sábado, 31 de agosto de 2013

Maldito pecado

En Sueño Profético hablaban del sufrimiento.

Decían, que el sufrimiento de espíritu con Dios, domina al cuerpo. Que el sufrimiento de espíritu apartándote de Dios, hace que vean a otra persona distinta a la de antes de tener el sufrimiento.

Los espíritus del mal saben presentarse en el momento que tu espíritu no tiene Paz, que tu espíritu está enfermo o está sufriendo.

Dijo uno:

A un espíritu que sufre, le llegan 1.000 demonios. A los que vivan la santidad, les llegarán bien pocos.

Por eso, estas Enseñanzas, debía no haber dineros para pagarlas –el que dude de ellas, cuando las necesitara–.

Al asesor material lo busca el hombre, lo respeta y le paga. El asesor del espíritu, dándote tantas ganancias y tú a él ningunas, ¡con qué medida te habla las cosas que Aquí le digan!

Desperté, oí:

Condenaban mucho en Gloria:
ver sufrir a un espíritu
y no hablarle de la Gloria.

De lo Eterno, de lo puro,
de lo impuro,
de la ira, de la soberbia.

No hablarle de lo que Aquí llega,
para que a Dios hagan ruegos
los que están con Dios
y ahí tuvieron materia.

Decían: “¡Maldito pecado,
que acecha sufrir y pone calvario!”.

Ofrecer pecado es un sufrimiento,
eres vendedor del mismo diablo.

Todo el que persigue y ofrece pecado,
tiene más condena
que aquel que cayó y se vio pecando.

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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III

viernes, 30 de agosto de 2013

Donde haya hombres y suelo

En Sueño Profético decían:

Dios va llevando sus Palabras en sus justos momentos, aunque el hombre tarde en comprender esto. Dios no hubiera querido esta demora, pero es Dios y permite que el hombre mande a contra de Él, para que más se vea su Mando en su Permitir. Estas Comunicaciones, se hablarán de ellas tan normal como de su Nacimiento, y se recriminará como se recrimina al que Lo mandó crucificar, volverá alegría como en su Resurrección. Todo esto ha de pasar por ser el mismo Dios. Dios, Sabiduría para el hombre que de Aquí quiere saber. Dios, que su Enseñanza no veda y la presenta a los hombres cultos de la Tierra, sin contarles sus pecados, por ser Enseñanza que Dios quiere que sea extendida palmo a palmo en la Tierra. Luego, con esta Enseñanza se curarán espíritus que tenían enfermedad por estar lejos de Dios, por no vivir su Presencia, por no compadecer al débil, por no buscar la Luz que te quita las tinieblas. Estos Libros, leyéndolos pensando que un día te llegará la muerte, ves en ellos que son dictados sin que intervenga la materia; te dan tal Enseñanza al espíritu, que dominas tu materia con la facilidad que el cochero, con una mano, maneja el tronco de caballos. Pero para esto tienes que aprender a vivir el Amor a Dios y dejar el pecado, dejar el pensar de aquello mundano que pudiera hacerte vivir retirado de esta Bóveda Divina, donde ya vive lo Eterno, donde en esta Vida Segura ruegan para que los hombres ahí no se queden muertos.

Desperté, oí:

No puede estar en silencio
lo que Dios enseña en su Gloria
a un espíritu sin cuerpo.

Es más fuerte la Enseñanza
por ser a espíritu sólo.

Pues si fuera Visión
participando el cuerpo,
ya habría dos a decir:
espíritu y cuerpo.

Esto ya Dios se lo manda
sólo en aquellos momentos
que el Elegido tiene que decir:
“Esto sí. Me guardo aquello”.

Pero en los Sueños que son
para ir Libros haciendo,
éste ha de oír y escribir
lo que le vayan diciendo.

Por eso, estas Enseñanzas
son dichas a espíritu sin cuerpo.

Estos Libros llegarán
donde haya hombres y suelo.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pag. 13-14-15

jueves, 29 de agosto de 2013

No callar es justificar y cundir esta Grandeza

En Sueño Profético decían:

No callar es justificar
y cundir esta Grandeza
que Dios manda al hombre desde el Cielo.

Es achicar el pecado,
es sembrar remordimiento,
es dar alegría
para el que está en lo cierto.

Es penar
para los que el Nombre de Dios les molesta,
es hacer siembra de la Palabra de Dios,
es hablar de su Existencia.

Es dar a conocer el Lugar
que tan vacío del hombre se encuentra,
con ansias de preguntar
cómo es la Vida que espera.

Es para describir la Vida,
cómo viven sin materia
los que antes ahí vivieron
y hoy vivos Aquí se encuentran.

Es para enseñar a vivir
haciendo de la materia
como otra prenda más
que el espíritu tuviera,
porque a su Mando está.

Es para pensar
en la muerte de tu cuerpo,
que después en polvo queda.

Es para que el mundo se una
olvidando las fronteras,
recordando que hay un Dios
para el mismo Cielo
y para la misma Tierra.
Y que Ése mismo dicta Amor,
Perdón y que vivan su Presencia.

Desperté, oí:

Todo lo que sea cundir
este Evangelio hoy dictado,
es obediencia a su Mando.

Éste refuerza al que hay,
para que el hombre compare.

Para que la Jerarquía
y hombres intelectuales
vean que es Palabra de Dios,
sin agrandarla ni achicarla.

Lo que sí ven es abundancia,
y fuerza al no callar,
sin respetar al que mande.

Esto es la Fuerza de Dios
arrinconando al pecado.

Frenando a los “sin Dios”.

Y dando al remordimiento
Mando para que tengan presencia
del mal que hicieron,
del que están haciendo
o del que puedan pensarlo.

Esto es Publicación:
a más enteren,
más irán enterando.

Y ya buscarán a Dios,
como Dios tiene mandado.

Porque el hombre ya vive
porque Dios le deja el Mando
de que la existencia pise.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II

miércoles, 28 de agosto de 2013

Hay más que den sufrimiento, que sufrimiento quiten

En Sueño Profético decían:

Hay más que den sufrimiento, que sufrimiento quiten.

Hay quien no sabe vivir sin hacer sufrir a otro.

Hay quien cree que el callar es falta de razón.

Dijo uno:

Todo el que a Dios no ama,
hace que sufra otro.

Todo el que a Dios no ama,
vive siempre en alboroto,
en alboroto buscando
lo que nunca encontrará,
en alboroto de Tierra,
que luego no queda en “na”.

El que ha sentido alboroto,
de éste de Aquí del Cielo,
no hay nada que le alborote,
como no sea de este Reino,
y no puede dar sufrir,
porque a Dios siempre está viendo.

A la misma voz, dos dijeron:

¿Se puede amar a Dios
y mandarle sufrimiento?

¿Se puede amar a Dios,
no siendo este Dios primero?

El hombre habla de Dios
sin saber que Dios es Bueno.

El hombre habla de Dios
sin saber que es Justiciero.

Yo creo que nombran a Dios,
porque a otros se Lo oyeron,
a otros que también nombraron
sin amarlo ni quererlo.

Debía de salir color
con viveza en la cara
de aquel que ama a este Dios,
y así se ahorraban palabras.

Pero que fuera un color
sin subida ni bajada,
que fuera el color de azotes,
que quedaron en su Cara.

Y el que viera estas señales,
sabía que éste amaba.

Desperté, oí:

¡Qué bien te aclara, el que sufre
y el que sufrimiento da!

¡Que claro ves el que ama,
o el que tenía que amar!

Una pena sí sería
la marca con el color.

Una pena esto sería,
descubrir lo que este Dios,
sin haber color sabía.

Si esto el hombre lo supiera,
de pena se moriría.

Más se moriría el que no cree,
que el que reza noche y día,
la Oración del Padre Nuestro,
que rezarla no debía.

El rezo que hace el hombre,
cuando reza por rezar,
es agua llena de fango,
que no te sirve de “na”.

Si la señal le saliera
al que ama de verdad,
verías muchos sin ella,
y pocos con la señal.

