el Mando de Dios lo retira.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo I - Pag. 21-22-23-24

jueves, 7 de marzo de 2013

El hombre no puede parar esta “Ola Divina”

En Sueño Profético decían:

Desmiente el hombre lo que le dicen de Dios, porque no actúa como Él quiere.

Si el hombre cumpliera con Amor las Palabras que mandó Dios escribir en piedra, el hombre no podría leer estas Sentencias y no cundirlas, pisando su indiferencia.

Dijo uno:

¡El hombre no puede parar esta “Ola Divina”!

Va a haber muchos que van a dar con sordos y no van a oír contestación a preguntas que hagan de tiempos que ya han pasado.

¡Porque Esto es una Enseñanza que Dios manda para el hombre!

Si el hombre despreció, que sepa por los últimos que no niegan a Dios aquello que no es suyo, que es la salud y situación.

Si el hombre pensara esto, le amargaría la salud y la situación. Y cuando a Dios Le pidiera, tendría un letrero delante escrito por su conciencia:

“Señor, yo no me atrevo a pedirte. ¡Si mi tiempo, que era tuyo, Te negué, con el dinero y el cargo, y la salud no aprecié cuando veía a otros que de mí necesitaban, por faltarle todo esto que hoy, a escribir mandan!”.

Desperté, oí:

Por mucho que diga el Cielo
que el hombre a Dios no ama,
no es muchas veces decirlo
para los pocos que Lo aman.

Tiempo, dinero y salud,
con autoridad en un mando,
pocos te ofrecen la silla
para decirte:
“¿en qué puedo yo ayudarte?”.

Si algo de esto les falta,
lo piden, la mayoría, con rebeldía,
y les oyes estas palabras:

“¡Yo siempre estuve bueno!
¡Yo no estoy acostumbrado
a tener escasez de nada!
¡Mi familia tenía de sobra!”

“Esto, ¿por qué a mí me pasa?”

“¡Con lo que yo he dado a pobres!
¡Ahora cómo Dios me paga!”

El hombre que a Dios le niega
salud y situación,
el día que esto le falte,
grande condena arrastró.

Cuando vea que el remedio
se fue con la situación.

Que fueron años,
salud y dinero.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pág. 220-221-222-223

miércoles, 6 de marzo de 2013

“ALABAR A MI PADRE, ES ALABARME A MÍ”

En Sueño Profético decían:

Dijo Jesús en un sermón en el monte:

“Alabad a mi Padre con vuestro comportamiento, y no dejad que os retire de Él el pecado”.

“En las alabanzas, Él se une con los coros de su Gloria. Y en el pecado, retira a sus ángeles y a sus santos. Que eso veréis en Mí, por ser de Él mandado y mi Padre vivir en Mí”.

“Alabar a mi Padre, es alabarme a Mí”.

“Pensad, que retirarme Yo del hombre, deja a mi Padre sin oír la súplica que el hombre haga, por vivir mi Padre en Mí”.

“El que crea que va a ir a mi Padre despreciándome a Mí, ya está pecando”.


Dijo uno:

Siempre que hablaba, había menos de acuerdo con sus Palabras –esto en el empiezo del sermón–. Luego, una vez ya terminado, se oían varias confesiones, a las que Jesús respondía con el Perdón y con estas Palabras:

“Me glorificáis más pidiéndome el Perdón, que contando el hecho. El hecho Me hace sufrir. El Perdón da Gloria a mi Padre”.

Desperté, oí:

Son las Palabras de Dios,
únicas, para que viva el espíritu.

Como es única la Gloria,
donde no hace falta el cuerpo.

Como es único ese mundo,
donde tienes que enterrar el cuerpo.

Dios Hombre quería mejor que Le dijeras:
“Maestro, vengo a por tu Perdón”,
que recordarle tu hecho.

“Perdóname, Maestro”,
Le llenaba de alegría.

Y recordar el hecho,
otra vez Le entristecía.

