martes, 30 de junio de 2015

Repetir el Amor

En Sueño Profético hablaban de Teresa de Ávila. Decían:

Era su Amor tan grande, que el oírla hablar de Dios hacía que tú también amaras. Su Amor a Dios rebasaba las contras que le vinieran, contras que el hombre ponía por no querer que eso fuera.

Ya salió hablando Teresa:

Eso tenía que ser aunque el hombre no quisiera. ¿Qué poder tiene ahí el hombre para que deje en vía muerta los Mensajes que Dios dicta para que el hombre ahí aprenda? Aprenda tan sólo a amar, que esto es lo que te lleva a que conozcas la Gloria cuando aún tienes materia.

Un día, yo dije a una que al acecho siempre estaba cuando me veía en la calle con mi vida ya trazada. Esto fue lo que ella dijo:
      
   ―Teresa, yo que te veo un poco ya preocupada… ¿Ya no tienes los éxtasis que en aquel tiempo contabas?

Esto no lo dijo ella, esto fueron unas palabras que salieron del mal espíritu que ella en su cuerpo guardaba. Gente había delante, y soltaron carcajadas. Pues aquí va mi respuesta:

   ―Yo te podría contestar, pero mis contestaciones son para el que sabe amar, amar a este Dios del Cielo, que Lo clavan en la Cruz, cada día amaneciendo.

Desperté, oí:


¡Daba pena contestar
palabras nombrando a Dios,
a personas que tomaban
a risa lo de este Dios!

Yo tenía para contestar
a montones las palabras,
porque le decía a mi Dios
que Palabras me mandara.

Pero yo, algunas veces,
las Palabras me guardaba.

Daba pena que dijeran
palabras que me ensuciaran
las que mi Dios me decía
para que yo administrara.

Se veía que no amaba,
en la pregunta que hizo:
¿que si Dios ya no me hablaba?

¡Si Dios habla al que Lo ama,
y yo amaba con locura…!
¡Si antes de que me hablara,
yo pedía mi sepultura,
por si algún día le faltaba
a este Amor con locura,
locura que me mataba!

Si otra vez pudiera estar
con materia ahí en la Tierra,
vuelvo a repetir este Amor,
que ahí acaba y Aquí empieza.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

lunes, 29 de junio de 2015

La Paz de Dios Hombre

En Sueño Profético hablaban de la Paz de Dios Hombre y de Dios Palabra de Vida Eterna. Decían:

La Paz de espíritu sale al cuerpo en tus palabras y en tus hechos.

Paz de espíritu no puede tenerla el que no está entregado al Mando de Dios y no vive contento los Mandamientos de Dios.

La Paz de espíritu transmite a los cuerpos, aunque muchas veces transmite alboroto en las mismas familias.

Dios da la Enseñanza para que la conozcas y la vivas. Puedes estar sentado en silencio y allí la Paz no viva. Y puedes tener grande actividad porque la Paz a la actividad te obliga.

Dijo uno:

Las cosas espirituales, sin palabras hablan y sin letras escriben. Y tú, si eres de Dios, ya entiendes lo que allí dicen.

Pero esta sencillez el hombre pone difícil. Y ni la entiende, ni la aprende, ni la vive.

¡Con lo sencillo que es que el espíritu le mande al cuerpo; lo domine siempre en lo bien hecho, en lo que agrada a Dios, en lo que pisa el pecado que tanto persigue al hombre para hacer a hombres malos en la manera que puedan los espíritus del diablo!

Desperté, oí:

El que lea estos Escritos,
Aquí en la Gloria dictados,
puede coger la Enseñanza
en lo que esté equivocado.

Te habla de todos los temas,
para amar, si no estás amando.

Te enseña a conocer
espíritus buenos
y espíritus malos.  

Te habla de las familias,
para que estés preparado,
porque si un espíritu está débil,
puede entrarse en él un espíritu condenado.
 
Estas Enseñanzas son
para que el hombre aprenda
que primero está el espíritu.

Y que el cuerpo hace  
lo que el espíritu quiera.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C2

sábado, 27 de junio de 2015

El Amor y la oración desbaratan el pecado

Me quedé dormida muy tarde, y siempre que esto me ocurre, me preocupa, por sino tuviera tiempo de soñar. Quedé dormida y En Sueño Profético decían:

El arrobo del espíritu es en manera de relámpago, el arrobo y el llenar luego el Dictado. Y al hacer uso de esta Sabiduría, ya Dios da más tiempo, por intervenir materia. El arrobo es dar Luz Divina. Hay arrobos más duraderos, para que el Comunicante recoja, la Visión y la explicación, bien. En el momento del Dictado, ya va el espíritu comunicando a la misma materia, y esta materia es la que enseña con la Divinidad que Dios le dio al espíritu.

Dijo uno:

Venía yo de terrenos de Judea. Pues estaba ya más de un año fuera, y cuando llegué a mi casa, mi mujer e hijos ya en un camino me esperaban. Pues yo de mi llegada no había anunciado nada, por vivir en otra casa con pecado. Pues el pecado me tenía desconectado de mi familia. Cuando me vieron los vecinos inmediatos, gritaron: “¡Tus hijos y tu mujer han salido a tu encuentro! Dice tu mujer, que cuando cambiaba a su hijo el pañal esta madrugada, notó que le quitaban el niño y le decían: “esto no es sueño, esto es arrobo”. Vas a ver lo que en el año ha ocurrido, y vas a ver lo que mañana verán todos. Coge a tus tres hijos y ve en busca de lo que el pecado se había hecho dueño de ello. Tu oración y trabajo te traen tus réditos”.

Desperté, oí:

Cuando del Sueño despertó, aún estaba el niño despierto y sin llorar.

El Sueño lo dio por hecho, a los hijos despertó y al camino se encajó.

Dios quiso que el camino que a ella le dijera, no fuera el mismo por el que él viniera.

Dios quería que fuera a su casa sabiendo que Dios le hablaba.

Ya los vecinos sabían que su marido venía.

Cuando estaban preguntando, dijo una: “¡Ya vienen allí los cuatro!”.

Se abrazaron en forma de rueda, que allí lloraba cualquiera.

“Vengo dispuesto a oír lo que no oí cuando me fui”.

Él no sabía que la madre los tenía preparados como si no hubiera faltado.