Dios ya sabe el que Lo ama,
aunque sean caras igual.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo I - Pag. 130-131-132

martes, 27 de agosto de 2013

No desmientas las Palabras que dictan de Aquí del Cielo

En Sueño Profético decían:

Es falta de no saber que tu saber es bien corto. Queriendo corregir a Dios, ya descubres tu inteligencia. Dios se comunica para que el hombre se ame, para que el hombre no se condene. Dios se comunica para que el hombre tenga presente esta Vida; para que pensando en ella, no se cometan pecados; para enseñar al hombre a amar; para que el hombre vea que Dios juzga, y que premia al espíritu limpio, al espíritu que a Dios ama y quiere enseñar cómo ganar la Gloria.

Dijo uno:

Dios, cuando vivió de Hombre, no buscó a los escribas ni a los inteligentes de la Tierra, Dios buscó a hombres de grande corazón y espíritu limpio, como su Padre tenía mandado. Estos hombres rudos fueron los que cundieron la Presencia de Dios de Carne, en Vida de esta Materia y después de Dios Hijo ir al Padre. A éstos, les mandaba su Espíritu en Sabiduría, pero todos veían a Pedro y a los Diez, con sus imperfecciones, que ésto lo veía el que su vida la tenía entregada a lo material: el mercader, el comprador de esclavos, el fariseo y el débil de espíritu que tenía amistad con éstos ya nombrados. Pero el que amaba a Dios y tenía ansias de saber de su Gloria, buscaba las Palabras de Amor que éstos repetían con el mismo Amor que Dios se las daba. Dios sabía que estos rudos no le cambiaban Palabra; habían sido siempre rudos, y por rudos, sus palabras siempre fueron desechadas del que cultura tiraba, la tiraba en los rudos, porque sabía que se callaban.

Desperté, oí:

No desmientas las Palabras que dictan de Aquí del Cielo.

Que son Palabras recordando a que el hombre sea bueno.

Que son Palabras para pagarlas, no con precio de dinero.

Si Dios coge al que el hombre lo tiene por ser inútil, es para que vea el hombre que en amando ya Le sirve.

¡Qué más da que pongas punto o que no sepas vocales, si Dios a lo que te manda es a que todos se amen!

Dios deja esa motita para que el hombre la aclare, que podría Dios mandar sin la motita dictarle.

Pero si amas a Dios, ni la motita te sale, porque sientes el Amor de Dios Hijo y Dios Padre.

Dios manda Amor en Palabras, que el Amor es lo que vale.

Deja tu literatura “pa” cuando el hombre te hable.

Así verás más a Dios cuando veas que ella hable.

Si esto no fuera de Dios, ya buscaría un pasante antes que nadie le oyera: “Dios me dice que yo hable”.

Pero el que escribe de Aquí, ya pueden rectificarle, que no niega una Palabra aunque al hombre así no agrade.

No te fijes en los puntos, ni defiendas las vocales, que Dios dicta Aquí más veces, para que vean que no sabe.

Si ya quieres los Escritos para los intelectuales, ponle los puntos en su sitio, para que lean y se paren.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 142-143-144-145

lunes, 26 de agosto de 2013

Edificio de Dios

En Sueño Profético decía Teresa de Ávila:

Si el que ama
enseñara a que amaran,
había más que a Dios amaran.

Hay más, que aman
escondiendo el Amor,
que pueden esconder Amor,
porque Amor aún les falta.

Éstos son los hombres tímidos,
con trabajo para soltar
sus palabras diciendo:
“yo a Dios Lo amo”.

¡Cuánto me hizo sufrir
la frialdad de estos hombres!

Cuando hablaban de mí,
hubo veces de buscarme
con grande pena,
por tener que defenderme
y encerrarse en su silencio;
Luego iban a buscarme:
“Teresa, dame el perdón,
que vida tranquila tenga”.

Ya empezaba mi enseñanza,
contando mis noches aquellas,
que tenía que despertar
con ángeles de trompetas.

Que no era despertar,
que yo para el mundo era muerta.
Pero qué muerte de gozo,
cuando yo ya bien despierta,
Dios me hacía que recordara,
para que luego yo fuera
contando lo que Dios quiere
que todo el hombre sepa.

Por eso, era de risa
que silencio yo tuviera.
Si yo lo guardo en silencio
todo lo que Dios hacía
para que yo lo aprendiera,
no enseño a querer a Dios
con este querer de fuerza.

No me importaba la gente,
ni de la clase que fuera.
Cuando cogía la palabra,
hacía que Amor sintieran.

Desperté, oí:

Yo enseñaba a no callar,
hablando de Dios del Cielo.

Discutía y veía mal
tener al hombre respeto.

Respeto al qué dirán.
Nunca tuve que decir:
“Señor, perdona mi mal”.

Yo tenía que cundir
que Dios me llevaba al Cielo.
Yo tenía que demostrar
lo que llevaba por dentro,
que era fuego de la Gloria,
de edificio sin cimientos.

¡Ay edificio de Dios!
¡Ay edificio sin cimientos!
Que el edificio se encuentra
donde a Dios estén queriendo.    

El edificio es Amor,
y si este Amor va creciendo,
llega a las puertas de la Gloria,
y ya vives en su Reino.

Si alguien puede callar,
no es edificio del Cielo.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 5 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo I - Pag. 121-122-123

domingo, 25 de agosto de 2013

Tres formas

En Sueño Profético vi un Palomo, y cuando lo tenía cerca, se transformó en Dios Hijo. Era una estampa sin volumen, era una transformación del mismo Dios; Dios que hace Visión en el Sueño de arrobo, para que el arrobado la lleve a los Libros.

Dios es Poder al Mando de su Poder, y con  el Poder hace que el espíritu vea sin cuerpo, y que el cuerpo le haga servicio a la Comunicación que él necesite dar explicación.

Dios presenta el Palomo, y con su Poder hace figura y Visión. Aquí tan sólo hay Poder del mismo Padre que se hace Hombre con Materia, viéndolo el hombre Normal, con  figura de Hombre, y de su Espíritu hace Símbolo en forma de Palomo.

Dijo una voz:

De estas Tres Imágenes, dos salen de una sola. A Dios Hijo lo vieron los hombres, pero a Dios Padre y a Dios Espíritu, lo ve el que Dios Padre quiere, por ser las dos Imágenes sólo el Padre. Imagen del Hijo: El Hombre. Imagen de su Espíritu: El Palomo.

Él quiere que lo vean de Hombre, el justo y el pecador; pero su Espíritu y su Poder en Esencia, esto tiene que ser visto Aquí, en su Gloria, haciendo el Mismo Dios el arrobo, con su Espíritu, Símbolo: El Palomo.

Este Dios Único, no tiene cuerpo de materia, pero sí Poder Omnipotente, Poder para hacer el mundo, y Poder para destruir y no querer.

Dios, todo en Él,
todo oído y visto
antes del hombre nacer,
todo que será pavesa,
que eterno no puede ser.

Esta es la diferencia
de este Mundo
a ese que ahí ves.

Desperté, oí:

Ese mundo de materia
lo ves y no queda en nada.

Éste, sin haber materia,
su Poder materia manda.

¡Cómo Dios con su Poder,
del Padre e Hijo te habla!

Te habla y te hace Visión
en Tres Formas que te manda.

Una, te habla de Hombre,
cuando la Tierra pisaba.

Otra, se hace Visión,
cuando su Espíritu manda.

Y ya sin Cuerpo,
Imagen, Poder y Mando,
es lo que habita en su Reino.

Si no te hace Visión,
nunca sabrás explicarlo.

El Amor hace que sientas,
pero Imagen tú has formado.

Dios quiere darle Visión
al que Aquí trae arrobado.

Que Inteligencia y Visión,
es grande Certificado.


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Libro 3 - La Palabra del Creador - Tomo I

sábado, 24 de agosto de 2013

Exhibición de vanidad y la humildad

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios crece cuando tú amas. Este crecimiento, a veces, es gigantesco. El mejor abono es la caridad. Con la humildad también se ve un gran crecimiento. Hay personas tan crecidas, que les ponen el nombre de Santo. El Amor a Dios no puede ser amor imparcial; este Amor te saca de lo normal, siendo punto de referencia, como ejemplo de Amor y humildad. La humildad ridiculariza a la vanidad.