¡Coge Palabras de Dios,
que son las que dan la Vida!

¡Y cuando pidas Perdón,
di palabras que no sufra!


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 9-10

martes, 5 de marzo de 2013

Descripción de Gloria

En Sueño Profético se oía como cante de niños, pero todos a una misma voz. Luego vi mucha gente de espaldas, pero como si algo los cubriera de cintura hasta el final del cuerpo. Este cubrir era a todos lo mismo. Eran como bustos con movimiento.

Terminada esta Visión –que si no la explican tú no podrías comprenderla–, dijo uno:

Se han oído a los ángeles, que su respirar es cántico al Padre Eterno; y se han visto a los vivos que ahí dieron por muertos, pero Aquí siguen vivos al Mando del Padre Eterno. Éstos, Aquí no necesitan cuerpo, como tampoco lo necesita el sonido cuando estás oyendo de lejos; el sonido se presenta, y se presenta sin cuerpo.

Esta Visión se ha formado para que el espíritu Aquí traído pueda hablar y dejar escrito todo, para que comparen con alegría los que aman, cómo es esta Gloria cuando con verdad se ha visto; para que hagan comparaciones a los incrédulos, a los listos que dicen que creen pero su pregunta es: ¿A Dios Padre quién lo ha visto?

Desperté, oí:

A Dios Padre Lo ve
el que Dios Padre quiere,
como Poder y Mando único.

Lo que no Le verán es Cuerpo,
porque es Dios Padre y es Espíritu.

Como tampoco a los ángeles les verán cuerpo,
porque nunca cuerpo tuvieron.

Tuvieron cabeza y alas,
fortaleza como el cuerpo.

A éstos nunca los verán con cuerpo.

Si algunos se vieran con cuerpo,
son niños que ahí vivieron
y hoy están en la Gloria,
porque el niño no tiene Infierno.

Todos los espíritus que ahí vivieron
y hoy Aquí viven,
cuando Dios hace Visión,
les pone cuerpo,
el mismo que ahí tuvieron,
para poder conocerlos.

Como también se lo pone
el mismo Dios Hijo,
aunque Éste Aquí vive con Cuerpo.

Pero es el mismo Padre,
aunque nunca tuvo Cuerpo.

Por eso, las Visiones,
las hace Dios Hijo,
para que las explicaciones
lleguen comprendidas a la materia.

Esta descripción de Gloria
no hay libro que la dé de Ella.

Hoy son éstos los únicos,
con comprobación para el que quiera.

Sería desmentirlos,
si esto así no fuera.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 3-4-5

lunes, 4 de marzo de 2013

¡Qué Enseñanza que dejaron a los hombres de la Tierra!

En Sueño Profético hablaban de Juan de Dios, de Juan Bosco, de Tomás de Aquino, de Agustín de Mónica y de Teresa de Ávila. De cada uno hablaba quien vivió con materia en el mismo tiempo que ellos.

Dijo una mujer:

Yo presencié tantos casos de Juan entregado al enfermo, que cuando entraba en los sitios, causaba un gran respeto. Tengo presente la escena que vi con un paralítico. Esto fue en una casa que él iba casi a diario. Les llevaba casi lo que en el día les hacía falta. Este hombre hacía tiempo que sus pies no andaban solos. Lo movía de un lado para otro arrastrando una silla. Todos los días le hacía, que cogido a su cuello se pusiera de pie y medio metro avanzara. Le hacía que repitiera: “Sólo Tú, Dios mío, puedes hacer que yo corra. Y si no corriera, te sigo amando aunque así muera”. Pues un día, después de repetir estas palabras que a Dios agradaban, anduvo. Esto fue fruto de Juan de Dios.

Yo vi a Juan Bosco tratar con tanto Amor a los niños, y tanto hablarles de Dios, que sus espíritus vivían más en la Gloria que en la Tierra. Su educación era con preferencia al espíritu.