El Amor y la oración desbaratan el pecado.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C1

viernes, 26 de junio de 2015

La siembra del pecado

En Sueño Profético decían:

El Poder de Dios es viento,
que por muchos palos
que le pegue el hombre,
él sigue arrollando
todo lo que salga a su encuentro,
y ya quedará cansado
el que se enfrente al viento.

Hablaban de los Elegidos que el hombre les decía santos. Que el oír lo que les hicieron, te hacía sufrir, si este oír era con cuerpo.

Contaban, que dándoles los martirios, nombraban a Dios del Cielo –se oía dar latigazos–. Esto sí se puede decir que eran otros tiempos. Porque esto es del hombre, vanidoso y soberbio, sin querer que nadie se iguale a él, y mucho menos le adelante en sabiduría.

En esto si han cambiado los tiempos: en dar los martirios para que el “Sí” de Dios no se vea. Que todo viene del diablo, de su misma sementera, de donde viene lo malo para que a Dios no se quiera, tirando de ti el pecado.

Dijo uno:

Pues todo queda pisado,
como manada que entra
estando el trigo sembrado;
que si el tallo no nació,
el grano queda enterrado.

Y si el tallo nació,
lo verán pisoteado,
y será confirmación
de la fuerza que pasó
por encima del sembrado.

Esto es Palabra de Dios,
y el mundo querer callarlo 
de las mil formas y maneras
que el mundo el martirio ha dado.

Desperté, oí:


¡Cómo se vale el demonio,
primero de los que él
tiene a su servicio diabólico!

¡Que éstos hacen más daño
en los tibios y en los tontos!

En los que no cogen fuerza
de la Palabra de Dios
para resistir con fuerza
lo que no viene de Dios,
lo que viene del pecado.

Que en esto se ve regocijo
cuando el sufrir lo están dando.

Los martirios los daba el hombre
con la horca o latigazos,
para quedar en los libros:
“Éste si es hombre santo”.

Todo es soberbia y maldad
de la siembra del pecado.

Aquí ya está la siembra en espiga,
y sólo falta segarlo.

Que aseguró la cosecha
el Dueño del mundo
y el Dueño de todos los mandos.

Lo que sí pasa al sufrir
es que te crees abandonado.

Pero luego no es así.

Dios Hombre llama a Dios Padre
en su grande Sufrimiento.

Y un momento, en su Sufrir,
el hombre Le oye el lamento:

“Padre,
¿por qué Me has abandonado?”.
  

Esto lo dijo el Sufrir
de su corona y sus pinchos,
y de lo que oía decir.

Luego, los que más dijeron,
más pronto Perdón pidieron.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C8

jueves, 25 de junio de 2015

El pozo

En Sueño Profético decían:

Buscaron más a los que tuvieron amistad con el Maestro, para que de Él les hablaran, que al Maestro para oírlo.

Se vio a una mujer con cara triste, pero de pena, no de enfermedad. Y ya dijo uno:

Esta mujer no buscó al Maestro, y tuvo el camino llano, sin obstáculo ninguno. Y cuando faltó, no vivía y buscaba a alguien que le oyera decir el nombre de Maestro. Tenía tres hijos, y compró un terreno tan sólo porque sabía que allí pisó muchas veces el Maestro. Mandó ahondar, haciendo un pozo, hasta que el agua brotó, porque estaba segura de que aquella agua quitaría pecados, sanaría la carne, y ya buscarían el agua, y por fuerza hablarían del Maestro. Ella, en su interior, Perdón pedía por su anterior desprecio. Quería pagar a Dios Padre lo que con su Hijo había hecho. Quería poner una tienda de Palabras del Maestro. Quería vender el agua, dándola y recogiendo el precio con esto que Aquí se habla: “No hay duda de que era Dios, aunque Él admitió la Palabra de Maestro. Todo el que beba esta agua, el pago sea decir: “Maestro”. Pero que a mí no me mire, que pague mirando al Cielo”.

Desperté, oí:

A esta mujer, su sufrir le cambiaba el camino para al Maestro no seguir.

Puso un letrero en su casa, y hasta los Discípulos fueron, porque ella deseaba que fueran ellos los primeros que bebieran el agua.

Lo mismo se arrodilló delante de Santiago, que de Felipe, de Juan o de Pedro.

Lloraba y los miraba pidiéndoles el Perdón, que lo mandaran al Maestro.

Dice que sintió andar una noche en el terreno, antes del agua brotar.

Cuando el pozo estaba hecho, no se acostaron una noche, ni la madre ni los hijos, sin ir al pozo, mirar al Cielo y decir Maestro.

Esta agua, el que la beba, lleva tu Nombre por dentro.

Hizo otro, y dejó éste para que su agua sirviera para quitar los pecados y para la carne enferma.

Pero al pozo no llegabas si entrabas sin reverencia.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C4

miércoles, 24 de junio de 2015

Todo lo tienes de sobra, si tan sólo amas a Dios

En Sueño Profético yo decía:

Señor, ¿por qué no ven más esta Gloria? Yo quisiera decir cómo es, pero no me salen palabras.

Dijeron:

Esta Gloria no se puede contar. Esta Gloria es vivirla. Se puede contar la Visión, pero el sentir, no. El sentir es Amor, Amor ahí sentido con materia, y Aquí, Amor en Gloria; Amor sin materia y sí con Dios.

Dios Gloria:
espíritu que Dios arroba,
quitándole la Libertad.
Libertad que Dios quita
porque antes tú se la das.

Gloria:
sitio sin pecado
por no haber Libertad,
que todo el que Aquí viene
ya fue por él “rechazá”.

Todo el que Aquí entra,
ya es la misma Voluntad.

Para que ahí comprendan,
primero tienen que amar,
pero un Amor tan limpio
que rechacen Libertad.

Rechazar la Libertad
es vivir sin el pecado.

Dijo otro:

Todo el que quiera, tendrá esta Gloria. Todo el que siga las Palabras de Dios y las viva contento, tiene esta Gloria segura, y está en espera de arrobo si Dios lo manda.

Dios manda que suelte el espíritu la materia. Esto es muerte conocida por el hombre. Pero en el arrobo, el hombre no ve muerte, porque Dios la impide para que no haya entierro.

Arrobo es muerte de la carne, que Dios con su Poder hace que la materia se cuadre al servicio de Dios; sitio que Dios siempre tiene para poder llevar Palabras Divinas a las palabras del hombre.

