viernes, 31 de julio de 2015

Amando mucho a Dios Lo nombras sin Llamarlo

En Sueño Profético hablaban de las formas que el hombre tiene de amar a Dios o de creer en Dios. De la forma de Llamarlo o de la forma de Anularlo en lo que se cree superior, porque nunca se paró a valorarse su precio ni pensó que su cuerpo es un pobre reloj que como el “tic tac” se pare se le acabó el valor.

Que el valor no está en la carne esto nunca lo pensó el hombre que cree que la carne vale. El que valora el espíritu, sin Dios no ve hombre grande, le sacará mil defectos y nunca podrá encajar una palabra con otra. Serán murallas unidas, una chica y otra grande, pero la chica más fuerte por ser de mejores materiales.

Dijo uno:

Amando mucho a Dios no hace falta Llamarlo, porque ya en este Amor da presencia a tu casa. Amando mucho a Dios Lo nombras sin Llamarlo. Te sale la palabra en lo que estés hablando, porque Dios es la razón de vivir el ser humano. Amando mucho a Dios Lo llamas sin Llamarlo.

Desperté, oí:

Si piensas estos Mensajes verás que son Enseñanzas para el rico y para el pobre.

Para el torpe en la materia y para el listo, que su inteligencia le niega esta Existencia y no cree en el espíritu.

Y cuando llama a este Dios Lo llama en un apuro, pero no va confiado.

Es llamada como el humo, sin fuerza y molestando.

El hombre ha puesto a Dios con su vida de adelanto en el último rincón.

Que el hombre Lo pone pero que Dios allí no está.

El hombre es manejado por el mismo Satanás, que lo mete en el pecado y ya no permite Dios que su nombre se oiga en falso.

Dios manda olvido a su nombre para achicar el pecado.

Si el hombre hiciera este estudio Lo nombraba avergonzado.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

miércoles, 29 de julio de 2015

Vive estas Conferencias

En Sueño Profético decían:

Gran Mensaje y gran Verdad es el pensar del hombre que de esta Gloria refiere. El hombre piensa: “¿para qué amar a Dios, si el dolor a mi carne me llega?; ¿para qué buscar a Dios, si de la muerte no me libra?; ¿para qué amar a Dios, si yo esto lo compruebo por todo hombre que la Tierra pisó?; ¿cómo creer en el Reino que Él ofrece y que el que dice que ve su Gloria dice que tiene?”. Este pensar es de todo hombre que no respeta ni cumple lo que Dios manda en el que Aquí Dios trae.

Dijo uno:

Dios valora más la Obediencia que la oración. La oración puede ser interesada. La Obediencia es fruto del Amor, cuando sea Obediencia sin Mando. La obediencia sin creencia y sin Mando, nunca cumplirá Obediencia. Hay quien tiene el grado del Amor a Dios tan alto, que obedece sin Palabras que Dios diga; obedece a la humildad, teniendo humildad con el que desprecio a éste tiene. Es corta la inteligencia que piense que el que se acerque al Elegido, qué beneficios puede darle: ahí ningunos si a Dios no ama; Aquí, entrar a todos cuantos enseñe con la Enseñanza que de Aquí lleva con el sufrir que el hombre le manda.

Otro dijo:

Si sólo hubiera ese mundo, ¿cree el hombre que podría nadie inventar estos Escritos, ni decir Visones como las que hay dichas por la misma Madre de Dios, que desmienten aquellos hombres cuando Dios Padre, Él se hace su Anunciación? Si no existiera su Reino, no daría su Perdón.

Desperté, oí:

Ya es tiempo de que pensara
el hombre que no ama a Dios,
que el permitir de materia
ya lo habría acabado Dios.

Lo habría acabado
si ahí quedara como lo que entierras,
porque tú mismo a enterrar mandas.

Él dejó fosa vacía
para que vieran el Sitio
donde su Padre vivía.

Él también se llevó el Cuerpo,
porque si allí lo dejaba,
más hombres van al Infierno.

El hombre que ama a Dios,
sabe que hay otro Mundo,
por el permitir de Dios.

El hombre le da valor
al premio de la materia,
que es saludo comparado
con estas Palabras Eternas.

Olvídate del saludo
y vive estas Conferencias.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C5

lunes, 27 de julio de 2015

Palabras de pura Gloria

En Sueño Profético hablaban de cuál sería la reacción del que más ama a Dios, cuando le dijeran: “Dios habla en un hombre”.

Dijo uno:

Buscar, sin duda, de dónde sale la Palabra; oírla y meditarla; y si este Lugar cumple las Leyes de Dios, aceptarla; aceptarla y dar gracias a este Dios por hablar donde tú puedas oírlo.

No acudir, es amor de palabras, amor sin sentir, amor que dicen que amas como pudieran decir: “yo regalé mi caudal a un pobre que yo vi”. Palabras que el hombre dice, el hombre que no es de Aquí.

Ya rompo yo mi silencio,
para que escribas y lean
que el Amor no puede ser
tenerlo en secreto
y no ir en busca suya,
de Éste que es de todo el Dueño,
y es el Dueño de tu Amor,
de este Amor que llevas dentro,
que Él mismo te dio el Amor,
por ser Él el mismo Dueño.

Yo que con tantos hablé,
diciendo que a Dios amaban,
al que veía correr
y Teresa pronunciaba,
éste si quería oír
que Teresa le contara
lo que me ocurría en la noche,
la tarde o la mañana.

Porque cuando Dios te entra
en el fondo de su Casa,
y te cuenta los secretos
del Padre que mucho ama
al hijo que ayer se fue
y que hoy entra en su Casa,
porque sabe que este Amor
hace tiempo lo esperaba…

Desperté, oí:

Yo, ni sí, ni no, decía,
cuando oía decir
que a este Dios querían ahí.

Tú, si quieres, obedeces
el Mandamiento de Dios,
amando al Prójimo mucho,
que este Prójimo es Dios.

Y buscando su Palabra,
que ésta es dicha por Dios.

¡Ay Dios, que yo quisiera
en todos buscarte yo,
en todos los que dijeran:
esto me lo dice Dios!

Este Dios que nunca elige,
que Él quisiera un sólo Amor.

El que conoce a este Dios,
sin Dios no puede pasar,
aunque el hombre lo condene
y lo mande encarcelar.

Es difícil describir
este Amor cómo lo vives,
cuando aún estás ahí.

Yo Le pedía a mi Dios,
que me mandara Palabras
y que las dijera yo.

Palabras de pura Gloria,
Palabras dichas por Dios,
Palabras que el que las dice,
no las dice sin su Dios.

Este Dios, para que te hable,
tiene que verte su Amor,
que las montañas sean chicas
y las subas con Amor.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

domingo, 26 de julio de 2015

Palabra que te da vida

En Sueño Profético decían:

Sigue el Camino de Dios,
contento y sin cansarte,
porque Dios ve desde el Cielo
lo que no puede ver nadie.