Yo ya hablo de Tomás: “Su teoría en la gran Teología era inconfundible; no habrá quien le supere; y hoy en día la está reforzando”.

Sí, yo hablo de Agustín, cuando hablaba del pecado con aquella filosofía que los pañuelos sacaban y pecar ya no sabían.

Yo ya termino el Dictado, y hablaré de Teresa: “La conocí en el convento, y cuando estaba ya fuera, hice tan buena mistad, que se ponía a contarme, y yo, sin prisa, a escuchar; que teníamos que dar corte si nos queríamos separar. Yo me llamaba Verónica, y esto me decía al pasar:

“Verónica, ama mucho.
Verónica, Ama más,
que por mucho que Lo ames,
Él nos ama mucho más”.

Este verso es de Teresa.    

Desperté, oí:
 
¡Qué Enseñanza que dejaron
a los hombres de la Tierra!

El hombre debería adorar
y tener la preferencia
por el que diga: Yo vivo
en la Gloria y en la Tierra.

Y te puedo enseñar
lo que tal vez tú no veas.

Enseñarte con palabras,
con palabras tan certeras,
que si oyes con Amor,
vives Gloria y pisas Tierra.

Si oyes hablar de Aquí,
no te quedes en el lado de fuera,
que éste te puede enseñar
lo que tú tal vez no veas.


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Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 203-204-205

domingo, 3 de marzo de 2013

Caminos distintos

En Sueño Profético decían:

Van a hablar dos hombres
que van por caminos distintos,
que los dos se van viendo,
por pasar por el mismo sitio,
que lo que tiene diferencia
es cuando llegan al sitio.

Los dos han tenido que ver
lo que había en el otro camino,
por ser camino para todos,
y coger tú el elegido.

Estos dos hombres andaban
por el camino distinto,
teniendo que caminar
los dos por el mismo sitio.

El mismo, era la vida,
que siempre es el mismo camino:
nacer, alegría, sufrir,
el final de la materia,
muerte que viene a la carne,
que con extrañeza el hombre espera;
no hacer nada de pecado
sabiendo que a Dios ofenda.

Dos hombres iban andando
por el camino distinto;
dos hombres que llegarían
al final al mismo sitio.

Ya se emparejan hablando,
cada uno por su sitio;
Uno le dice riendo:
Tú llevas mi mismo camino,
el final será morir
sin haberte divertido.

¿No estás viendo que la vida
es siempre el mismo camino?

Yo vi morir a mi abuelo,
siempre hartándose de vino,
y hacer los pecados grandes,
e iba por ese camino.

Éste que pecar no hacía,
se paró y ya le dijo:

“Si tu abuelo hizo pecados,
y el pecado era su amigo,
él tenía que caminar
por un camino distinto,
y hoy está en otro final”.

Desperté, oí:

El camino de vivir,
siempre es el mismo camino.

Y el que no quiere pecar,
es porque espera ver
a Dios, en el camino final.

Estos dos caminos juntos,
iban al mismo final.

Esto le simbolizaba
la mentira y la Verdad.

Los dos podían ser santos,
los dos podían pecar.

Los dos tenían de Dios
recibida Libertad.

El camino simboliza,
que para todos es igual,
pero Dios te deja a ti
que elijas, sin obligar,
el sitio de las tinieblas
o este Reino que Él te da.

Estos dos hombres andaban
por el camino distinto,
teniendo que caminar
los dos por el mismo sitio.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 260-261-262

sábado, 2 de marzo de 2013

Les faltaba lo que no podían encontrar

En Sueño Profético decían:

¡Qué verdad con más verdad es el que diga que nada se puede comparar con el Amor de Dios!

Estas palabras se las oí yo a uno que vivió cuando Jesús, el Salvador de los hombres. Este hombre tenía salud y dinero, pero vivía con cara triste y ánimo pesado. Él era amigo de un tío mío. Unos 20 años contaba más que yo.