Desperté, oí:

Por más que hablen de esta Gloria
y la quieran explicar,
si no han vivido en ella,
pueden no decir verdad.

Siempre que hablen de la Gloria,
se debería preguntar
a personas que vivieron
vida, muerte y Eternidad.

Para que quedara escrito
Palabras de Dios “na” más.

El arrobo es Evangelio
que sirve para enseñar
cómo se vive en la Gloria
cuando tengas Eternidad.

Para quitar el pecado
y que ahí vivas con Paz.

Para que el hombre vea
que eso es temporal.

Para que piense y busque,
al Lugar, “pa” preguntar.
 
Para que piense en la muerte,
que nunca él lo sabrá
el día que se presente.

Para que no culpe a Dios
de que exista el Infierno
y haya condenación.

Todo lo tienes de sobra,
si tan sólo amas a Dios.


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Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - C3

martes, 23 de junio de 2015

Dios nunca tendrá para el hombre diferencia

En Sueño Profético decían:

Aún no han hecho sonido las campanas de la Gloria con esta Comunicación, aún están en silencio. Que no tuvieron silencio para el que a Dios amó. Éste si oyó sonido.

Dijo uno:

Pues ya les llegará repique sin descanso de que se oiga sonido. ¿Cuántos quisieran estar sordos para no oír sonido? Pero este sonido se pasa del oír de los oídos. Hombres que saben que, por fuerza, se tienen que morir cuando menos lo esperan. Hombres que saben que el tiempo de Dios no tiene siglos, porque Aquí el tiempo no cuenta. Hombres que barro es su cuerpo, que se pudre la materia y tienes que escarbar hondo para que el cuerpo no huela.

¿Cómo pueden creer que Dios, en estos Escritos que manda, deje las campanas quietas?

Desperté, oí:

Tienen que oír su repique sin diferencia de lengua.

Porque su venida fue para el hombre de la Tierra, aunque naciera en Belén.

Los nombres son para que el hombre entienda.

Pero Dios da su Palabra para todo el que la quiera.

Puede tener color claro, oscuro o color candela, pero Dios nunca tendrá para el hombre diferencia.

Por eso estos Mensajes se oirán en todas las lenguas.

Sin obligar a que amen, pero sí a que los oigan.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

lunes, 22 de junio de 2015

Poquitos hay vivos para los que ya murieron

En Sueño Profético vi mucha gente, tanta, que plazas llenaban. Se veían con movimiento pero desde la altura, que miras y ves sólo las cabezas. Era un número imposible de contar.

Ya empezó el Mando en la palabra del espíritu que comunicaba:

Eso es el Mundo de materia. Eso ha sido un rincón, chico, de ese Mundo. Ese Mundo es tan grande que no cabe duda que el hombre piense: “¡Qué grande es el Mundo! ¡Cuántos millones de hombres existen! ¡Cuántos somos en la Tierra!” Esto lo piensa el hombre con números o con la cabeza. Pues pensando todos los que hay en la Tierra no tiene comparación con los que hay sin cuerpo, que están escritos en los libros, que ya sabes que son muertos. De éstos hay plazas y mundos enteros donde no habría tierra, para que pudieras hacer suelo, para que éstos anduvieran si vivieran con el cuerpo.

Dijo otro que sigue el Mando:

     - Yo creo que el hombre aquí no para su pensamiento. Debería pararse en grande gentío y pensar: “Todos éstos tienen que ir a otro Mundo, y ya sobran los secretos que la carne me ha tenido. Cuando a mí me vean muerto, y yo vea que sigo vivo, entonces será el sufrir si no me veo en el Cielo”.

Desperté, oí:

Sólo esta meditación de los vivos y de los muertos haría frenar al hombre.

Pensar: ¡Cuántos hay vivos para los que ya hay muertos!

Si los vivos son un puñado de hombres, no en una mano grande, sino en una chica. Son un puñado de hormigas en un mínimo hormiguero.

Haz esta meditación y cuéntate ya en el Cielo.

¡Qué poquitos hay vivos para los que ya murieron!

Y estos poquitos también tienen que enterrar su cuerpo.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

domingo, 21 de junio de 2015

Tú pones el sí o el no

En Sueño Profético decían:

Cada uno sabe, si quiere, lo retirado que está de Dios.

Dijo uno:

Aquí digo unas frases, y tú pones el sí o el no, y al final cuenta lo síes o los noes para Dios:

Cerca de Dios:

   –El que su Presencia vive.

   –El que busca con ansiedad las Palabras que Dios manda Aquí en su Gloria.

   –El que adora la actuación del Elegido.

   –El que su Amor lo obliga a la Obediencia.

   –El que la ira no le llega porque sabe que es Dios el que retira.

   –El que pisa la pereza cuando el tiempo es para Dios.

   –El que sufre cuando dan mal trato al inocente.

   –El que va a la cama del enfermo y se ofrece dando consuelo en palabras y a Dios orándole y pidiéndole, primero por su espíritu, para que siempre esté a Dios queriendo, y que a su carne la deje sin sentir el sufrimiento del dolor, que a veces hace más daño al que está más lejos de Dios, hace más daño porque a su espíritu lo llena de ira Satanás con sus palabras diabólicas, con el porqué del que sólo cree en esa vida.

Desperté, oí:


Cierto que lees este Escrito y ya sabes a la distancia que de Dios te encuentras.

Aquel que ponga los síes,
y le ganen a los noes,
puede tranquilo vivir.

El que ponga muchos noes,
muy bien no podrá vivir.

El que viva su Presencia,
puede ahorrarse el escribir.

Pero tiene que aprender
para poder corregir
al que a veces se confunde
con el no o con el sí.

Para que el no, no lo pongas,
busca al que traen Aquí,
que ya lleva la medida
con el no o con el sí.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - C5

viernes, 19 de junio de 2015

Dichosos los que creyeron sin ver

En Sueño Profético decían:

De las versiones que el hombre hace del que Dios quiere que viva la vida ahí y Aquí, como de las del que vive Aquí y Dios quiere que vaya ahí, el hombre lo dice todo en contra de éste, que no supo que Dios lo cogía para que el mundo continuara sin dudas de la Existencia de Dios.

Si pensara el hombre
la actuación de este Lugar,
las dos rodillas inclinaría,
sin pensar en levantarse
hasta que Dios le dijera:

¡Sí, esto es un Lugar, que el Lugar sería cualquiera que Yo eligiera, porque amó sin alegrías y con penas, y obedece a mi Voz como el trueno a la tormenta, y me sigue con Amor, como el pastor y la cordera!