Sigue el Camino de Dios,
sea estrecho, sea ancho,
que los Caminos de Dios
los pasas sin poder luego explicarlos.

A veces pasas los estrechos,
y el Amor te hace agrandarlos.
Y otras veces los ves grandes
y te da miedo pasarlos.

Pero si tú vas haciendo
por dentro igual que por fuera,
no te ocupes del camino,
que si tú lo ves con curvas,
puede que sea derecho.

Mayoría de las veces,
por esto se pierde el Cielo:
por querer leer
lo que Dios ya va escribiendo,
y corregirle lo escrito,
como hace en los colegios
el profesor al alumno.

Con la grande diferencia,
de que Dios es Profesor de lo Divino;
Profesor y Creador
de lo que se llama mundo,
de lo que muere,
por ser Dios y no destruir.

Dios: Palabra que te da vida
y que sabes que Él te espera
cuando esa vida termina.

Desperté, oí:

Son los Caminos de Dios:
sencillos, difíciles y trabajosos.

Sencillos, si en Él confías
y la misma confianza
te lleva a que Lo sigas.

Difíciles, porque antes de llegar
a pisar ese Camino,
tienes que decir amén
y ya es todo comprendido.

Y trabajosos,
porque una vez que los pisas,
eres sediento que no para
hasta que encuentra venero
porque venero buscaba.

Éntrate en este Camino
sin pensar si es difícil o trabajoso.
Pues el Amor y la Fe
ya lo pone ancho y corto.

El que no sienta el Amor
y la Fe no la practique,
cogerá otros caminos,
pero el de Dios no lo sigue.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C2

sábado, 25 de julio de 2015

El Camino de Dios

En Sueño Profético decían:

Hay quien enseña con tanto Amor el Camino de Dios, que sientes deseos de empezar a andarlo.

Dijo uno:

Yo conocí a una mujer que nació en una ermita, donde nació por ser sus padres los encargados de cuidarla. Éstos, eran conocidos, por “los santeros”. Estaba esta ermita a bastante distancia del pueblo, pero el Amor de esta mujer acortaba el camino, lo tenía siempre lleno de gente, y unía a las familias. Ella tenía dos hijos y su marido. Los tres tenían la enseñanza que de su Amor aprendieron. Letreros de estos que digo, tenía hasta por el suelo:

“Yo lo pido, pero es Dios el que me lo está diciendo”.
“El que no venga con Dios, que no pise estos terrenos”.
“El que venga arrepentido, verá la ermita por dentro”.
“El que sea ver por ver, que siga a otros terrenos”.

Esto se cundió, y había familias que tiraban unos de otros. Donde había más que amaban, iban a la ermita. Donde el pecado vivía, ponían inconvenientes y cambiaban el camino. Esta mujer, que al describirla ya sientes Amor a Dios, estaba ella, marido e hijos, esperando que le pidieran y le mandaran. Allí había de todo para todos. Era alargar lo que habían pedido, y tener sus palabras de Dios en su boca, que tus oídos recogían y entraban en tu espíritu. Siempre tenía una verdadera historia del Amor de Dios, que a ti te enseñaba y te quitaba de pensar en el pecar.

Desperté, oí:

El camino de esta ermita,
ya algo te hacía sentir,
que en Dios tenías que pensar.

No te encontrabas en el suelo
algo que no fuera del campo.

Si uno iba delante,
pasando camino por vez primera,
y algo inservible tirara,
antes de que llegara al suelo,
varias manos lo alcanzaban.

¡Era falta de respeto
venerar aquel camino
y tirar cosas al suelo!

La santera y el marido,
de dos a tres días lo más,
vigilaban el camino.

Cuidaban hasta la hierba.

Ella decía: “la ermita,
para el que ama a Dios,
empieza en el empiezo
de este camino de Dios”.

Esta familia, el Amor,
lo practicaban tan fácil,
que en el camino siempre había,        
hacia aquí, los caminantes,
y en parejas se unían.

Tiene tal fuerza el Amor,
que tira a que muchos amen.

Si sientes Amor de éste,
ermitas serán las calles.


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C2

jueves, 23 de julio de 2015

Enseñar a que el hombre se quiera

En Sueño Profético
hablaban del sufrimiento,
cuando el sufrir está en ti
o cuando está en otro,
y tú quieres al sufrir
darle remedio
para que sea menos sufrir.

Que para hacer este servicio
tienes que creer Aquí,
pero antes de querer,
Amor tienes que sentir.

Porque sin sentir Amor,
a Dios no puedes servir.
Ya será un mal remedio,
que agranda este sufrir.

Dijo uno:

Lo de Dios es Libertad que Dios da para que tu acción y consejo sean de Paz, y el Perdón lo lleves escondido para poderlo usar. Esto es Libertad del bien, que nunca a Dios enfadará.

¿Cómo el dueño del rebaño crees que se pueda disgustar, si ve que el pastor va buscando, sin gritos y sin corajes, una que se le perdió, y la sube por el cerro acariciando su lana? Si esto hace con ésta, ¿qué hará con las que siempre están detrás de él, sintiendo él su balar, porque les falta el habla? Así expresan Amor a la Naturaleza –que es Dios–, al pastor y a la jara que se encuentran. Todo esto es Amor expresado en mil maneras.

Desperté, oí:

¿Cómo achica el pastor más
la pérdida de la cordera:
yendo a buscarla con amor,
o gritando y, cuando la vea,
lanzando lo que lleva escondido,
que es una dura piedra?

Esto es hombre de Dios:
enseñar a que el hombre se quiera;
y al que se haga pastor,
que busque a las corderas perdidas.
 
¡Pero sin gritos ni piedras!

Porque ya no son de Dios.

Estos Escritos deberían
estar en grandes alturas,
pero con gran resplandor.

El que ama a Dios, los leería.

Y el que no ama, también,
pero vergüenza sentiría. 

Porque aquí se ve que es Dios,
si no, castigo tendrían,
si Dios fuera un dictador.

Tienen castigo ya eterno,
si no piden el Perdón
cuando aún viven con cuerpo.


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Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - C4

miércoles, 22 de julio de 2015

Señor, Tú mandas

En Sueño Profético decían:

Ya es tiempo de que el Mando del Elegido sea hecho sin protestas, con alegrías y contentos.

El que este Mando lo coja diciendo: “Señor, Tú mandas”, ése es el que más cree que la vida ahí no acaba, y más cree que el Mando no viene de ella, que es que a ella se lo mandan.

Si no aceptas lo que ella dice, considérate con faltas, pero grandes, y puede que te condenes. Porque ella no te manda, ella recibe una Luz, que sin letras y sin habla, está viendo y leyendo lo que es de Dios, lo que es falsedad y lo que te está aconsejando el espíritu del mal.

Dijo uno:

Este espíritu siempre estará persiguiendo a los que están más cerca del Elegido, para que actúen mal y ellos se defiendan diciendo: “¡yo no hago nada malo!”. Y así continúen en intimidad con los espíritus que van en contra de Dios.