Contaba un día Agustín, que presenció en una venta a un vanidoso en su forma de actuar, y que terminada la actuación del vanidoso, entró un humilde que en silencio dejó a tantos como allí se encontraban. Esta fue la actuación del vanidoso: se fue para el ventero, y en voz no baja le dijo:

   –¿Estos mismo vasos y estos mismos asientos son los que tienes para los que tienen título y para los pudientes?, porque estos que vienen conmigo al que tiene un castillo le llaman pobre.

Quiso el ventero hacerles los honores para retenerlos, ya que eran las admiración de todos por sus ropajes, e intento sacar unos vasos que tenía más bien de adorno, y los rechazó diciendo que no tenían igualdad; unos tenían asa –éstos conocidos por jícaras–, y los otros en forma de tubo. Estando el mostrador con todo lo que había sacado el ventero para complacer, entró un hombre, más bien con presencia de falta de todo, pidió un vaso de agua, y al darse cuenta de lo que había en el mostrador, dijo mirando a todos:

   –¡Perdón! ¡Mil perdones! He venido sin buscar sitio, quería sólo agua. Ya encontraré donde el vaso me iguale.

Se acercó Agustín y le preguntó:

   –Tú amas mucho a Dios y no pecas, ¿verdad?

Rápido respondió:

   –Tanto Lo amó, que no hubiera podido beber en esos vasos con tanto lujo, ya que mi vivir me gusta más que imite a Él que al hombre. Su vivir es Eterno; el del hombre es viaje sin asientos, viaje corto.

Desperté, oí:

Aquí hicieron su exhibición la vanidad y la humildad.

Aquí se vio el crecimiento del Amor a Dios.

Todos miraron a éste lleno de Dios, que humilde lo hacía.

Quería estar siempre lleno de Dios, para despreciar lo que era del hombre.

El buscaba lo de Dios: el agua.

Agustín lo conoció, y sabía que no pecaba.

Sabía que no pecaba, por lo mucho que a Dios amaba.

Si no amas de verdad, no se te ve la humildad.

Los poderosos quisieron avergonzar al ventero.

Y al humilde Dios mandó para dar una lección.

Esta lección la recogieron los que quisieron el Cielo.


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Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo I

viernes, 23 de agosto de 2013

Vanidad y Caridad

En Sueño Profético hablaban de la vanidad y de la Caridad. Decían:

La vanidad viene del mal espíritu. El espíritu del mal te enseña a que seas vanidoso. La vanidad no deja buen sabor al que la oye. El vanidoso no acepta el Saber de Dios. El vanidoso, su nombre es “yo”, y se apellida con el “yo”. El vanidoso no puede hacer Caridad, porque si ayuda al necesitado lo hace cuando sabe que va a ser humillación para éste, y siempre que favorece exige que se presenten como esclavos, sacando siempre como principio estas palabras: “Yo hice por ti tal o cual cosa”, agradándole siempre que diga el que recibió: “Yo le estoy muy agradecido”. Esto es la vanidad.

La Caridad no puede ser su compañera. La Caridad es dar espiritual y material; dar en espíritu con Amor, con ansias de que ese espíritu vuelva a Dios, y el dar material lo da siempre con delicadeza, nunca humillando al inferior. Si su presencia la hace delante del que menos preparación tuviera, él se queda atrás, presentando a éste el primero y dándole el mejor sitio. Esto es Caridad.

Dijo uno:

Mayoría de los que Dios elige son despreciados por el hombre, despreciados por falta de saber. Dios sabe si son humildes y Él los llena de Sabiduría, y ya no tienen que aprender del hombre.

Desperté, oí:

Dios premia al humilde que a Dios ama y no dice: “Señor, otros tienen más que yo, y Tú les das más que a mí”.

Dios es Humildad: Dios busca al hombre.

Dios es sencillo, para que Lo entienda el culto que a Dios ame, y el humilde que no sepa nada.

El que a Dios no entiende es el vanidoso, aunque culto sea.

Deja el camino de la vanidad y coge el de la Caridad.

Si Caridad no tuvieras, rompe tu título.


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Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Quién mejor que Dios para dar la respuesta?

En Sueño Profético decían:

Se van a dictar breves hechos de la Vida de Dios Hombre: enseñando, riñendo y dando.

Estando un día Jesús hablando a los Discípulos y al que quería sus Palabras, llegaron dos hombres, y extrañándoles lo que oían, preguntaron a un Discípulo, y el Discípulo contestaba a lo que querían que así no fuera. Viendo Jesús que continuaban el diálogo, dijo:

   –Lucas, en otro está mal lo que estás haciendo, pero en ti da gritos el mal, por lo mal que lo estás haciendo. Y no quedará bien hecha tu enseñanza.

Otro día le dijo Jesús a uno que mucho Lo seguía:

   –Mañana cambia el camino que por costumbre tienes para ir al trabajo. Cuando ya el día te haya dejado y te busque la noche, tú búscame a Mí, y Yo te diré el porqué de estas Palabras. Pero búscame con la Obediencia de compañera.

Estando un día a la orilla del río, se presentaron dos zagales y uno dijo:

   –Maestro, ¿quieres que nos vayamos con los Discípulos cuando pasen por mi casa? Si Tú dices sí, y es mi madre la que no quiere, yo me escapo.

   –No te escaparás, porque mi Mando, a ella le llegará, y ella te mandará. Pero ahora ve a buscarla.

   –Cuando entres en tu casa, coge al niño y lo pones en el suelo para que ande, pero sin pensar que sus piernas no tienen fuerza. Luego, cuando se llene tu casa de gente, di: “El Maestro me ha dicho que lo ponga a que ande”.


Desperté, oí:

Dios Hombre enseñaba a que estando Él, fueran a Él las preguntas.

¿Y quién mejor que Él para dar la respuesta?

El Maestro veía el espíritu de la mujer, que lo guardaba para el Cielo.

Y al que a Él Lo seguía, le faltaba madurarse, que le vendría obedeciendo.

Ella barría la calle sin pensar en que él pasara.

A ella no iba la riña, era a él. Pero premio también la riña llevaba, por ser riña del Maestro.

Ya cundieron en la calle, que la que era tan buena tenía un hombre amante.

Ella barría su puerta, y no podía cambiarse. De cambiar a otra hora, justifica mal que no hay.

El consejo del Maestro nadie podía superarlo: él cogió otro camino sin a ella extrañarle.

Los chiquillos querían ser discípulos de los Discípulos, y las madres los engañaban para que no los siguieran.

Ellos querían, y Dios Hijo les aumenta las ganas.

Les dio el medicamento en las Palabras.

El niño salió andando, y los chiquillos gritaban: “¡Madre, ha sido el Maestro!”.

¡Qué cierto que si Dios manda, pueden curar sus Palabras!


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III

miércoles, 21 de agosto de 2013

Con la aprobación de ella

En Sueño Profético decían:

Todo cuanto publiquen, tiene que ser antes visto por ella, con su aprobación, cambiando el sí por el no, o el no por el sí. Esto necesita la censura de ella.

Habrá –y ya hay– miles de espíritus adornando el mal para que vean bien. Esto, el Profeta lo descubre haciéndole Dios comprender lo que son ideas de Dios o ideas de estos espíritus contrarios, espíritus sin Dios.

Aquí, la publicación, es el Mensaje y conocer a ella. Publicar, lo imposible que lo ve el hombre, y lo fácil que es para Dios.

Dios quiere que se hable de Dios en público, y este público, reverencie.

El que va oyendo el Mensaje y no lo publica, éste no está con el que Dios elige.

Dios se comunica, no para el comunicante, Dios se comunica para enseñar. Y si esta Enseñanza se calla, ¿cómo aprenden? Y si no aprenden, ¿cómo enseñan?