Esto es lo que Dios diría
si algún día tú Lo vieras,
y puede que no dejara
que le pidieras las cuentas.

A todo el Lugar que Dios coge,
le van rebosando penas
que nadie las puede ver,
por lo hondas que las lleva.

Esto es bien fácil verlo,
y esto nadie lo ve.
Lo ve una cifra chica,
que Dios los premia a su vez,
los premia cuando éste cuenta
el arrobo cómo es.
Los premia cuando dicen:
“para mí solo esto no es”.

Los premia con el gran premio
que escrito nos dejó Él:
“dichosos los que creyeron sin ver”.

Éstos creían en el Cielo,
y que Allí había un Poder.
Y esto le pasa al que ama
sin dudas poder poner.

Deberían, todo lo Escrito,
tenerlo ya publicado,
y más de uno diría:
¡Dios mío!, ¿por qué he pecado?

Desperté, oí:

Hay quien cree que es pecado,
tan sólo lo que ve el hombre.

Hay quien cree que es pecado,
no hacer lo que dice el hombre.

Yo siempre vi más pecado,
el disgustar a mi Dios.    

Yo siempre vi más pecado,
el no pedirle Perdón
cuando alguien tenía duda
y lo estaba viendo yo,
que quería que dijera:
¿quién dice que vive Dios?

El hombre cree que no peca
cuando uno que Dios arrobó
le dice: “he estado en la Gloria,
y escrito lo tengo yo,
para que queden sin duda
las Palabras de mi Dios”.

¡Ay Palabras tan suaves,
Palabras de tanto Amor!

¡Ay Palabras que no entiende
el que no sabe de Amor!

Este Dios al que Le habla
es porque entiende el Lenguaje.

Este Dios al que no ama,
no puede jamás hablarle.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

jueves, 18 de junio de 2015

Lo de Dios es más difícil entender, si pones comparación

En Sueño Profético decían:

El que busque al Elegido, por Amor a Dios, y su contacto no merme, él también es elegido.

La presencia del Elegido te da renta. Que si tú amas, ves la ganancia.

No hay paga mayor, que oír, del que Dios trae Aquí, estas Palabras.

Si el hombre pusiera a la vista los beneficios recibidos del que Dios Aquí enseña, algunos pedirían Perdón por temor a que volviera aquello que ya pasó.

Dijo uno:

La presencia del Elegido,
compárala con el Sol,
que si mucho Sol tú tomas,
huella el Sol te dejó.

No hay quien tenga contacto
sin notar transformación.

Los Discípulos fueron
muchas veces conocidos
antes de decir quiénes eran.

Llevaban esa señal
que no era de la Tierra.

Esta señal no se adquiere
con títulos ni monedas,
se adquiere cuando tú digas:

“Señor, mándame lo que Tú quieras,
que si el Mando de Ti viene,
es regalo que me entregas.
Yo me vería desgraciado
si Tú Mando no me dieras”.     

Desperté, oí:

No puede entender a Dios
el que el Amor tenga chico
y el entender lo ponga mayor.

No puede entender a Dios
aquél que Le pida cuentas
de lo que pasa o pasó.

Lo de Dios es más difícil entender
cuando tú pones la comparación.

Entonces nada ves claro,
y los trazos que tú haces,
fírmalos como fracaso.

Es sencillo y es difícil entender
al que Dios le está mandando.
 
Pero el que recibe el “Ve”,
grande sufrir va llevando.

Pues siendo Premio de Dios,
tiene que ir midiendo y pesando.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II C3

miércoles, 17 de junio de 2015

Grave enfermedad no es la del cuerpo

En Sueño Profético vi una cama, y un hombre muy arropado la ocupaba, y salían y entraban muchos hombres.

Ya dijo uno:

“Este hombre tiene su carne enferma, y el hombre quiere curarla aunque cura no tenga”.

Apareció otro hombre, éste andando y con buena vestimenta. Y dijo el mismo:

“Este gran caballero es de la misma esfera que el que se encuentra enfermo sin remedio y el hombre quiere curar su cuerpo. Pues este hombre está con enfermedad de espíritu, pero más grave que el que tantos lo consuelan, y nadie se ocupa de él aunque digan que lo quieren. Él mismo no quiere curarse, y Dios, si él quiere, cura le lleva. En cambio, al de la carne enferma, Dios ya le mandó su llamada, y por más y más que vengan hombres cobrando visita, que será una gran renta, no le quitarán el mal, porque ya esa carne es muerta”.

Desperté, oí:

Es abandono del hombre
el dejar espíritu enfermo.

Es ocuparse tan sólo
de lo que no llega a Eterno.

Dos parábolas te han puesto
de la enfermedad del espíritu
y la enfermedad del cuerpo.

Lo del cuerpo, sin remedio,
y el mismo hombre sabiéndolo,
busca a hombres que le digan:
“puede que tenga remedio”.

El que su espíritu tiene
empiezo de enfermedad,
nadie intenta buscar
un remedio para curar.

¡Con lo fácil que sería
acabar con este mal!

Una vez que Dios daría
el sí, sin nada cobrar.

Cuando tengas mal cuerpo
y espíritu sin pecar,
no digas estoy enfermo.

Porque grave enfermedad
no es la enfermedad del cuerpo.


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Libro 14 - Dios Manda en su Gloria que Enseñen - Tomo II - C1

martes, 16 de junio de 2015

No hay comparación

En Sueño Profético decían:

Dios no tiene comparaciones en lo que hizo, está haciendo o hará. A Dios no puedes decirle: “Allí hizo esto, aquí esto hará, allí por qué lo hizo y aquí no lo ha hecho ya”. A Dios no puedes mandarle, ni saber lo que Él hará.

La Virgen, siendo la Madre, no sabía su caminar: lo que ocurrió en el Templo, en las bodas de Caná, la resurrección de Lázaro, y Judas su falsedad. Esto no supo la Virgen, no por secreto guardar, fue por ser Omnipotente en crear, en Poder y en amar. Su Perdón cubre la Tierra; y su espera, al perdonar. Si esto no fuera Dios, habría Cielo nada más.

El hombre nunca podrá lo de Dios comparar. Dios no tiene medida para premiar ni para apartar.