Estos espíritus, si no amas a Dios, no son conocidos, porque te empujan a que hagas un bien del que después puede salir pecado. La Caridad hecha no en el mismo sexo puede perjudicar en vez de premiar.

Dios Hombre encargaba mucho este descuido en el que muchos caen creyendo hacer Caridad. También encargaba que el pecado de pensamiento no contaba para el hombre, pero sí para su Gloria, porque en ella no había ni podía tener contacto el pecado, ni sólo de pensamiento.

Desperté, oí:


¡Qué grandes son estas Enseñanzas
para el espíritu y para el cuerpo!

¡Qué cierto que Caridad hecha
no en el mismo sexo
te puede llevar a pecar
de acción o de pensamiento!

Dios Hombre encargaba a los Discípulos,
que no cerraran las puertas
si alguna mujer los llamaba
para llorarles las penas.

Que si ellas decían que entraran,
ellos contestaran que salieran,
y que les dejaran este encargo:
“Mañana vendrá el Maestro
a oír lo que ya sabe,
y Él os dará el remedio”.

Era Amor en Enseñanza,
apartando lo mal hecho,
para que nadie pensara:

“¿Ésos son
los que acompañan al Maestro…!”.

Caridad lejos de Dios,
no siendo del mismo sexo,
es caminar que preparas
para acabar en el Infierno.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C8

martes, 21 de julio de 2015

Vivir pecando o vivir pensando

En Sueño Profético decían:

Hay quien vive pecando y hay quien no vive pensando “¿por qué pequé?”

Hay quien busca pecado y hay quien se retira de él.

Hay quien no le da importancia cuando ve que están pecando o cuando ve camino que puede llevar a pecado. Éste ya se está enfermando o busca la enfermedad.

Dijo uno:

El hombre sabe lo que es pecar pero la carne la tira al fango, a la suciedad, a lo que daña al espíritu, a lo que Aquí no entrará. Si es mujer lo que arrastró u hombre que vive, de pecado en pecado, haciendo vida como cualquier animal, que no importa comportamiento porque ahí se queda ya.

Estos hombres de pecado nada malo verán, ni al desnudismo, ni al robo, ni al crimen, ni al Prójimo atropellar y certifican adulterio incluido premio ya, que el premio es la razón que tú pones al pecar.

El que pecó y no vive, de pensamiento, en su pecar a éste nómbralo siempre como Perdón que Dios da. Como cordero que tira del rebaño por peligro que antes vio y sufre por si caen y teme que no haya curación y sea horroroso el daño.

Desperté, oí:

¡Que dos formas de vivir!

Vivir pecando o no poder vivir de pensar “¿por qué he pecado?”

Cómo te dicen en la Gloria lo que el hombre no quiere que se nombre por pecado.

Hasta que el hombre el pecado no lo vea como la fiera del campo no dejará la defensa para que viva el pecado.

Si el hombre que vive en la Tierra al crimen le diera premio, las cárceles se cerrarían y verías pocos viejos.

Pues el que viva pecado no entra en este Reino.


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Libro 65 - Dios Habla al no Quiero del Hombre - Tomo V

lunes, 20 de julio de 2015

La Enseñanza del espíritu

En Sueño Profético decían:

Estas Enseñanzas son para amar a Dios, para enseñar a Amarlo y para vivir sin Olvidarlo. Estas Enseñanzas son cultura divina, cuidado del espíritu para evitar que sea dominado por espíritus malignos. Estas Enseñanzas tienen que ser valoradas con preferencia a todas las otras enseñanzas.

Sin estas Enseñanzas el hombre sería de todo menos hombre de Dios. Sin estas Enseñanzas acabaría el Mundo en desierto.

Dijo uno:

El hombre ha querido vivir sin la Mano de Dios y esto es niño, de un año, suelto de la mano del mayor en un círculo de fieras, todas sueltas y hambrientas. El hombre sin nombrar ni practicar las Palabras de Dios es ciego amarrado y amordazado para llegar a la Vida Eterna. Si el hombre no viera que hay otro Poder hacía culta a la fiera del campo y ponía libertad y olvido al recato. El hombre acaba con el mismo hombre, enterrándolos los montes y los mares.

La formación del espíritu tiene que ser la primera. El Infierno ahí no puede ser, luego, Gloria Aquí. El olvido a Dios no puede ser, luego, Aquí “perdóname Dios mío”.

Desperté, oí:

¡Qué lucha, sin tener lucha, tiene Dios con el hombre para que no se condene!

Que si bajó a la Tierra fue por Amor a los hombres.

El avance del Mundo sin Dios es Infierno vivido en el suelo.

Es poner atención al anillo y dejar que te corten el dedo.

Collar que guardas con llave y das tu cuello para que te lo corten.

La Enseñanza del espíritu da descanso a la escopeta, da de comer al hambriento y a millares entra en la Gloria.

La Enseñanza del espíritu da de comer y no mata.

Estos son los Mandamientos, dichos en pocas palabras.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

domingo, 19 de julio de 2015

El Camino de Dios

En Sueño Profético decían:

Hay más que aman a Dios dicho por ellos que, sin decirlo, actúen demostrándolo.

Hay más que a Dios no ven, por tener los ojos cerrados, pero no quieren abrirlos y viven en su fracaso; en su fracaso en la Tierra, después no se dice fracaso, después se nombra juzgarlos.

Dijo uno:

Si el hombre buscará a Dios, no le haría falta el buscarlo; antes de decir ¡Dios mío!, ya estaba Dios contestando.

La falta de sentimientos te va de Dios retirando, y ya verán tu actuación sin vivir Dios a tu lado.

El espíritu del mal, éste es su mayor cuidado: estar siempre los sentimientos robando, y si no puede robarlos, los atribula y deja al hombre destrozado.

¡Es de tanta adoración adorar al que puede decirte cuál es el Camino de Dios o el falso equivocado…!

Yo creo, que el que esto no tiene, no adora este “adorando”, que debía adorar por ser por Dios enseñado.

¡Cuánto sufre el Elegido que Dios le manda en su Gloria sus Palabras para el hombre, y cuando llega a la Tierra, en vez de querer saber, con un grande “No” se encuentra!

Esto es el Dios del Cielo y los hombres de la Tierra, hombres que ahí no lloran pidiendo Aquí clemencia por las ofensas que hacen con el pecar de la Tierra.

¡Hombres que se creen dioses, como si dioses hubiera!

Desperté, oí:


Esto de dioses es muy propio
de los hombres con materia.

De los hombres que no aman
y ellos dioses se encuentran.

Pero que piensen esos hombres
quién es el que los endiosa.

Es el espíritu del mal,
que los llena de soberbia.

El hombre que ama a Dios,
no sabe lo que es soberbia.

El hombre que ama a Dios,
sus sentimientos le llevan
a cumplir y no cumplir,
porque su Amor le supera
al decir del hombre ahí.