Desperté, oí:

El agua está hervida, pero si tú la ves cuando está hirviendo, tú no dices “hirvió”, tú dices, “está hirviendo”.

Tú puedes hablar de lo que pasó, pero si este mismo “pasó”, está pasando, tú no dices “pasó, tú dices, “pasando”.

¿Por qué el hombre se mete a corregir a Dios la plana?

Dios es sólo Uno, tres Imágenes, tres Representaciones y una sola Voluntad.

Este Dios te ama, no te obliga, pero sí te espera.

Tus Mensajes sean escritos cuando tengas tu momento.

Esto no puede ser petición del hombre.

NOSOTROS, LOS ONCE


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Libro 7 - Investigaciones a La Verdad - Tomo I

martes, 20 de agosto de 2013

Cualquier cosa puede durar mucho más que el hombre

En Sueño Profético decían:

Cualquier cosa puede durar muchos siglos. Cualquier cosa puede durar mucho más que el hombre, por endeble y fácil que fuera su rotura. Pero si la cuidas, la puedes tener para muchas generaciones.

El hombre, ya puede tener el cuido que tenga, que llegar a 100 años son pocos los que llegan. Y muchos años antes de los 100, ya no lo puedes contar como hombre para la profesión que tuvo.

Si piensas esto despacio, cambiarás en tu vida material y darás preferencia a la Vida del espíritu.

Esta Vida, si la cuidas practicando lo que Dios dijo, nunca será vida vieja, ni muerte tendrá el espíritu.

Esto, los hombres del campo los ves vivirlo. A las cosas materiales les quitan la preferencia: ni sufren, ni las desean. Ellos, su tierra, su sol y su siembra, componen un mundo de Paz. El ganado, las ovejas y el chirriar o crujir de los troncos les dan la felicidad.

Unos chiquillos que corren con alboroto, que a nadie molestarán, esto es para el espíritu lo que se ha nombrado ya.

Desperté, oí:

¡Qué diferencia tan grande
lo que el hombre cree
que es la felicidad!

¡Cómo comparan
la duración del hombre,
lo pronto que acaba,
comparado con un simple
cacharro de cristal!

Éste, si lo cuidan,
que el cuido puede ser dejarlo
en sitio que no lleguen manos,
te durará siglos y siglos.

Si el hombre esto pensara,
dicen en Gloria
que el hombre cambiaba.

Pisaba el egoísmo
y el querer ser importante.

¡Si esa vida es pregonero
que va pasando aprisa la calle!

¡Aprende de los del campo,
que Paz y felicidad
no se las da el adelanto!

Ellos saben que esa vida
es un camino pasarlo.

Que ellos han de morir
y todo sigue durando.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 214-215-216

lunes, 19 de agosto de 2013

La tranquilidad y el descanso vienen del espíritu

En Sueño Profético decían:

La tranquilidad y el descanso vienen del espíritu.

Si el espíritu no manda tranquilidad, no hay descanso ni dejas Paz.

Si el espíritu no está con Dios, no puede mandar descanso, aunque veas materia sentada.

Si el espíritu no vive reposo, Dios no lo visita.

Hay quien intenta dar Paz y da alboroto, alboroto dejando mal sabor.

Cuando el espíritu está educado, alborota con Paz y grita en silencio, porque su grito es de Amor a Dios.

Dijo uno:

Es difícil comprender las Palabras de Dios cuando no amas; es difícil porque en la misma Palabra te dice distintas frases, para el que ama. Esta misma que repito: “Alborota con Paz y grita en silencio”. Otra: “Yo he venido a Salvar al pecador que quiere ser Salvado”.

El que no ama, piensa: “Si es Dios Padre, ¿cómo un Padre puede dejar a un hijo que se pierda? Este es pensar de uno que no ama, y como no hay Amor, no hay comprensión.

Dios es más Dios por la Libertad que al hombre le deja. Primero Ama, deja que Lo ofendan, y si el que lo ofendió quiere, Él lo perdona. Si esto estudia el que lo ofende, ama y no deja que otro Lo ofenda.

Estas Palabras fueron dichas por Dios en el monte, en uno de sus Sermones:

“Si alguno amara sin Libertad, que no emplee la palabra “Amor”. Amor sin Libertad no es Amor del que mi Padre manda que Yo enseñe. Amor sin Libertad es del hombre, pero no de Dios”.

Desperté, oí:

Si amas, comprendes y aprendes
de las Palabras de Dios.

Si amas, no dices nunca,
¿por qué dice esto Dios?
Ya con decir esa frase
no das ejemplo de Amor.

Porque aquel que mucho ama,
oye respuesta,
sin que pregunte palabra.

La pregunta es la Paz
y la calma que derrama,
cuando espíritu y materia
hacen la misma Enseñanza.

Alboroto, que detrás
lo va siguiendo la calma,
y calma que ves a Dios,
que el Espíritu le manda.

Es difícil comprender
a este Dios lo que nos manda,
pero si vives Amor,
te sobrarán sus Palabras.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 139-140

domingo, 18 de agosto de 2013

Sin la muerte preocuparle

En Sueño Profético decían:

Hay quien es bueno por llevar siempre en el pensamiento la muerte. Éste lleva el bueno de compañero con la enfermedad. El que piensa en la muerte constantemente con tristeza, es enfermo de espíritu. El que su espíritu es sano, piensa en irse con Dios cuando Dios quiera, y nada hace pensando en la muerte con temor. Sus hechos serán como Dios que esté delante, siempre llevará contento, sin la muerte preocuparle.

Dijo uno:

Es buena meditación, que ya recomendaron Santos, el pensar en la muerte. Pero pensar no como si fuera una deuda que tienes que pagar a largo o corto plazo. Ellos quieren que se piense con un pensar valorando a todo lo que no acaba y que Dios está esperando. Pero que sea contento, sin corajes, sin tristezas, haciendo vida de Santos; que Santo quiere decir vivir a Dios adorando, y ya Dios te manda en: “Ve y di mis Palabras, o ve en mi Nombre y sana la carne, receta para el espíritu que quiera salvarse”. Esto, después de adorar, baja Dios a visitarte, luego te trae a esta Gloria para en Gloria ya explicarte.

Desperté, oí:

Cierto es que cara triste
y siempre hablando de muerte,
no es espíritu de Dios.

El de Dios es cara alegre,
llevando sufrir sin peso
y no pensando en la muerte.

La pena y la tristeza
te la da lo material.

Que te pone siempre inquieto,
aconsejándote mal
en avaricia y dinero.

Llevándote al pecado
como pluma lleva el viento.

Éstos son los hombres tristes,
aunque los veas riendo.

Éstos, luego, ya se pasan
en un puro sufrimiento
de pensar que muerte llega
sin salvación ni remedio.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 206-207-208

sábado, 17 de agosto de 2013

Saber que no dura

En Sueño Profético hablaban de la sencillez de estas Libretas:

Por ser Palabra de Dios, es un Dictado Divino, con hechos que ocurrieron y que Dios quiere que siempre se estén recordando. Para esto es el Lugar que Dios elige con el nombre de Profeta: máxima palabra puesta por el Padre en lo Divino. Palabra que Él sacó de todas las palabras, para darle el nombre a donde resonara su Voz. A este Lugar nunca le faltará un Dictado con hechos que ocurrieron: unos, delante de Dios Hombre; y otros, delante de Dios Espíritu. No podría este Lugar escribir ni tan sólo los que ocurrieron en Vida de Dios Hombre, por ser centenares. Y ya, ¿quién escribiría los hechos presenciados por Dios Espíritu, Dios que todo gira delante de su Presencia? Pues de todo esto, Dios manda que una motita escriban al Dictado, y que se publique para Enseñanza del que ama y del que quiera amar. Hay quien ama y necesita del Comunicante para poder enseñar.

Bien decía Agustín: “El que se tenga por sabio, que lea algún Escrito de un espíritu “arrobao”, y verá la diferencia del Dictado de este Dios y del hombre de esa Tierra. Es un saber que no dura, un saber que va pasando, un saber que cuando sabes, ya nadie te está escuchando, y vuelves a lo del niño, buscando algunos brazos”.