Dijo uno:

Siendo el mismo Dios, elige con diferencia de Mando o de acción. El Mando es la inteligencia, es escala mayor. El Mando a la carne, puede no tener Mando de inteligencia: nube que pasa y agua no echa. Pero sí tapa el sol y sombra deja.

Rudo, con Mando de Dios a la inteligencia, puede mover al mundo, explicando lo que a él le enseñan, al espíritu sin cuerpo, y luego, con facilidad lo aprende el cuerpo, para poder explicar a teólogos y a hombres que entregarían su talento a lo que dictan en Gloria, que nadie puede saberlo, sea de la rama que sea.

¡Hombres investigadores, que pasan horas del día discutiendo las estrellas y visitando la Luna; buscando en alta mar, para sacar unas piedras que luego valor les dan; y en el fondo de la mina discuten el mineral; y lo de Dios no investigan!

Desperté, oí:

Se ha dicho investigar,
por decir una palabra;
que el nombre es no aceptar
al que diga: “Dios me habla”.

Aquí la investigación pone amén,
que esto es “sí” sin “sí”,
porque el amén es el que manda.

De este Mensaje
sacarían grandes temas:
teólogos, literatos y escritores,
que amaran y párvulos se sintieran.

¡Gran Mando manda Dios,
y no necesita letras!

El cuaderno es el Amor.

Y obediencia hace letras.

El amén se le oye en el eco,
al que párvulo se sienta.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C2

lunes, 15 de junio de 2015

Aprende a amar como el niño

En Sueño Profético decían:

Si estos Escritos no fueran verdad, no pondrían al hombre inquieto: al que no quisiera que de Dios se hablara como Vivo y Poderoso. Si esto no fuera verdad, no habrían perseguido al Comunicante, porque al no ser verdad, la persecución habría podido. Pero aquí han quedado los demonios unidos, y el Poder de Dios los deja dormidos, y ya, puertas solas se abren al que Dios ha elegido.

¡Este caso, hoy único por su diario arrobo! Y Dios manda que sea escrito para que no se pierda lo que en arrobo le han dicho. ¡Que el Instrumento no escribe todo lo que ha visto y oído…! Porque la materia es exigente: o abrevia o demora, o se cansa por la fuerza del no, que esta despierto hasta que Dios lo duerme.

Dijo uno:

Son las cosas del espíritu,
tan sencillo el comprenderlas,
que por sencillas que son,
pocos quieren aprenderlas.

Es hombre es analfabeto
en el mundo sin materia,
y se hace roca dura,
y Enseñanza no le llega.

Dios Hombre tuvo que decirles a los hombres:

“Haceos niños, y entraréis en mi Reino. Olvidad vuestra sabiduría cuando Yo os esté hablando. No pensad que Yo hago mal, pensad que no Me comprendéis. Si hacéis este pensar, podréis ir enseñando”. 

Desperté, oí:


¡Cuántas veces Dios repite,
que para entender sus Palabras
no hace falta
la sabiduría del hombre!

Porque si hiciera falta,
Dios no les hablaría a los hombres.

¡Cómo pensar que Dios hable
para que aprendan los cultos;
y a los que viven cumpliendo sus Leyes,
Dios los desprecie por rudos!

Dios, lo único que pide,
es que le entregues tu espíritu.

Diciéndole: “Señor,
que yo sea vasallo tuyo,
que me entregue como madre
a niño recién nacido”.

“Señor, yo quiero
comprender lo que Tú escribes,
aunque me falte enseñanza
de la que el hombre exige”.

“Señor, si el amarte,
más comprende,
yo te prometo Señor
que comprendo sin que hables”.

“Porque la madre comprende
sin que el niño le hable”.

¡Es el Amor el que dice
que el niño ya tiene hambre!

¡O que necesita brazos
que él se sienta apretarle!

Las cosas de Dios se entienden
sin que nadie haya mediado.

Es algo que va por dentro,
como el niño
cuando le acunan los brazos.

Que sin hablar, sin andar
y sin que tenga ni un año,
ya comprende al mayor,
y con la madre mantiene
hasta diálogo.

Aprende a amar como el niño
y olvida al catedrático.


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Libro 15 - Hechos de Jesús perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C4

domingo, 14 de junio de 2015

El hombre no verá unos Escritos igual

En Sueño Profético hablaban de estos Dictados. Decían:

El que ame y los lea, no los comparará con ningunos Escritos de otros Elegidos. Es la misma Palabra, pero con muchísima más abundancia de temas, de comparaciones y de Iluminaciones, para enfrentarse con el que desmiente. El que ama a Dios, pronto ve que es una Enseñanza para este tiempo, donde el hombre vive tan fuera del camino verdadero, tan fuera del trazado que Dios hizo cuando creó ese mundo que el hombre tan deformado tiene. El que ame verá, al leer estos Mensajes, que Dios es el mismo Dios del Amor para el hombre, y que el hombre continúa pecando y queriendo más pecar; que el hombre continúa no siguiendo a Dios y sí persiguiendo su Palabra, queriendo destruir su Gloria y no inclinarse ante su Poder. El que no ame y los lea, verá Grandeza de Dios, aunque no ame; verá abundancia de Sabiduría, aunque no ame; y tendrá que reconocer que Esto es de Dios, aunque él así no lo quiera.

Dios no cuenta con el hombre, por grande hombre que fuera. Dios elige y ya nadie sabe la actuación de Dios con este Elegido, nada más que el mismo Dios Padre y Dios Hijo. Si el hombre compara las actuaciones de Dios en todos los Elegidos, desde que Dios hizo al hombre, no verá ninguna igual –si el hombre tiene escrito cómo le ocurrió al Elegido.

Desperté, oí:

Aquí, en este Elegido,
todo lo publicado
lleva el sí o el no de ella.

Ella da autorización
de lo que a ella le enseñan.

A lo que le queda vedado,
pronto le pone parada.

No se puede comparar
nada de lo que Dios haga.

Y sí puedes comparar
el Amor del Elegido,
si vive por superar.

Si otro Elegido hizo,
yo quisiera hacer más.

Si otro llevó a la Gloria
a quien antes hizo pecados,
yo tengo que conseguir
que normal vean los Santos.

Éste es el gran estudio
que estudiarán los cristianos.


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Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - C1

sábado, 13 de junio de 2015

Cuidar el espíritu

En Sueño Profético decían:

Todo lo que sea para Dios el hombre pondrá resistencia y lo negará. Todo lo que Dios pida el hombre verá un imposible porque no vive su Amor, porque desconfía de su Pago, porque su materia la cree eterna.