Éste no cerró los ojos,
caminó amando y buscando
y adorando desde ahí.

Si faltan los sentimientos,
no puedes venir Aquí.

Porque Dios manda enseñarte
cómo tienes que vivir.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C5

sábado, 18 de julio de 2015

Yo doy Amor y Perdón

En Sueño Profético hablaban del Amor Divino. Decían:

“Amando, tú sólo coges el camino donde no hay pecado”.

Dijo Teresa de Ávila:

Yo, siempre que en el convento me ponía a hablar de Dios, lo primero que me oían eran estas palabras: “Para oír hablar de Dios, tienes que amar a Dios. Para quitarte de pecar, tienes que amar a Dios. Para no murmurar, tienes que amar a Dios. Y para seguirlo, tienes que amar a Dios. Una vez que tú Lo ames, ten seguro que te habla Dios. Una advertencia voy a hacer: que cuando estás en el camino del sí, del no, de cómo dejar esto, ya piensas en las amistades, y te aconsejan que no, que se puede amar tanto sin demostrar el Amor”. Aquí yo ya sola pensaba, hablando en alta voz: “¡Según el Amor lo sientas! Porque si sientes sin voz un requemar que te lleva a donde se encuentra Dios, de allí ya sale tu voz contando el requemar, que son la chispas de Amor”.

El Amor de Dios no tiene más altura, ni otro color. Dios dijo: “Yo doy Amor y Perdón, pero sin decir medida, altura, ni color”. Aquí te lo dice claro: que en la Palabra va “to”.

Desperté, oí:

¿Por qué tratan de poner
el Amor haciendo escala?

¿Por qué ven al que ama mucho,
como cosa más bien rara?

¿Por qué hablan del Amor
cosas que más bien a Dios dañan?

Todo es falta de Amor,
de este Amor que nunca acaba,
de este Amor que en requemando,
más aún a Dios Lo llamas,
más aún dices: ¡Dios mío,
yo quiero oír tus Palabras!

¡Ay Palabras tan seguras,
que resuenan en mi alma,
y después ya sale Eco,
y el hombre ya las maltrata!

¡Cómo quiere ver a Dios
aquel que dice que ama,
y el Amor no conoció?

No lo conoció y desprecia
al que en él vive Dios.

¡Ay Amor sin preferencia!
¡Ay Amor, Amor de Dios,
que el hombre te va buscando
como si fueras ladrón!
   
Que aquel que ama, se entra,
en la Cárcel de su Dios.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

viernes, 17 de julio de 2015

Fuerza del espíritu

En Sueño Profético decían:

Este arrobo tiene poco Mando por estar enferma la materia.

Con la materia enferma no tiene fuerza el espíritu.

El espíritu, enfermo, hace que mal se porte la materia.

Y el espíritu al servicio de Dios, cuando llega al cuerpo, no tiene rendimiento.

Dios manda a espíritu para que sus Palabras sean cundidas.

Desperté, oí:

¡Gloria a Dios Aquí,
y Gloria a Dios en la Tierra!

¡Adoramos tus Palabras
porque nos das Vida y Fuerzas!

Chico parece el Mensaje,
pero tiene la misma Fuerza.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C3

jueves, 16 de julio de 2015

Obedeces sus Palabra y vive en el Prójimo

En Sueño Profético decían:

No hay quien quiera a Dios y quiera que Dios reforme.

Dijo uno:

Mi madre decía que Dios no se enfadaba si ponías Los Diez Mandamientos en estos dos: obedecer sus Palabras y vivir en el Prójimo. Que esta reforma ella la vivía, y siempre sentía la intimidad de Dios cuando estaba sola, y cuando iba al Prójimo, ya vivía con Él. Decía que Los Diez Mandamientos era hasta aprenderlos, pero que una vez aprendidos, ya a practicarlos, pero contentos y sin protesta. Que al aprenderlos, si había Amor, era oírlos y decir amén. Y si protestabas, faltaba Amor y no tenías a Dios por Dueño de tu último sitio, éste, eterno, en Gloria o Infierno.

Un día fue a mi casa contando un sufrir que vio en una casa de unos que vivían mejor que nosotros, de ingresos materiales. Había un enfermo, y toda la familia estaba en contra de Dios, porque la enfermedad impedía seguir las fiestas que a diario llevaban hijos y matrimonios. Dice, que fue entrar, y sentir una pena por Dios y desprecio a ellos. Cuando le contaron el descontento que tenían con Dios, se puso de pie y dijo:

“Si habéis ofendido a Dios antes de ahora, yo me uno a vosotros pidiendo el Perdón para esta casa. Pero de seguir ofendiéndolo, yo no puedo pisar esta casa, porque a Dios yo Lo siento y voy a buscarlo donde está el enfermo. Si Él de aquí se va, yo no me quedo”.

Desperté, oí:

Esta mujer consolaba con su presencia
donde enfermedad había.

Este enfermo la llamaba,
y con la enfermedad sufría
de ver cómo la llevaban,
la enfermedad que él tenía.

De segundo en segundo,
la muerte a Dios pedían.

Y le pedían las cuentas
porque enfermedad había.

La muerte le llegó en sueño,
y ya todos se creían
que empezarían la vida
como antes la tenían.

Fue sufrir grande para todos,
porque faltaba Presencia
de lo que ellos no amaban.

Cada uno se llevó
un pedazo de la herencia.

Pero les faltó salud
y no vivieron las fiestas.

El que no entendía bien,
decía: ¡es maldición!


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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C2

miércoles, 15 de julio de 2015

Tienes que ser bueno, y malo para el pecado

En Sueño Profético hablaban del pecado. Decían:

Si desde niños se tuviera miedo al pecado, habría menos pecadores. El pecado existe más por culpa de los mayores que al niño quieren enseñar que no existe nada malo. Ya, con esta enseñanza, al niño no puedes frenarlo. Cuando ya llega a mayor, se enfrenta con el que quiere enseñarle que la vida que él practica es una vida de pecado.

Al niño hay que enseñarle que Dios siempre está a su lado; que si hace lo que Él manda, vive libre de pecado.

El mayor es responsable de la respuesta del niño, cuando de Dios le hablen.

El hombre cuida del niño, todo lo que sea en su carne: que si echa el pie torcido, que si no llega a la altura que el hombre medida ha puesto, que si no retiene mucho el método que le han puesto para que sea un hombre listo, que su cuerpo no reposa o que se mueve muy lento, que devora la comida o que no toma el suficiente alimento.

Todo esto y mucho más le exige el hombre al cuerpo.

Desperté, oí:


Tiene que reconocer el hombre
que éste es su comportamiento.

Tiene que cambiar el ritmo
y empezar enseñando
del espíritu al cuerpo.

Que en el crecimiento
el niño vaya oyendo
que pecado es cuchillo
con filo por los dos lados.

Que lo que no mande Dios,
repugne el practicarlo.