Su mujer era “compañera puesta por Dios”. Estas palabras fueron puestas por mi madre, y todos la conocían por sus buenas obras de caridad que hacía. Tenían una vaquería, que si no te parabas, no podías contar las vacas por la cantidad de lomos con piel blanca y negra. Pues poco dinero cogían del ordeño. Los chiquillos con sus jarros formaban fila. Este matrimonio decía, que desde que al Maestro no Lo veían de lejos y a diario, no sabían de Él, que no vivían llenos, que algo faltaba en su vida, algo sin poder sustituir nadie. El camino que pasaba el Maestro muchos días era cerca de su finca. Veces de correr para verlo; veces de Él llegar a descansar para que ellos Lo vieran; y alguno de los que siempre iban con Él les contaba el caminar y Enseñanza. Pues al faltarles esto, decían que no estaban llenos, que les faltaba lo que no podían encontrar.

Desperté, oí:

Este hombre y mujer santa no le llamaban vivir a cuando el Maestro les falta.

Aunque salud y dinero tenían para repartir.

Siempre que alguien nombraba a los Discípulos, con pena ellos decían estas palabras:

¡Qué Verdad con más Verdad es el que diga que nada se puede comparar con el Amor de Dios!

A mí me hizo sentir Amor, tan sólo con sus palabras.

Y Amor vivía yo.

No hay quien compare vivir, porque tenga grandes caudales, con el contacto de Aquí.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - Pág. 17-18

viernes, 1 de marzo de 2013

El ciprés lo recuerda


En Sueño Profético vi el mar
y unas montañas 
que tenían movimiento, 
o sea, se movían con suavidad 
sin moverse de su suelo. 

De momento vi una tapia 
que cercaba a un cementerio, 
y los cipreses decían sin palabras: 
“aquí somos compañeros”. 

A los que dieron sufrir 
y a los que dieron contento, 
entran y salen por ver 
la lápida que pusieron, 
y miran a los cipreses 
y se estremecen con miedo, 
sin pensar que los cipreses 
los ven ellos desde el Cielo, 
los espíritus de Dios 
que ahí les enterraron su cuerpo. 

A estos cipreses, 
Dios les manda su crecimiento, 
y obedecen en subir 
su copa cerca del Cielo. 

Éstos son los guardianes 
de avisar con su altura 
dónde reposan los cuerpos, 
para que des tu oración 
con mirada a este Cielo.

Dijo uno:

Dios le manda a la montaña, 
y a los mares deja en silencio, 
mandando quietud a oleaje. 
Pero no le obliga al hombre, 
mientras el espíritu tiene 
puesto el traje de la carne, 
cómo tiene que pensar 
para comprender esto 
que mandan Aquí dictar.

¡Dios mandándole a los mares, 
y los mares obedeciendo!

¡Dios mandando a las montañas, 
y las montañas corriéndose!

¡Dios mandando la muerte, 
en pocos años o muchos, 
en malos o buenos doctores!

A todo le da Dios el Mando, 
y todo a Dios obedece.

¿Cómo resistirse el hombre, 
si el Mando de Dios le llega?

Pero sería vivir  
dando siempre a este Dios quejas, 
lo que no hacen los mares, 
que es lo que tiene más fuerza 
de lo que vive en la Tierra.

Desperté, oí:

Unas cuantas obediencias 
han nombrado 
del Mando que a Dios respetan. 
    
Cierto que Dios no le manda
en su vida de materia.

La Palabra es lo menos,
y Libertad Dios les deja.

El cuerpo podría parar
si no hicieran su Obediencia.

Dios deja su caminar
hasta que carne la entierran.

Y con la fosa tapada,
el ciprés, de centinela,
te recuerda al pasar:
aquí está la carne muerta.

Que también tiene el ciprés
otros sitios de vivienda.

Éstos no son centinelas 
de hacer servicio a Dios
en sitios de carne muerta.

Muchos mandan Oración,
porque el ciprés lo recuerda.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 237-238-239