Dijo uno:

El hombre le niega a Dios porque no Lo cree vivo, ni Dueño de todo lo que ve el hombre o lee que existe o le cuentan el que lo vio o lo leyó. El hombre le niega a Dios lo que Dios le tiene prestado porque Dios es Dios y quiere, con su ejemplo, enseñar al hombre a que no cambie el mal por el mal, la violencia por la violencia y el pecado pagarlo con otro pecado.

Si el hijo le pega al padre no es de Dios querer, el padre, matarlo. Entonces es pecado mayor. Dios sufre cuando no cumplen sus Palabras, pero da sufrir mayor que al que mal le hacen pague con peor mal.

Desperté, oí:

Qué cierto que el hombre niega a Dios lo que Dios siempre le pide al hombre.

Y si no lo niega lo da queriendo que Dios se humille, porque lo hace para que Dios le dé gracias por cumplir su mandar.

Que Dios lo que siempre pide es Amor a Él, caridad en el Prójimo, desprecio al pecado y vigilar el sitio por el que pudiera entrar el pecado.

Todo lo que Dios pide es para cuidar el espíritu.

El hombre le niega a Dios porque le falta creencia del responder que dé Dios.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

viernes, 12 de junio de 2015

La escalera de la vida

En Sueño Profético vi una escalera con los escalones muy altos. Otra había a su lado, ésta ya con los escalones bajos y fáciles de subir. Ya dijo uno:

Estas escaleras son la misma escalera. Quien sube la de los escalones altos le costará trabajo pero se encontrará con la de los escalones bajos, que es la misma. Que al subir, la que trabajo cuesta, ya Dios te achica los escalones y te presenta ésta que ya tú fácilmente bajas y subes.

Es la vida esta escalera (y se vio otra vez la de los escalones altos) que bajarla quieren muchos pero subirla pocos empiezan y muchos menos la terminan. Los que la suben se paran, lloran cansados y siguen pisando con el pie hacia arriba, sin volverse para abajo. Éstos ya son Elegidos para llevar de esta Gloria las Visiones que Aquí les hagan como ésta:

Se vieron hombres con alas que parecían guerreros y miles que eran sólo cabeza y alas, y dijeron: Las alas eran el cuerpo de mucha gente, que no eran como los Ángeles ni los Arcángeles, pero te daban consuelo. Eran los que la escalera alta subieron, que al subirla se cansaron y llanto cayó al suelo pero nunca les llegó pensar de volver el paso hacia atrás, porque en el pedir consuelo subían un escalón más y subían la escalera contentos.

Esto es lo que hace falta que el hombre sepa en la vida de materia para llegar Aquí arriba: que las rosas siendo rosas, a veces, tendrán espinas.

Desperté, oí:


A veces, y más veces, las rosas tendrán espinas.

Unas veces las verás, pero si quieres la rosa nunca la podrás tirar porque te pinche la espina.

Ya cuidarás de la rosa para decir ya no pincha.

Pues este es el sufrir si quieres llegar Arriba como los que Dios elige o como los que a Dios nunca olvidan.

Luego están los pecadores que subieron la escalera llorando y arrepentidos, diciendo:

     - Perdón, Dios mío, yo no merezco la Gloria pero quiero estar Contigo.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

jueves, 11 de junio de 2015

Si cortan el publicar, será más publicación

En Sueño Profético decían:

¿Por qué no piensa el hombre
en los beneficios que tiene
el que dice “Dios me habla”?
¿Por qué no piensa el hombre,
la vida cómo lo trata?,
la vida que vive el hombre
porque Dios no se la acaba,
que Dios podría decir:
“Aquí hablo, y ahora tú callas”.

¡Dios podría hacer tantas cosas,
para que vieras que hablaba…!
Pero ya sería igualarse
con lo que no vale nada.

Si el hombre dijera un día:
yo voy a ver si Dios habla,
yo voy a estudiar el caso
de lo que la gente habla;
mi sí lo tengo guardado;
voy a hacer justicia a estas palabras.
Dios me habla ahora el Mensaje de Dios:
“Que Me ves, dilo, publícalo”.

Si cortan el publicar,
será más publicación.

¿Has pensado hombre culto,
que si no fuera Verdad,
ya van cerca de los 20
y Dios no deja de hablar?

Esta persona se cansa,
y Dios más fuerzas le da.
A esta persona calumnian,
y Dios más Mensajes da.
A esta persona la templan
al dormir y al despertar.
Al dormir, Dios se la lleva,
y la trae al despertar,
ya con la Enseñanza hecha,
para librarte del mal.

Ten tu sí bien preparado
y no quieras el sí cambiar,
haciendo la injusticia
donde Dios hablando está.

Desperté, oí:


No debes hacer estudio
donde digan “me habla Dios”.

Estudia los beneficios que disfruta,
para que tú digas no.

Estudia los sinsabores,
cada vez que dicen no.

De todos los bienes de la Tierra,
primero, el disfrutar,
es para el dueño de la hacienda.

¿Tú has visto a nadie en la Tierra
que sufra y que patee
para que el bien tú lo quieras?

Todo el que es un talento,
algo se esconde sin ver,
“pa” no tener compañero.

Gran diferencia aquí hay,
que quiere que tú aprendas
lo que le enseñan Aquí.

El que a la Gloria lo traen,
vive Gozo sin materia,
y cuando vuelve a la carne,
grandes fatigas le cuesta.

Estudia donde Dios habla,
y ten el sí preparado,
pero que el sí no te sirva
“pa” ser por Dios retirado.


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Libro 11 - Te Habla El Profeta - Tomo II - C5

miércoles, 10 de junio de 2015

En el que ama y no sufre porque más Amor quisiera

En Sueño Profético hablaba Teresa de Ávila. Decía:

¿Quién diría que amar a Dios es pecado? ¿Quién diría que a este Amor lo persiguen los cristianos? Yo, cuando amé ahí en la Tierra, me seguían y me buscaban los cristianos, que cristianos les decían en la Tierra. Padecí en el convento por decir que Dios me hablaba y que Lo sentía dentro; por decir que en la oración, a Dios ya Lo estaba viendo; por tener mi cara alegre y guardar mis sufrimientos; por no callar a este Dios, que deja, al que está viendo, que ofenda y ofenda más al Lugar, que él, padeciendo, tú te pudieras salvar por este gran sufrimiento.