Esto lo decía Agustín cuando estaban “afanaos” hablando de literatos.

Desperté, oí:

El espíritu que Dios lo trajo Aquí, a esta Gloria, y luego lo mandó ahí a la Tierra, la Tierra no le puede enseñar nada.

El Cielo queda engrandecido, y ridícula la Tierra.

Esto debía el hombre de ver, aunque a Dios no Lo quisiera.

¿Qué van a enseñar a un espíritu
que vive con carne muerta
y que él mismo se da la vida
cuando vuelve a la materia?

¡Porque es Dios
el que lo lleva y lo enseña,
para que éste cuente luego
lo que es vivir sin materia!

El que diga “esto me pasa”,
no puede oír a otro
cuando de la Gloria habla.

Porque todo lo que él cuenta,
lo cuenta porque lo vive,
no porque otro se lo cuenta.

El saber que tiene el hombre
es un saber que no dura,
un saber que va pasando,
un saber que cuando sabes,
ya nadie te está escuchando,
y vuelves a lo del niño,
buscando algunos brazos.

Esto lo decía Agustín,
que pecó y fue un gran Santo.


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 19-20-21

viernes, 16 de agosto de 2013

Luz de Dios, Luz Divina

En Sueño Profético hablaban de la Luz de Dios, de la Luz Divina. Decían:

Esta Luz tienes tú que pedirla, y cuando llegue, no achicarla ni querer agrandarla. Porque esta Luz no admite la luz del hombre, que no pasa de la Tierra.

En cambio, la Luz Divina baja del Cielo a la Tierra y al Cielo vuelve a recibir Mando. Mando que Dios da cuando la Luz ha llegado al Lugar que espera este Mando.

Dijo uno:

Hay personas que Aquí aún no han llegado, que están viviendo esta Luz porque siempre a Dios están nombrando. Y donde otro ve oscuro, a él, el resplandor le ha llegado.

Esto es la confianza que pone aquél que mucho a Dios ama. Éste nada ve sin Luz. Es la grande confianza que desprende el Amor cuando tú a Dios Le cumples sus Palabras, y te dejas en reserva más que Dios te mandará.

Desperté, oí:

No hay quien pida a Dios Luz
y viva la oscuridad de la Tierra.

No hay quien diga:
“Señor, mándame tu Luz Divina”,
y no vea su Resplandor
y ya le cambie la vida.

Pero tienes que vivir
como esta Luz te ilumina.

Enseñando a decir:

“Señor, que no me falte tu Luz,
que todo lo de la Tierra
está oscuro sin tu Luz”.

Aunque el hombre esto no crea,
el hombre hace el pecado
cuando de esta Luz se aleja.

Aunque vaya por caminos
por grandes focos alumbrados,
esta Luz no entra en el espíritu
porque seguía engañando.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II

jueves, 15 de agosto de 2013

Cree en la Gloria como crees en el cementerio

En Sueño Profético decían:

Si el hombre creyera en Dios,
su vida le cambiaría.

Si el hombre creyera en Dios,
la mitad de lo que hace no lo hacía.

Si el hombre creyera en Dios,
ya creía en esta Vida.

Si el hombre creyera en esta Vida
como cree en el cementerio,
haría por comprar un sitio
con su buen comportamiento.

Que esto sería creer
que enterrabas tu cuerpo,
pero que tú seguías viviendo.

Dijo uno:

Un cuerpo sin espíritu
no tiene movimiento.

Un espíritu sin cuerpo
puede entrar en muchos sitios
y ser de mucho provecho.

Que si entra en un cuerpo
que está al Mando de Dios,
esto es espíritus
al servicio del Cielo.

Los espíritus que no están con Dios,
también cogen aposento
en viviendas que lo llaman
por no hacer Mando del Cielo.

Todo lo que hace el hombre,
que aquí no es aceptado,
es llamada que le hace
a los espíritus malos.

Desperté, oí:

No hay hombre culto ni inculto
que no crea en el cementerio.

O en otro sitio que sepa
que su cuerpo ya en nada quedara.

Que lo retiran del todo
donde él había sido dueño.

Que delante del cadáver
pondrán boca abajo todo.

Por eso, antes de morir,
muy pocos no han dejado testamento,
porque estaban seguros
que les llegaría entierro.

¿Cómo creer en la Gloria
y, sin que cueste dinero,
no procurar a su espíritu
que tenga entrada en el Cielo!

Que esta entrada se consigue
diciendo: “Señor, yo quiero
que mi espíritu contigo viva
cuando entierren mi cuerpo”.

“Dame Luz, que yo rechace
lo que me aparte del Cielo”.

Esto sería creer Aquí
como crees en el cementerio.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria Que Enseñen - Tomo III - Pág. 162-163-164

miércoles, 14 de agosto de 2013

A fuerza de no callar, tienen que aceptar

En Sueño Profético decían:

Igual que Dios premia cuando Le haces servicios con Amor, tiene en cuenta el que desprecio le dio.

Aceptar y cundir, es amarlo. Aquí Dios te hace cambio. Pues igual lleva la cuenta a la negación de su Presencia y del Mando de su Poder.

Dijo uno:

En vez de venir Aquí, tienen que ir allí. Y siendo así, puede que a algunos les moleste cuando vean que Dios sigue para que cundan que habla a un espíritu que acepta sin rebeldía y poniendo la paciencia hasta que Dios no permita el Permitir que les deja.

No callar y divulgar es triunfo y Obediencia. La fuerza de la Verdad hace que en Roma se sepa que son 26 años buscando a Jerarquías y a la Cabeza de la Iglesia. Que éstos son los que publican o desmienten. Aquí, el desmentir no pueden, porque sería no amar a Dios y no tenerlo en secreto, y entonces era mal peor.

Desperté, oí:

A fuerza de no callar
tienen que aceptar
–los que no quieren que fuera–
que Esto es grande Verdad.

Si Dios manda en el Cielo y la Tierra,
¿cómo se atreve el hombre
a guardar estas Sentencias?

¡Cuánto mejor sería
que Roma aquí viniera
en representación
de la Cabeza de la Iglesia!

Este “mejor” para ellos,
para ti siempre es mejora.

Porque tu Obediencia espera,
y a Dios siempre contentas.

El triunfo es no callar,
y que ellos hagan pensar
y a Dios Le den la respuesta.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - Pag. 22-23

martes, 13 de agosto de 2013

Cada noche, Dios la Arroba

En Sueño Profético me veía andando con decisión, con agilidad y sin peso. Tenía que pasar un camino con peligro para el cuerpo, pero no para el espíritu. Estaba cortado el camino por una hendidura de muchos metros, para seguir el camino. Eran como dos cerros cortados por el Poder de Dios, porque el hombre no podía hacer aquello. Cuando yo seguía normal, sin extrañarme mi peso, quise llorar y no me sentía lágrimas para poderlas limpiar, porque manos sí tenía, y me sentía como cuando piso Tierra, pero sin peso.

De palabras, mejor podría explicar lo que me preguntaran. Eso ya no dictan, eso lo explica el sentir del espíritu estando en este vivir que ahí dirían muerte.

Dijeron:

Es que Aquí Dios te trae, pero ahí dejas el cuerpo. Aquí no puede entrar el cuerpo. Aquí entra Vida, que es esto. Aquí se quita la ansiedad de lo que estás pidiendo, por ser Presencia de Dios. De Aquí se lleva el espíritu medicamento Divino en Palabras, que son las que dan la Luz a los espíritus que creen esta existencia. Los que no creen, ven tinieblas, y quisieran que este espíritu muriera para Dios.

Dijo uno:

Los que más les molestan tus palabras, menos creen que eres Instrumento de Dios, porque tus palabras siempre serán para bien de la Gloria. Si fueran a contra de la Gloria, no eras Instrumento por Dios mandado, eras espíritu al mando de Satanás.