Que la alabanza primera
sea dicha para el Cielo.

El hombre lleva una vida
de correr detrás del cuerpo,
y el cuerpo lo hace esclavo
y lo retira del Cielo.

Así no puede vivir
ni el hombre malo ni el bueno.

El malo, por los momentos
que no quisiera ser malo.

Y el bueno, si piensa en Dios,
ya se siente responsable
porque lo bueno guardó.

Si eres bueno, da lo bueno
y ve quitando lo malo.

Pero tienes que ser bueno,
y malo para el pecado.
 
Que al pecado se persigue
si vas de Dios enseñando.


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Libro 18 - Dios No Quiere, Permite - Tomo III - C6

martes, 14 de julio de 2015

Terrenos con obediencia a las Pisadas del Maestro

En Sueño Profético decían:

Hay vidas vividas tan rectas de Amor a Dios, que deberían estar hechas en retrato y en sitio visible para que todos las vieran. Estas vidas son escasas, pero de grande cosecha. Estas vidas van sembrando en distinto sitio y tierra, pero según es el suelo, así será la cosecha.

Dijo uno:

Grandes Palabras dijo el Salvador de los hombres, comparando su Palabra con el sembrador, con la piedra y la cizaña, y con la tierra buena, que era el sitio suyo, el sitio de Dios, Palabras que darían fruto, que darían cosecha. Él comparaba mucho sus Palabras a los hombres del campo. Se paraba, para explicar, con los sembradores, con los que labraban. Y ya, cuántas veces a todos nos hacía pararnos en las eras, en los graneros, en los molinos. Hacía preguntas para que la respuesta nosotros la pusiéramos en la Enseñanza que antes había hecho. Había sitios que al pasar, como ya Lo conocían, Le hacían preguntas. Esta no era pregunta, pero se oía mucho: “Maestro, del terreno que pisaste fueron todos sus alrededores de grande recolección. Yo creo que tus Palabras se escondieron en el surco y florecieron. El grano que se ha ido echando ha puesto a la tierra sana, y le hemos cambiado el nombre, y este nombre se le ha puesto: “Terrenos con obediencia a las Pisadas del Maestro”.

Desperté, oí:

Estos terrenos eran malos
y daban poca cosecha.

Pero los dueños amaban,
y un día ven al Maestro,
y uno de ellos se acerca.

Maestro, si algún día pasaras
por aquel campo, acortando el camino,
allí está mi hacienda.
Me gustaría decir:
“El Maestro pisó mis tierras”.
   
Pero no para mayor producir.

Aunque son terrenos malos.

Lo que yo quiero es decir:
“El Maestro en mi casa se ha sentado”,
y mis hijos y mujer
lo cundirán por los campos.

Un día se presentó
sin tener por qué pasarlos.

Y Palabras y Pisadas,
dejan en aquellos campos
sitio donde pecadores
se quitaban sus pecados.

Día y noche no faltaba gente,
de rodillas, orando.


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Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C4

lunes, 13 de julio de 2015

Aquí se ve la Verdad

En Sueño Profético oía estas palabras:

Estas palabras son para la inteligencia, para los oídos y para la vista, y ya la lleva a la lengua. Esto es clase al espíritu. Cuando es a la materia es acción sin profundidad, palabras que iguala a muchas que el hombre habla sin sentir ni llegar al espíritu.

Decían:

Esta Enseñanza es semilla y jugo para hacer siembra. Aquí se dictan frases que, si las oyes, sin querer las piensas:

“Perdona más el bueno que el malo, y ama más a Dios el que quiere ser Santo”.

“Busca más a Dios el que sabe que Lo encuentra que el que duda si vive”.

“Si el Amor de Dios marcara la carne a pocos se les vería tatuaje que publicara “yo amo”.

“Hay más que buscan las reliquias de los que aquí viven que los que quieren las Palabras que Dios les manda para que de ellos luego quieran reliquias”.

“Se respeta más las leyes del hombre que las Leyes de Dios, siendo Dios el Dueño de ellas”.

“Ofende más a Dios el que dice que Lo ama y escandaliza con su vivir que el incrédulo que vive retirado de Él”.

Desperté, oí:

¡Es Dios el que, en la Gloria, manda que se enseñe al Espíritu!

¡Es Dios, aunque el hombre niegue por envidia al Elegido!

Estos Libros al leerlos notarán Paz en el espíritu.

Estas frases no se imitan por muchos libros leídos.

Aquí se ve la Verdad, estudiando el contenido. Que el contenido ya lleva algo que no es de los libros, de los libros que hace el hombre con el talento aprendido.

En estos Libros ves Verdad si te cambias por un niño. Que la niñez te la da el Amor que Aquí ha venido.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo V

domingo, 12 de julio de 2015

Llevar el sufrimiento

En Sueño Profético hablaban del sufrimiento. Cuando éste es llevado en silencio, cuando el sufrir empuja a que más vivas sufriendo y cuando es sufrir que la presencia la escondes de este sufrir.

Dijo uno:

Si a los que Dios elige el sufrir les pesara como el plomo o como el agua no podrían ponerse en pie por el peso que el sufrir les manda. Pero a Dios piden ayuda y ayuda Dios les manda, que a veces los ves andar como si otro llevara el sufrir detrás.

Dicen los Santos, que están dentro de la Gloria, que más se va descubriendo a los que Dios les manda Aquí por el vivir de llevar el sufrimiento y querer quitar sufrir para que a Dios lo sigan y quieran Quererlo, sin que sus vidas a Dios le manden más sufrimientos queriendo justificar el sufrir de este sufrimiento.

¿Quién puede tener sed y consolar al sediento? ¿Quién puede estar sin comida y consolar al hambriento? Esto tan sólo lo hará el que a Dios oiga en su Reino o Dios cuando mande a la Tierra su mandar y ya hay engarce del Cielo.

Desperté, oí:

Es el sufrir, según lo lleves, el que acerca a Dios o el que a Dios ofende.

Más creyeron en los Santos por verlos con tanto sufrir y vivir vidas de Santos.

Es el espíritu del mal el que persigue queriendo que no haya descanso para que en el sufrimiento a Dios no sigas adorando.

Pero el que a Dios no deje Dios siempre irá a su lado.

Y ya pueden echar peso, que él sigue andando el camino.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

sábado, 11 de julio de 2015

Comunicación de Dios, para el malo y para el bueno

En Sueño Profético decían:

Al que no ama, difícil le será conocer el Lenguaje de Dios, pero sí verá la actuación del Elegido caminar y ridiculizar los obstáculos que el hombre le ponga.

El Lugar al que Dios le da su Palabra, tiene tal altura, que todo lo material queda por debajo de él. Es ave que vuela por encima del pueblo. Es humo que se aleja porque ya ha dejado fuego, que no hay poder que lo pare. Es algo que Dios impregna para que vean aunque no amen.