Yo le dije a compañeras,
esto fuera del convento:
¿tú crees que si no amo,
este Amor como lo siento,
se puede sufrir y amar,
amando más que sufriendo?

Por mucho que el sufrimiento
quiera que vean mis lágrimas,
antes me venía el contento
a mis ojos y mi garganta.

Y mis ojos ya reían,
aunque todos vieran lágrimas.

Y mi garganta subía
a mi lengua unas palabras,
que la pena se me iba.

Éstas eran las palabras
que mi alegría decía:
¡Ay Señor, qué te diría
que mis palabras borraran
tu sufrir de noche y día!
¡Que mis palabras las diga
con alegría y sin pena!
¡Que mis palabras te lleguen
para que borres condenas!

Desperté, oí:

Si quiero que la condena
la borres y des tu Gloria,
es más para que Tú no sufras,
Dueño de esta Eterna Gloria.

Dueño del bien y del mal,
mal que no habita en tu Gloria,
Gloria que vives ahí,
en el convento, en la celda,
en el llano, en la montaña,
en el varón, en la hembra,
en el que hizo pecados,
en el que ama y no peca.

En el que ama y no sufre
porque más Amor quisiera;
en el que pide: ¡Dios mío!,
vive en mí como en Teresa,
fuera o dentro del convento,
pero que el fuego me vean.

TERESA DE ÁVILA

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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

martes, 9 de junio de 2015

Tres fechas en una

En Sueño Profético decían:

Si a Dios de verdad Lo quieres, vives siempre su Nacimiento, su Crucifixión y su Resurrección.

Si a Dios de verdad Lo quieres, harás cosas que no hará el que no Lo quiere.

Tendrás siempre una oración en palabras o en tu mente, con estas cortas palabras: “¡Bendito sea Dios y bendita sea la Carne que de Sagrario Le sirvió!”. Esto te viene al pensar en su Nacimiento.

La Crucifixión te viene a la memoria cuando vas a hacer algo de pecado. Que pecado es no vivir sus Palabras. Entonces piensas: “Señor, esto es clavarte yo clavos, cargarte con el madero, o ponerte corona de espinas y ver tus Sienes sangrando. ¡No, Señor, ayúdame a que yo no viva pecado!

La Resurrección la vives cuando has ido al Prójimo y has levantado al caído, tratándolo como hermano.

Desperté, oí:

Nacimiento, Crucifixión y Resurrección
lo tiene siempre presente
el que mucho ama a Dios.

Sufre cuando ve que a Dios
hace el hombre sufrir.

Y vive Paz cuando mira al Cielo
sabiendo que Dios está Ahí.

¡Cómo puede vivir el hombre
haciéndole tanto sufrir!

Este pensar tiene
el hombre que vive Gloria
aunque ahí lo vean vivir.

Son tres fechas en una:
que Dios vaya siempre en ti.

Si una fecha no la vives,
di: “yo hago a Dios sufrir”.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C6

lunes, 8 de junio de 2015

Sin el Amor de Dios nada consigues

En Sueño Profético se vio el campo y unos cerros. No eran altos. Era molesto el subirlos para el que vivía en la ciudad. Se veían muchos corderos subirlos, tan juntos, que te hubiera sido difícil el contarlos –si la petición no la hace Dios–. Era manta con pies subiendo el cerro.

Se quitó aquella Visión y se vieron niños con risas y corriendo. Y en medio de ellos, bandadas de palomos que bajaban y acudían a la comida que los chiquillos, tan contentos, desmenuzaban. Que muchos echaban lo que ellos luego querían, como niños que eran.

Desapareció la Visión y se vio una calle de pueblo, que por su aspecto no conocía los coches. Había un hombre con los 80 vividos, pero con sus palabras tan seguras como un hombre de 40, que ya ha vivido una vida y le queda la que perfecciona a ésta.

Pues este hombre tenía, sin exagerar, la cuenta de 13 a 15 chiquillos que querían que les contara cosas que él había vivido.

Desperté, oí:

Tres Visiones ha hecho Dios
al espíritu arrobado,
cada una con su Amor acompañando.

Es El amor de Dios,
cuando tú lo pides,
el que va enseñando.

Sin su Amor nada consigues.

¡Cómo el pastor junta tanto
los lomos de los corderos,
que tú no puedes contarlos?

Si el pastor apedreara,
queriendo algo de ellos,
¿qué crees tú que alcanzaría
el pastor de los corderos?

En el parque, a los chiquillos,
nunca los verás quietos.
Siempre corriendo y chillando,
con risas de Amor al Cielo.

Los palomos picotean
la comida que les echan,
y ya alas no utilizan
como si les tiran piedras.

Ya, el Amor a las personas
de las que Dios quiere que aprendamos,
hace que al hombre del pueblecito
los niños vayan a buscarlo.

Si el de 80 les chillara a los chiquillos,
no irían, cada día más, a buscarlo.

Es el Amor, la Paciencia
y el querer a Dios no enfadarlo,
lo que te hace pastor
para ir acarreando
a este Recinto de Dios.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C6

viernes, 5 de junio de 2015

Dios vivió y vive

En Sueño Profético decían:

El hombre cree más que Dios vivió, que vive.

El hombre que cree que vivió, Lo tiene siempre en el Cielo, sin que pueda tomar parte en la Tierra, dejando a Dios inutilizado para el vivir que él quiera.

Dijo uno:

¡Hay tantas formas de creer en Dios!

¡El hombre, que las junta,
y ves que le falta que crea!

Si el hombre creyera en Dios,
iría siempre con la mirada al Cielo.

Unas, para dar las gracias
por dejar mover su cuerpo.
Y otras, pidiendo el Perdón
por todo el mal que había hecho.

Si el hombre creyera en Dios,
no dudaría ni un momento
de que Dios está presente,
aunque ya no Lo esté viendo;
y acunaría sus Palabras en su pecho,
y luego ya su pensar,
a la acción llevaría en hechos.

Esto sería creer
que hay un Dios que no está muerto.

Desperté, oí:

Han hablado en el arrobo,
del creer, no del amarlo.

Pues el que ama,
ya cree que hay un Dios,
y el hombre debe adorarlo.

Porque al creer sin Amor,
vives dentro del pecado.

El que ama lleva siempre
la presencia del Amado.