Dijo Jesús a sus Discípulos:

“Si despreciáis mis Palabras, pensad que estáis haciendo el peor de los pecados, porque despreciáis al espíritu, que es adonde van mis Palabras.

El cuerpo puede pecar, y pedirme el Perdón el espíritu; pero si el espíritu desprecia mis Palabras, no se ocupa de que pida el cuerpo el Perdón; porque el espíritu es el que manda la carne.”

Desperté, oí:

Tan sólo con los favores
que reparte el Elegido,
debían de tenerlo en cuenta
todos los favorecidos.

Que echan la vista hacia atrás,
o la presencia,
en el día que ella se presenta.
Que aunque la carne se muera,
lleva ganancias el espíritu.

!No les da miedo
el pensar en el contacto
que Dios le tiene de Gloria!

¡No piensan en el calvario
que está viviendo,
y siguiendo a Dios
con alegría y contenta!

Alegría de saber que va enseñando
para el que quiere de la Gloria.

Y contenta de saber
que cada día tiene una noche.

Y cada noche, Dios la Arroba.

Como aquí no rectifiquen el camino,
es para perder la Gloria.

Si ella de Aquí lleva el Mando,
el consejo es de Gloria.

¡Porque consejo de Dios,
no puede ir a su contra!


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - Pág. 198-199-200

lunes, 12 de agosto de 2013

Vivos y muertos

En Sueño Profético hablaban de los muertos que tienen por muertos; y de los muertos que aunque ahí los ven vivos, nunca serán Vivos para Dios.

Los muertos que eran Vivos para Dios antes del hombre enterrar su cuerpo, éstos continúan Vivos; éstos no les dicen en Gloria muertos. Éstos dejaron la carne, que es el traje del espíritu. Que este traje es el que el hombre entierra, pero el espíritu no llega al cementerio.

El espíritu tiene su sitio: si a Dios quiso, vuelve de donde fue mandado este espíritu. Si a Dios no quiso y vivió la Libertad que Dios deja, su sitio es el Abismo: profundidad sin Dios, infinita distancia que hace separación de pureza.

Sitio que Dios Creador crea espíritus puros que nunca tuvieron cuerpo, este sitio es la Gloria, donde entran espíritus que cuando tuvieron cuerpo estaban viviendo la Palabra de Dios, o quisieron vivirla y Dios les dio el Perdón.

Desperté, oí:

Habla el hombre de los muertos
sin saber que hay vivos
que ya están muertos para Dios,
aunque los veas vivos.

Y los muertos que enterraron su cuerpo,
puede que estén contigo.

El cuerpo es un traje más,
que sirve para el espíritu.

Con la grande diferencia,
que el traje del cuerpo
puede durar muchos siglos,
y el traje de carne,
acaba en carroña y cieno,
y ya no lo quiere nadie.

Pídele a Dios por los vivos
que de Dios viven aparte.

Y rézale al que murió,
para Dios, sólo su carne.

Estos espíritus viven
al Mando que Dios les mande.


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Libro 17 - Investigaciones a la Verdad - Tomo II - Pág. 220-221-222

domingo, 11 de agosto de 2013

La verdad nunca es silencio

En Sueño Profético hablaban de la verdad, cuando verdad quieres decir; de la verdad que no puede resistir; de la verdad cuando verdad hay en ti; de la verdad que es verdad, que verdad verán en ti:

La verdad busca su sitio
de altura y soledad,
para que el hombre la mire
y diga: ¡Era verdad!

Hay más mentira escondida
poniéndole la verdad,
que a veces ya sabe el hombre
que es mentira “disfrazá”.

Por eso hay que vestir
con buen traje a la verdad,
para que siempre se vea
que lo que dices es verdad.

Dijo uno:

Las verdades de Enseñanza no puedes dejarlas para que queden por una “verdad-mentira”.

Hay verdades que hacen que hagas
examen de conciencia.
Hay verdades, que si oyes,
puedes caer en la cuenta,
y decir estas palabras:

Yo no podía creer
que tan grande verdad fuera.
¡Si a esta verdad hay que cuadrarse
aunque verdad no quisieras!

La verdad nunca es silencio,
cuando la verdad es buena,
cuando la verdad te sirve
para decir que eres buena.

Desperté, oí:

Si tú dices que eres buena,
es palabra sin sentido.

Pero si gritan las voces
al pasar por tu camino,
el intentar el silencio,
tú mismo te has desmentido.

Siempre que dices verdad,
es mejor que lo demuestres
en tu forma de actuar.

Y que lo diga la gente
detrás de tu caminar.

Es pecado, aunque no creas,
que te ocultes enseñar,
cuando el enseñar sea
para pecados quitar.

Los dones que Dios te manda,
no es malo el publicar,
pero los que Dios te deja
haciendo tu voluntad,
no debes tener ocultos,
por ser dones de enseñar.

Hazle guerra a la mentira,
que se vea la verdad.

Que Dios dijo: “Yo soy Dios”,
y no se quiso callar.

Aunque el hombre desmintiera,
pero Dios quedó Verdad.


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Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo II - Pág. 225-226-227

sábado, 10 de agosto de 2013

El querer te hace bueno cuando tú no quieras ser malo

En Sueño Profético decían:

Hay más que saben que estos Dictados son de Aquí y no quieren, que crean que el Comunicante miente.

Hay más que puedan saber y no quieren, que quieran y no puedan.

El querer achica la cifra. El querer te hace bueno cuando tú no quieras ser malo.

Si te falta el querer –querer de queriendo–, nunca sabrás las formas que Dios tiene de comunicarse.

Dijo uno:

Dios Hombre, lo que más le molestaba era la falta de interés, el no querer conocerlo, el no querer oír su Palabra y dar opinión a contra, el perseguirlo, el querer quitarle el Dios. Esto es postura del hombre.

Otro dijo:

Que diga el hombre que dice que a Dios ama, qué condiciones tiene que tener el que Dios elige, y qué tiene que hacer Dios para que el hombre crea en su Existencia. Que diga esta clase de hombre dónde dio verdad de la Revelación de Dios.

Hablaban del Padre: se hace Dios Hijo y Lo matan cuando vieron era Hombre y podían destrozar su Carne. Que Dios permite el destrozo para sellar a los que Lo aman y los que a Dios matan, los que se cubrían con la hipocresía o los que querían sólo querer a Dios, los que querían queriendo querer saber lo que había en su Gloria, los que querían saber cómo vivir para no perder la Gloria, los que creyeron sin ver, los que veían un Hombre y veían a Dios, los que sabían que la Eternidad era como este Dios Hombre la ofrecía con su misma Presencia.

Desperté, oí:

Todo el que quiso al Dios del Cielo, quiso querer que Dios en la Tierra le hablara de la Gloria.

No hay querer sin querer saber.

Esto lo dicen los Sabios que ahí quisieron querer y Aquí viven ya adorando.

No hay querer que se quiera, cuando Dios está mediando, y puedas vivir la vida viviendo y no preguntando.

Siendo la pregunta ya el acento a lo amado.

No querer saber de Aquí, no va decir: “yo amo”.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 163-164

viernes, 9 de agosto de 2013

Sufrir con Paz

En Sueño Profético decían:

Hay sufrir con tanta Paz, que desmiente al sufrimiento –estas frases fueron muchas veces dichas por Teresa de Ávila– Y hay contento tan contento, que se esconde el sufrimiento. Esto tiene poco estudio –seguía Teresa diciendo–, que si de Dios no te apartas, dominas el sufrimiento. Los más pegados a Dios, van cargados de sufrir. ¡Pero con qué ligereza van llevando este sufrir!

Ya es la misma Teresa la que Aquí empieza a decir:

El que sufra no apartando,
que le llame a esto sufrir.

Yo sufrí tanto en el convento,
como después de salir,
que si no le doy salida,
era sufrir de morir.

No hay sufrir mayor,
que vayas calle arriba,
que ya lleves tu dolor,
y veas en una esquina
risas y gestos de odio,
de quererte confundir,
de querer que tú ya digas:
“es mentira
que Dios me habló a mí”.

Esto, subiendo la calle,
y ya cuando tu alegría
baja por esta calle simbólica,
quieren quitar la alegría
de lo que te han dicho en Gloria.

Este sufrir es de Amor de este Dios,
que no comprende aquel que piensa:
Si Dios la lleva a su misma Gloria,
cómo Dios no obliga al hombre,
cómo dice “yo veo Gloria”,
y nadie cree y comprende.

Éste es el más sufrir
que pueden tener los hombres.
Pero yo, sin este sufrir,
mil veces pido la muerte,
si con Dios podía vivir.

Desperté, oí:

Es de tan sí y de no,
el que comprendan sufrir
cuando sufrir es de Dios.

El que tú sigas diciendo:
“yo repito lo de Dios”,
y ya se queden parados
con insulto para Dios.

No creyendo su Existencia,
y que nadie oiga su Voz.

Este sufrir es sin cambio,
porque es insulto hacia Dios.

Yo me quitaba el sufrir
acercándome más a Dios.

Aunque a veces me dijeran:
“déjate ya tu sufrir,
vive como otra Teresa
que tanto no hable de Allí,
que tienes la recompensa
en sufrir y más sufrir”.

Ya me venía alegría,
que abrazaba con mis brazos,
de sentirme Dios Allí.

Este sufrir, el que no ama,
no puede llamar sufrir.
Y el que ama, ya te sigue,
abrazando este sufrir.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 182-183-184

jueves, 8 de agosto de 2013

Premio del que Dios Aquí trae

En Sueño Profético decían:

No hay alegría mayor, ni premio que sea más grande, que aquél que reciba el premio del que Dios Aquí trae. Que el premio lo recibe cuando el Mensaje oye.

Dijo uno:

Yo creo que el hombre no piensa –esto el que oye y cree– lo que es tener delante a una persona que te diga:

“Dios me dice. Dios me dice que no calle. Me dice lo que es el espíritu, lo que es el cuerpo de carne, lo que es la Vida del espíritu donde no puede llegar nadie, lo que es la separación cuando el espíritu deja la carne. Me hace Dios que vea lo que no puede ver nadie, por adinerado que sea o por un cargo importante. Me estoy viendo con cuerpo, pero yo no puedo mandarme. Unas veces me hace el mismo Dios que yo Lo vea con Cuerpo, y otras veces oigo sin verlo. Pero su Voz no admite preguntas, porque no sabría explicarse cómo esta Voz es Con Fuerza, y luego, en ti, ya es suave. Es un cubrir que protege y te manda en el Mensaje. Que luego, en el despertar, se convierte en Mando fuerte. Tan fuerte, que Aquí notas más el Poder de Dios en el hombre”.

Desperté, oí:

Por mucho esfuerzo que hiciera el que quisiera hablar de Aquí en la Tierra, diciendo: “soy yo por Dios enseñado”, más se agrandaba la mentira.

Esta descripción de vivir sin el cuerpo, tienes que haber vivido para contarlo.

Y ya, hablar de Dios, diciendo: “yo Lo he visto, y me dice que vaya diciendo que Él me lo ha dicho, que lo diga y no calle...”

Esto acudirían muchos para hacer público “es mentira”.

Esta Caridad de Dios, con su Fuerza única y poderosa, va diciendo: “Esto es intocable, cuando del Cielo ya baja”.

Nadie se ofrece a que pregunten cuando él sabe que pueden callarle.

Esto, en la Tierra. Y en el Cielo, a Dios enfadarle.

Esta Profundidad Divina, responde Dios al preguntarle.

El Instrumento escribe lo que le dictan.

Y habla lo que le dice Dios que no calle.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pág. 119-120-121

miércoles, 7 de agosto de 2013

Libertad

En Sueño Profético hablaban de la Libertad, de ser libre en todos tus actos. Decían:

La Libertad la practica
el que a Dios no ama.

La Libertad es peligrosa
y todos no pueden usarla.

La Libertad hay que tratarla
como medida que mides
del líquido que derramas.

Que con una gota más,
si la medida esta llena,
ya rebose le verán.

El que ama a Dios,
en todo pone el Amor,
en todo lo que Dios manda,
y ya no puede usar Libertad.

¿Quién usaría Libertad para no acudir al hijo, cuando lo oiga con desesperación llorar en su primer año de vida, que ni habla ni anda, que sabes que no podría contar el mal que tú le hicistes usando la Libertad?

Pues si numeras todo lo de esa vida, verás que la Libertad la coge el que no pone el Amor de Dios por delante de todos sus actos.

Desperté, oí:

Pon Amor de Dios
en lo que es tuyo
y en lo ajeno.

En lo que es tuyo lo desprecias.

En lo ajeno, dices:
“Señor, líbrame de que use la Libertad”.

Y si estás debajo de techo,
ya en la calle miras al Cielo
y a Dios las gracias Le das diciendo:

“Señor, nadie me podía ver,
pero Tú me estabas viendo”.

“Señor, el que usa Libertad
no cumple tus Mandamientos”.

De la Libertad te sale el crimen,
el robo y el adulterio.

Y el que no ame a Dios,
más Libertad está viviendo.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - Pag. 122-123-124

martes, 6 de agosto de 2013

Dar buen pago al que espera mal cobro

En Sueño Profético decían:

Enseña más el Amor que la fuerza; te hace volver el buen trato y el mal trato te retira.

No hay represión mayor, que donde hiciste un mal te devuelvan un bien.

La moneda pagada con el mismo valor que te la dieron, es del hombre el pago.

El pagar bien, sin ocuparte del pago que a ti te dieron, esto es de Dios.

Dijo uno:

Esta es la Enseñanza que el hombre no practica, a pesar de que Dios no deja de recordarla. Pero Aquí no entra la persecución a Dios, a sus santos y a su Gloria. Este cambio de moneda es dar buen pago al que espera mal cobro, porque mal trabajo hizo en el trabajo de su comportamiento.

Desperté, oí:

Cierto que queda de estatua de piedra
el que reciba el bien
por el mal que hizo,
sin recordarle sus daños.

Pero que el mal no sea hecho
sabiendo que a Dios
va haciéndole el daño.

Ya lo dice en el Arrobo,
que ésos son otros daños.

No es lo mismo jinete
que va corriendo y pisando
sin ocuparse del trote
porque en llegar va pensando.

Que el que monta con la ira
para ir pisoteando,
haciendo carnicería
la carne que va dejando.

Aquí tienes que apartarte
porque van endemoniados.

Y Dios los dejó sin Luz
con el nombre de condenados.

Para que por donde vayan,
sean conocidos
con el nombre de diablos.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pag. 3-4

lunes, 5 de agosto de 2013

Cundir es llenar Gloria

En Sueño Profético decían:

Dios no bajó a la Tierra para un grupo de hombres. Dios bajó para el mundo entero, para que hablaran de su Gloria los que Lo amaban; para que el que había oído hablar de Él, lo comprobara con su presencia y se fuera cortando el pecado; para el pecador que estaba pecando, que lejos veía la Gloria, y cuando del Maestro le hablaran no podría seguir pecando porque el pensar ya no lo dejaría cuando oyera su Enseñanza; para que el poderoso no viviera ajeno del que limosna pedía, para que no dijera: “Dios te ampare”, dejándole el cesto vacío, para que pensara: “El mismo que a mí me consiente las sobras, puede hacer que no me llegue”; para que el que pide, nombre a Él y no pida con golpes ni con palabras de muerte. Para todo esto vino Dios –dicho ahí del hombre–. Aquí se dice bajó, por estar arriba en Gloria enseñando y dando explicación; para que cuando enseñen en materia, sepan descifrar estos Arrobos, que puede que el más listo no comprenda, no comprenda cuando cierre las puertas al que Dios manda.

Repetían mucho:

Cundir es llenar Gloria. Cundir es propagar la salvación del espíritu. Cundir es buscar terrenos, echar semilla, y habrá Recolección Eterna.

Desperté, oí:

No habla Dios a un hombre, es que habla a través de un hombre.

Esto, antes de bajar a la Tierra y después de que se subió al Cielo.

Ya, cuando Lo vieron un Hombre, caminando para enseñar su Doctrina,
no habló a través de nadie.

Era el mismo Dios en Espíritu y Carne.

Su caminar no paró, y oyendo: “¡crucificadle!”, el caminar no dejó.

El Padre vivía en Él, y tenía que publicarse.

Él no podía callar, porque el Mando era del Padre.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - Pag. 3-4

domingo, 4 de agosto de 2013

Comida guardada, y hambrientos que morían

En Sueño Profético decían:

Si Dios no tuviera Elegidos y desde que hizo el mundo nadie Lo hubiera visto en las mil formas que Él tiene, cada hombre haría un Dios a su manera.

Que piense el hombre, que con esta Comunicación diaria, “los cerca” y “los lejos”, ¡qué trabajo más grande le cuesta al Comunicante que digan: “es cierto, aquí Dios habla”!

Que éstos son los espíritus del mal que se apoderan del que no está reforzado de la Palabra de Dios, aunque lo oigas de Dios hablando. Si este hablar de Dios lo sintieran, ¿quién mejor para cundir que la Iglesia?

Dijo uno:

Si Esto quedara en silencio, la actuación no era de Aquí, donde no existe el cuerpo.

Tú coge justificantes de los seglares, y que vayan a la Iglesia con respeto, con Amor a Dios y sin callarse.

Dios Hombre, en su Vida pública, quiso que todos Lo siguieran.

Él no obligó como Dios que era. Pero si uno no le servía, Él ya lo dejaba fuera, y seguía a más buscando para que cundieran que era Dios.

El que no lo cundía, no Le servía. Era comida guardada, y hambrientos que morían.

Sus Palabras siempre son Vida, y tenerlas en silencio es condena que se firman.

Tú sigue camino adelante, que siempre habrá quien espere al caminante.

Desperté, oí:

Si hoy Dios no mandara Mensaje,
se alegraban los demonios.

Que son los que ponen el engaño
a escondidas o con descaro.

Dios sigue mandando Mando
hasta que el mundo se entere
de lo que Aquí está pasando.

Tú coge al que más te sirva
y que te oiga Palabras
que vean que son Aquí dichas.

Si estas Palabras cambiara
con faltas que cree que fueran,
ya no te sirve, por tratarte
como se trata en la Tierra.

Que sólo oigan tu Mando,
y ya no te ven persona.

Éstos Le sirven a Dios
para cundir que Esto
está dicho en la Gloria.

Que puede que este cundir
te ayude a subir la cuesta.

Que Dios Allí da respuesta
al que Le cundió el “Decir”.

Que la respuesta es vivir
sabiendo que Él te espera.

Pero ¿qué puede decir
el que dejó la materia
y no quiso saber nada
de un Dios que sabe
si Lo amas o Lo desprecias?

El que Lo ama,
se nota en el cundir,
en no cansarse,
o en la Obediencia.

En el cundir,
es avaricia lo que siente,
y más quiere repartir.

En el cansarse,
no lo quiere ni decir
para que no se lo paren.

Y en la Obediencia,
da grande tranquilidad
en la forma que lo acepta.


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Libro 17 - Investigaciones a La Verdad - Tomo II - Pág. 164-165-166-167

sábado, 3 de agosto de 2013

Dios siempre está delante del hombre

En Sueño Profético decían:

Es falta de sentido común decir que amas a Dios, pero que no quieres hablar con el que dice: “Dios habla en mí”; esto es pedir comida, tener hambre y cerrar la boca; esto es ver el difunto y no aceptarlo hasta que leas el certificado de defunción.

Cuando Dios Le habla al hombre, el que quiera saber si es verdad, no le hace falta nada más que querer saber de Dios, y ya Dios hará que éste lo vea a Él.

Dios no habla para que su Palabra sea un comentario más para el hombre, Dios habla para que tú sepas que Dios Vive y para ver si tú Lo amas, y para que el que Lo ame, disfrute de esta Gloria, Lo ame más y enseñe a que Lo amen otros.

De Dios se habla como si Dios no estuviera siempre delante.

Desperté, oí:

Dios siempre está delante del hombre.

Pero si no Lo amas, no Lo ves.

No Lo ves y Lo ofendes.

Y Él te ve, te oye y te deja que Lo ofendas.

Hay quien cree que callando no ofende a Dios.

A Dios Lo alabas con hechos y palabras.

Y con tu silencio puedes ofenderlo.

Tú puedes tener silencio de palabras y guerra de espíritu en contra de Dios.


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Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - Pág.

viernes, 2 de agosto de 2013

“Yo no sirvo ni para desatarle las sandalias”

En este Sueño Profético hablaban de Juan. Decían:

Juan tenía Poder del Maestro para hacer en su Nombre lo que al Padre le agradaba. Este Espíritu que a él le mandaba, más tarde sería Maestro; ya, Dios Hombre, Maestro y Profeta; Hombre sin intervención de materia; Maestro para enseñar a retirarte del pecado; y Profeta porque la Palabra no era suya, era del Padre, de quien también era su Espíritu y su Mando. Esto era el mismo Dios hecho Carne. Pues con todo lo que Dios le dio a Juan, Juan decía esta hermosa frase: “Yo no sirvo ni para desatarle las sandalias”. Esto debía de servir de ejemplo para tantos cuantos lo hubieran leído. Cuando coge de Portavoz y Lugar para hablar al hombre, este Lugar tiene que ser reverenciado.

Desperté, oí:

El que no te reverencie, Yo Me aparto.

El Lugar que Yo habito, no ofende al hombre. Este Lugar es vigilado por Dios Padre, sabiendo las ofensas que le hace el hombre.

Escrito está: “El que va en contra del Hijo, va en contra del Padre”.

“Y el que insulta al Profeta, más le hubiera valido no haber nacido”.



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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - Pág. 130-131

jueves, 1 de agosto de 2013

Donde dos aman, no hay contra

En Sueño Profético hablaban dos hombres del Amor a Dios. Se daban razones humanas, no mal dadas para el que no hubiera amado mucho. Esto era refiriendo un caso que en su vida con materia presenciaron estos dos hombres a otros que discutían cómo había que vivir para decir “yo amo a Dios”. Éstos querían que el Amor a Dios fuera pesado, que si tú tenías unos gramos de Amor a Dios, ya podías decir: “yo amo a Dios”.

Dicen éstos, que fue llegar Teresa, y quedar silencio a las palabras que se oían con la firmeza de esta Teresa. De esta Teresa, que era ansiedad lo que tenía para que todos amaran.

Ya es esto de Teresa:

Estáis discutiendo el Amor a Dios, y para acabar la discusión, tenéis que amar. Donde dos aman, no hay contra. Donde dos aman, hay más Amor porque el grande Amor se junta y ve la misma visión. Si el Amor fuera pesado, ¿dónde encontraría yo un peso que me pesara el Amor que tengo yo? Si este peso que yo tengo es el que me da la fuerza para enfrentarme yo al hombre mientras viva con materia, que luego amará mi espíritu sin oír tantas ofensas. Sin oír, porque si oyes, ya te encuentras libre y suelta, tan sólo al Mando de Dios, sin vivir nada de Tierra, porque en la Gloria de Dios, el discutir no se encuentra.

Desperté, oí:

Yo discutía con el hombre
que ya discusión tenía.

Éstos hablaban de Dios,
diciendo que Lo querían,
sin obediencia a su Voz.

Si hubieran puesto en un peso
el Amor que a Dios tenían,
queda el peso como estaba,
porque Amor aquí no había.

El Amor no tiene peso
cuando más quieres amar.
El Amor no se discute
cuando Amor te oyen ya.

Yo discutía el Amor
para que el que tuviera Amor,
enseñara más a amar.

El Amor que yo sentía,
yo tenía que publicar
para que todos amaran
y no callaran el amar.

Si tú sientes este Amor,
das palabras al sentir,
pero palabras de Amor.

¡Ay Amor que en el sufrir,
va la alegría de Dios!

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - Pág. 150-151