Yo creo, que si el Lugar no dice “Dios habla”, piensas y piensas al ver buenas actuaciones raras, raras para comprender, y ya te viene el pensar: “es raro este vivir, es sufrir por dar Palabras, es sufrir para que oigan lo que en él Dios ha mandado.

Dijo uno:

Si el hombre aceptará la Comunicación de Dios como acepta la vejez y la muerte, muchos no se condenarían. Pero si Dios no se comunicara, no se salvaría ningún hombre. Si el hombre supiera que otra vida no hay, no sabría ser hombre bueno, y ya viviría sin Amor a Dios, que es lo que te hace ser bueno. El malo viviría a sus anchas, sin nunca pensar en Infierno. La Comunicación de Dios tiene que existir para el malo y para el bueno. El bueno vive con Dios, y su Amor lo hace bueno. Y el malo, que sepa fijo que su casa es el Infierno.

¡Cuándo pensará el hombre el sufrir de Dios del Cielo!

Desperté, oí:

Estudiando este Mensaje,
ya ves que dos mundos hay.

Y que Dios se comunica
para que bueno sea el hombre.

El hombre amando a Dios,
vive bueno sin trabajo.

Y no le llega un momento
sin dejar de adorarlo.

Dios te coge de Lugar
para que haya más buenos
y se deje de pecar.

¡Es tan sencillo el Amor
y hacer que más amen más!

Que al que Dios da su Palabra,
camina para enseñar.

Si de cerca bien lo estudias,
puede que te haga pensar.


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C6

viernes, 10 de julio de 2015

Brisa Celestial

En Sueño Profético hablaban de amar porque ames, o de amar porque quieran que ames; de buscar a Dios tú solo, sin nadie acompañarte, o de que otros vayan buscando y tú tengas que agregarte, que te agregas y te ven, un ver que para Dios no vale. ¡Hay tantas formas de amar!, esto para el que no ama. Para el que ama hay una forma nada más.

Habla Teresa de Ávila:

A mí me hacían preguntas
que no podía contestar.
Creían que si yo amaba,
era amar por amar.
El que quería este querer
con el del hombre comparar,
no podía comprender
el afán del Dios del Cielo
por Él querernos amar.

Yo, a veces, a mis compañeras,
les quería explicar
los arrobos o mis éxtasis,
que éxtasis eran más
cuando me quedaba sola
y a Dios me ponía a contar
el sufrir que yo sentía
cuando yo quería explicar.

Un día, vi como corros de ángeles,
sin dejarme levantar.
Y por la cara y el cuello
notaba una suavidad,
como espuma o como brisa
que te llega sin rozar,
pero que sientes la brisa
y no te puedes quitar
para vivir sin la brisa.

Esta brisa es sin igual.
Pues cuando quise contarlo,
no me dejaron contar
y dijeron el castigo:
15 días sin hablar.

Desperté, oí:

15 días yo calle,
y 15 días estuve en desprecio,
sin que nadie defendiera
la ofensa “pa” Dios del Cielo.

Tenía el día y la noche
para rezar y pensar,
mientras hacía los trabajos,
los más duros de pasar.

Yo siempre sentía la brisa,
que no podía olvidar,
una brisa que era Dios,
que Lo sientes sin llegar;
una brisa que alimenta,
por ser brisa Celestial.

¡Ay brisa que aún la siento!
¡Ay brisa que al despertar,
noté en mi cara y cuello,
sin poderme levantar!

Yo Te pido Aquí en tu Gloria,
que ya no castiguen más
a aquel que sienta tu brisa
y la quiera publicar,
no por cumplir el castigo
de 15 días sin hablar.
Yo quiero que no castiguen,
para poder publicar.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 12 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo II - C5

jueves, 9 de julio de 2015

Santo Dios y Santo Cielo

En Sueño Profético hablaban del Elegido y del hombre que ha conocido al Elegido. Decían:

No es lo mismo decir: “dicen que vieron”, que decir: “yo lo estoy viendo”.

Y no es lo mismo decir: “quién pudiera oír al que Dios le manda en su Gloria que diga “Dios me habla”, como decir: “yo quiero oír lo que dicen que le hablan”.

Hay quien quisiera que Dios a nadie se manifestara, aunque le veas cumplir algo de lo que Dios manda. Éste enfada más a Dios que el que no lleva la cuenta de hacer cumplidos a Dios.

Son dos posturas distintas: vida de cuerpo sin utilizar espíritu, y vida de hipócrita al servicio de los demonios.

No puede ser creer en Dios, y vivir con indiferencia y desprecio al que puede presentar: “Esto está Dios diciendo”.

Dijo uno:

Igual que acude el hombre a todo lo de la Tierra, para coger donde está el tesoro y donde el peligro se encuentra –cuando tiene aviso–, ¿por qué no se presenta en los sitios donde estos Casos se encuentran, una vez que se hacen públicos y han pasado por personas que son también de estudios y saben dónde la firma dejan?

Desperté, oí:

¡Santo Dios y Santo Cielo!

¡Cuántos irán a la Gloria
y cuántos irán al Infierno!

¡Santo eres Señor,
cuando no acabas con el mundo,
y así darías contestación! 

Por ser Dios,
Te siguen los que Te aman.

Por ser Dios,
no quieren oír tus Palabras
los que tenían que estar
de rodillas esperándolas.

¡Santo Dios, Santo Cielo!,
dicen en la Gloria espíritus puros,
y espíritus que Dios les da el Perdón
porque en la Tierra lo pidieron.

¡Cómo puede pensar el hombre
que despreció estos Mensajes,
que después entre en el Cielo!

Dios manda ahí sus Palabras
al espíritu y al cuerpo.

Un espíritu de Dios
responde a un “Dios diciendo”.


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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - C3

miércoles, 8 de julio de 2015

Fariseos y cristianos no pueden ser hermanos

En Sueño Profético decían:

La Tierra absorbe al hombre cuando de Dios se retira. Y al retirarse de Dios, ya él coge por amigos a los enemigos de Dios, que éstos tienen fuerza mala, que se la permite Dios.

Mira si tienen gran fuerza, que intentan adornar el mal para que no te des cuenta y vivas sin este Amor.

Dijo uno:

Cuando detrás llevas a Dios, no puedes tener contacto íntimo, y a nada que te ofrezcan le das valor, y desprecias. Si no ves que por dentro tienen este mismo Amor –no siendo una misma carne, que está dispuesto por Dios–, tú debes retirarte, si no es con la intención de que amen a estos Mensajes.

Pero, ¿cómo tener intimidad con el que quisiera que Esto no fuera verdad y lo desmiente en el momento que puede? Tus Palabras y tu presencia muy pronto serán negadas por Mando que dé esta Gloria.

Fariseos y cristianos no puede estar unidos con Dios Padre para decirse hermanos.

Los fariseos podrán, porque practican el daño.

Desperté, oí:

Tiene peligro en la Tierra
y más peligro en el Cielo,
el que diga “quiero a Dios”
y abrace al fariseo.

Que fariseo es
hacer como que está con Dios,
sin quererlo.

El que al Elegido desprecia,
tú ya no puedes quererlo.

Esto es despreciar a Dios.
Porque Elegido es Instrumento
del Mando de Dios.

El que no crea, no manda,
no cura y no perdona.

Es Dios el que utiliza
al hombre, al monte,
a todo lo que es materia,
para que todo esto
hable de su Existencia.

Todo esto tú lo pones con explicación
en momentos que tú ves
que van a dejar el Camino de Dios.

Si Esto no fuera Enseñanza,
sobraría la explicación,
porque no sabrías darla.

Fariseos y cristianos,
no te tapes de enseñar
que no pueden ser
hijos de Dios, ni hermanos.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III -C3

martes, 7 de julio de 2015

Curar y prevenir

En Sueño Profético decían:

Nadie dejaría de apagar el fuego por temor a quemarse, si dentro del fuego hubiera algo de su propia carne.

Dijo uno:

Hacían comparaciones tan justas, que servían de consuelo y de Enseñanza:

Tiene más condena el que se lleva de ayudada, para robar, al hijo del comisario, por la ayuda que lleva, que por el robo que hiciera.

Es más difícil entrar a la finca si el guarda se duerme, que si está despierto y prevenido.

Si el niño va de la mano del mayor, menos importancia tendrá la caída.

Todas estas comparaciones son guía para el hombre, son principio de un hecho que vas a hacer o que algún día puedes hacerlo, o contar a otro para que vaya corriendo esta Enseñanza, que es curar y prevenir de ese mundo trabajoso que el hombre ha hecho.    

Ha hecho trabajoso. ¡Que el mundo se encontró hecho: lleno de sitios Divinos, que Dios dejó hechos!

Pero el hombre no ve las maravillas del cielo, la luz, los mares, los montes; el día llevando a la noche, y la noche obedeciendo al día.

Cada uno se respeta
porque su Dueño los guía.

Y el oxígeno te llega
justo, hasta con medida;
que si la medida falta
es porque se va la vida.

¡Si con Dios vida viviste,
no mueres y continuas!

Desperté, oí:

¡Qué comparaciones te ponen en la Gloria,
que amén hay que decir!

¡Qué pena que el hombre no vea
lo que enseñan Aquí!

¡Con lo sencillo que es
ver el mal y ver el bien!

¡Con la alegría que vive
el que el pecado lo ve!

Debería el hombre estar
día y noche en oración,
pidiendo a Dios del Cielo
que siempre viera el pecado
como cañón o veneno.

¡Pero cañón que dispara,
y veneno que disfruta
cuando pasa la garganta!


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Libro 16 - Dios no Quiere, Permite - Tomo II - C7

lunes, 6 de julio de 2015

El sufrimiento con Dios, tiene premio

En Sueño Profético decían:

El que a Dios se entrega,
todo lo ve con arreglo.

El que a Dios se entrega,
de nada de lo que le pase
puede culpar a este Cielo.

Se irán secando sus lágrimas
y pensando en el Madero,
en la Virgen, en los Discípulos,
en tantos buenos que hubieron
y recibieron maltrato
y no los reconocieron.

Es la avalancha del mal,
que a éstos va persiguiendo.

Dijo uno:

La entrega a Dios te hace fuerte,
y ya Dios te elige.
Tú te ofreces y Él te manda,
y si te humillan, Él te levanta;
y si te cierran camino,
Él romperá la muralla.

Al hombre siempre le extraña
el que tiene Aquí contacto
para que ahí dé Enseñanza.
Pero no dice
(porque antes lo haya pensado):

“Voy a igualar al que me dice:
Dios existe y me manda
que hable de Él en su Nombre.
Voy a ser como Dios quiere,
no como el hombre lo manda”.

Desperté, oí:

Si piensas en lo que el hombre
Le hizo a Dios,
ves chico tu sufrimiento.

Tan chico,
que más te acercas a Dios.

Diciendo:
¡Perdón, Dios mío!

Sufrimiento con Dios,
a Él Lo llevas de compañía.

Que esto te hará pensar:
¡Si Él quiere, me lo quita!

El sufrimiento con Paz,
ya espera Mando del Cielo.

Si esto pensara el hombre,
más buscaría a Dios
en el mayor sufrimiento.

¡Tiene peligro sufrir
y apartarte de este Cielo!

El sufrimiento con Dios,
tiene premio
al espíritu y al cuerpo.

Éstos son los Elegidos
que el hombre no quiere creerlos.


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Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C5

sábado, 4 de julio de 2015

Lugar con huellas

En este Sueño Profético decían:

Al que Dios trae Aquí, si Dios no le diera Palabras suyas, no podría explicar al hombre.

El que Dios Aquí trae para que viva con nosotros y luego vuelva a la materia y enseñe de Aquí, explicárselo al hombre es dificilísimo, poniendo comparaciones y que te entiendan. Tienes que decir que ves y que no hay nada. Para esto, sólo Dios es el que te puede dar las palabras. Cuando el espíritu está sin materia, vive normal en esta Gloria, obedece a Dios como el espíritu que vino sin retorno, y vive los mismos gozos que nosotros. Su misión es más exacta. Nosotros comunicamos, y ella tiene que saber cómo comunicar a la materia. Ve Aquí escenas pasadas, pero también ve que está ocurriendo en el momento. Ve al espíritu con materia, porque Dios quiere hacerle una Enseñanza que abarque todas las manifestaciones que Dios les ha hecho a otros. Ha sentido la Fuerza de Dios en su Gloria, y su espíritu fue llevado al Abismo, lugar de los “sin Dios”, sufriendo la ausencia de Dios.

Desperté, oí:


Dios le ha ido enseñando que conozca sus Palabras, haciéndole, en Sueños y Visiones, que conozca cuándo son espíritus malignos.

Estos espíritus intentan atribular a los espíritus de Dios.

Ella los conoce en espíritu y materia.

Dios la enseña para que ella enseñe.

Y esta Enseñanza es aquilatada.

En ella no ves a ella –esto si amas a Dios.

Cuando Dios coge un Lugar para hablar de su Gloria, deja este Lugar con huellas.

Huellas que te sirven para llevarte a la Gloria.


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Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I -C2

viernes, 3 de julio de 2015

Vida Eterna para el espíritu

En Sueño Profético decían:

El que crea estas Palabras de Dios ya se retira del que vive pecando por la vida que hace diciendo a todo “esto no es malo”.

El adelanto ha puesto las leyes igual para hombre que para mujer. Y en la Iglesia, Casa de Dios, los unen como si no tuvieran otra unión, que esa que tuvieron para Dios la siguen teniendo. Y la que ponen, estando todavía la primera unión con cuerpo y vida, es unión para la profundidad cuando muera el cuerpo, y ya tienen el nombre que no hace falta nombrar.

Decían que el adelanto debería estar en las cosas que no hacen daño a nadie, y le quitan trabajo al cuerpo y le dan descanso.

Estas palabras para comprenderlas tienes que sentir el Amor de Dios y ya comparas que querer a otro Dios no puede ser, porque hay sólo un Dios. Pues compara la carne que Dios te unió, que otra no hay, y si tú la admites o la buscas ya no nombres a Dios para nada, nombra al de la profundidad, que su nombre no hace falta nombrar, que sin nombrarlo lo van diciendo las leyes y la presencia de los cuerpos.

Desperté, oí:

Ya está terminado el Mensaje que, en el Arrobo, hablaba de unir carne nombrando a Dios y luego unir otra carne a la que antes se ha nombrado.

Esto lo hacen los que se dicen cristianos, que diciendo este nombre le hacen más daño a Dios.

Ya mandan que se dicten las alegrías que Dios te ha mandado repartiendo las cintas y los Libros. Esto tiene que cundirse por todos los sitios.

Decían en el Arrobo que pensaran que para Dios, si creen que es Dios, lo reciben como en Belén Lo recibieron, porque mucho creyeron que era Dios.

Se vio una Luz grande y la presencia de la carne que Dios me unió en su despacho, como cuando vivía su cuerpo, copiando los Mensajes. Ya dijo:

     - Ana cuídate, cuídate, que tu cuerpo lo necesita el espíritu para la Obra que estás haciendo. Estas palabras las dice un espíritu de la Gloria en mi espíritu.

Los que están aquí unidos, a Dios le pido que formen un escándalo grande.

Este escándalo, dicen en la Gloria, que todos los que Esto creen y a Dios aman, también pueden formar escándalo con las cintas por ser la Palabra de Dios.

Pero tienen que recibir sin que vean enfado el desprecio que a Dios le han dado. Que este es el desprecio más grande, por ser desprecio al Dueño del Mundo de los cuerpos y el Dueño de los espíritus que quieren Vida Eterna para el espíritu.


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Libro 65 - Dios Habla al No Quiero del hombre - Tomo V

jueves, 2 de julio de 2015

El olvido de amar a Dios

En Sueño Profético hablaban de amar a Dios según la forma de vivir que tengas. Si vives muy pegado a la Tierra las cosas de la Tierra te tienen preocupado, por la fuerza de la Tierra, y te olvidas de amar a Dios.

Dijo uno:

Hay que darle preferencia, por su Amor tan sano, a los hombres que se han criado en el campo o a los de la capital que no codician los cargos, ni las carreras. Éstos saben que los cargos y las carreras, la mayoría de las veces, de Dios los va apartando, por esa vida mecánica que hacen, pidiendo que pasen los años sin preocuparse de Dios, dejando su Mando a un lado. Los hombres de carrera que esta prisa llevan no pueden amar a Dios, porque en Dios no van pensando. Al revés del que todo lo de la Tierra lo vive pero sin olvidar que esto es casa de papel, que luego vendrá la lluvia y se quedará la casa entre el fango, por fuerte que sea el papel.

Estos que piensan así aman a Dios tan seguros que seguridad les ves, que a veces dejan el sitio a Dios sabiendo que va con ellos.

Dijo el mismo:

Esto de dejar el sitio voy a aclararlo para que puedan entenderlo. Dejar el sitio a Dios es en tus palabras procurar no ofender y en tu comportamiento y, por solo que te veas, pensar que Dios está Aquí y te está viendo. ¿Cómo decir que estoy solo si siento su respirar dentro de mi mismo pecho?

Desperté, oí:

Que descripción más grandiosa de la Presencia de Dios.

Cómo te aclara que el hombre para que piense en Él tiene que vivir ahí como en casa de papel.

Sabiendo que llega la lluvia y, sin defensas, el papel quedará en tierra sucia.

El hombre puede vivir según el sitio, en la Tierra, pero con preferencia a lo Eterno, que está Aquí.

Si estás viviendo en la Tierra y tus ansias de vivir son fruto para esa Tierra, párate el correr que llevas, y tal vez a Dios lo sientas.

Dios se retira del hombre porque el hombre Lo desprecia.


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Libro 67 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo VII

miércoles, 1 de julio de 2015

El Reino de Dios es vivir siempre en Él

En Sueño Profético decían:

Hay quien no hace pecados, por Dios. Y hay quien no los hace, por el hombre. Hay quien sufre cuando otro peca, y hay quien no quiere que a Dios quieras. ¡Hay tantas formas de hacer pecados!, todo por no creer en la Vida que espera, que esta Vida hay que pasarla, bien dicho, que Aquí te quedas. Y si Aquí no te quedaras, llámate entonces muerto. De esta palabra “muerto” hablaba mucho dando Enseñanza el Maestro.

Un día, estaba el Maestro hablándoles a unos, y llegaron otros que no cogieron las primeras Palabras, por pararse con otros que iban en contra del Maestro y que los tenían por grandes hombres en la medicina, por sus estudios y la majestad que siempre ellos ponían delante del que creían que era inferior. Ya el Maestro sabía las preguntas que Le harían, pero ellos no podían saber las respuestas. Ya dijo uno dirigiéndose al Maestro:

   –El que a Ti se acerque, ¿no muere ni le dolerá la carne…?

Y terminó el Maestro diciendo:

   –¿Y también Le ofreces un Reino…? Éstas son las palabras que te faltaban.

Y ya el Maestro dio dos pasos con la fuerza del Poder de Dios en la Tierra, que a todos les retemblaron sus cuerpos, y sus rostros palidecieron cuando vieron el Poder haciendo que hablara el suelo.

   –Ve y diles a los que te han dado esas preguntas, que no sólo no muere el que se acerque a Mí, sino que le daré potestad para que sirva de medicamento para que no mueran los que a él se acerquen, y una vez que ya amen a mi Padre, les dolerá la carne cuando oigan hablar mal de Mí, más que si tuvieran hundidos producidos por la lepra, porque los dolores de la carne, no duelen como oír faltarme a Mí. Mi Reino es vivir siempre en Mí, pero sin carne, y ya no hay muerte, que es lo que no creen los sabios.

Desperté, oí:

Esta última pregunta que el Maestro le dijo cuando él todavía no había pronunciado, fue la que les hizo creer que era Dios.

Éstas fueron las palabras
que encargaron los letrados:

Pregúntale, si el que se une a Él,
no muere, no le duele la carne
y le tiene un Reino preparado.

Y siguieron con risas
y palabras tan ciertas
como el que ve cuatro y cuatro.

Antes de llegar a sus casas,
las caras habían cambiado.

Uno les sale al encuentro
con la razón de sus casas.

Las familias tenían pena
y amargamente lloraban.

Dios les hace una Visión
de alguien que Lo maltrata
y a Carne llega el dolor.

Esto era el decir:

¡Mil veces quiero estar muerta,
que ver tanto a Dios sufrir!


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Libro 11 - Te Habla el Profeta - Tomo II - C5