Y siente el Fuego Divino
como lo explican los santos.

Que santos pueden ser todos,
y en cambio, no Elegidos.

Pero Dios sabrá el porqué
ya elige a los Elegidos.

Los santos son los que viven,
no a un Dios muerto,
y sí a un Dios Vivo.

A los Elegidos los saca de estos
que su Amor siempre han vivido.

Si tuvieron alegrías,
con Amor siempre buscaron.

Y si tuvieron sufrir,
más Amor pusieron en adorarlo.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C7

jueves, 4 de junio de 2015

Desobediencia y Obediencia

En Sueño Profético hablaban hombres y hacían preguntas mujeres.

Ya dijo uno:

Estas mujeres buscan el que les digan el momento en el que el Maestro habló enseñándoles a ellos –éstos eran sus Discípulos– cuál era el más grave pecado.

Dos de ellos preguntan: “¿vosotras amáis? Si amáis, aprenderéis y practicaréis su Enseñanza. Pero si no amáis, no contestaremos a vuestras preguntas”.

No se oía nada, y ya otra vez se oyó:

“La desobediencia es el pecado más grave. La desobediencia puede llegar a que mi Padre en Mí, aparte. Y una vez que aparta, no puede perdonar, porque ya, éste, vive el sitio sin Dios. En cambio, el adulterio y el robo, aquél que lo hizo sin conocer al Hijo del Hombre y viene a Mí, quedará perdonado, porque para eso soy Yo Enviado del Padre, y luego voy otra vez al Padre. Pensad que es Dios el que está dando esta Enseñanza. Si no guardáis Obediencia a mis Palabras, podréis hacer todos los pecados que vengan, porque en Dios no creéis. El que no ame, que se marche, y Yo haré que no pueda volver la mirada, porque su desobediencia intentaría alborotar al que Me ama. Antes de haber un hombre, hice mi primera Enseñanza con Luzbel. No hay más Enseñanza que la mía, que ya viene de mi Padre, y Yo sigo su Obediencia. Os costara trabajo el seguirme, pero si amáis, mi Padre os dará las fuerzas”.

Desperté, oí:

Estas mujeres dan
la contestación con llanto.

Porque tenían pecados,
que antes hicieron
y no podían borrarlos.

Cuando oyen a los Discípulos,
ya les empezó gran descanso.

Fueron en busca de ellos,
y Obediencia practicaron.

La Enseñanza que cundían,
iba formando escándalo.

Se cubrieron de Obediencia,
y dejaron el pecado.

Desobediencia te lleva
al peor de los pecados.

Y la Obediencia te pone
en el sitio de los Santos.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C6

miércoles, 3 de junio de 2015

El hombre sin Dios es trigo mojado

En Sueño Profético decían:

El hombre con tanto valorar las cosas materiales se ha retirado de Dios. Al hombre lo engaña lo que no dura y lo que le lleva al pecado. El hombre sin Dios nada verá malo y pedirá leyes que a Dios vaya apartando. El hombre sin Dios es trigo mojado, que ni sirve para granero ni puedes en sacos guardarlo.

Dijo uno:

Es peor, mucho peor, vivir sin Dios que vivir sin tus dos brazos el tiempo que estés ahí. ¿Qué valor tienen los brazos si lo comparas con el espíritu? Esto es lo que el hombre no piensa y ya vive sin Dios, haciendo cuarenta cuentas y nunca llega final. Él pone los números y otro coge la renta.

Este es el juego de la vida si la vida a Dios no das. En cambio, si a Dios lo pones en todo tu admirar ten por seguro que la renta tú la cobrarás, porque Dios paga factura al que factura le da.

Desperté, oí:

Tú quiere que quieran a Dios, que el Cielo es lo verdadero.

No consientas que te venden para que te sientas ciego.

Pues los ciegos de los ojos viven con la Luz del Cielo.

Pero los ciegos de espíritu Aquí no tienen remedio, porque ahí tuvieron vista y no miraron al Cielo.

Tiene el hombre que enseñar que Dios sea lo primero.

Pues si sigue como va habrá diluvio con fuego.

Y los pocos que se salven ya empiezan un Mundo nuevo.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

martes, 2 de junio de 2015

Al hombre le sobran ideas y le falta creencia

En Sueño Profético decían:

Si el hombre estuviera seguro de que le espera otro Mundo después de ese, buscaba al que Dios trae a este Mundo. Porque el que Dios trae no puede equivocarse, ya que entonces no era Dios el que en este Mundo hay.

Si el hombre creyera seguro en los Evangelios no le extrañaba nada lo que le pasara a los Elegidos.

Dijo uno:

Al hombre le sobran ideas y le falta creencia en lo que no ve porque no es materia. Si creyera, antes que las letras, ponía la creencia. Sin creer en la botica tú en la botica no entras a por el medicamento cuando creas que la botica es otro establecimiento más, aunque gran falta te hiciera porque lo esperara el enfermo y tú, con el medicamento, la salvación le dieras. Pues igual es el trato del Elegido, si no crees no buscas, ni aceptas, ni pides al Elegido: “¿Cuál sería mi camino para no perder la Gloria? Porque le agradaría a Dios que yo sufrir no Le diera”.

Si el hombre creyera en este Mundo esperaría y jamás perdería el tiempo en las cosas de la Tierra.

Desperté, oí:

¡Qué cierto que el creer te lleva a la fuente cuando tú quieras beber el agua!

¡Qué cierto que los peligros, si tú los crees, de ellos te alejas!

Y cuando crees que ves un gran cargo siempre haces reverencia.

Es la creencia la que obliga a todo lo de la Tierra a creer lo que no vio, pero que alguien lo cuenta.

Y lo tiene que aceptar con documentos que cuentan la verdad o la mentira, pero pone verdad.

Piensa tan sólo este pensar:

¿Quién puede creer en Dios y en el Mundo espiritual y no buscar al Elegido por no creer que es verdad?

Si creyeran en Dios vivo miedo les daría al pensar: “¿Qué palabras diré yo en el Juicio Final?”

Que a este Juicio tú llegas y ya sabe el tribunal si el Juez Supremo dará castigo o perdonará.

El daño siempre es el mismo cuando te falta el amar.

Y el perdón hay quien lo pide y Él demora su llegar.

Sólo Dios sabe el pedir y si el perdón lo dará.

Pero si hubiera creencia el hombre no olvidaría este Juicio Final.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII