lunes, 6 de marzo de 2017

Dios permite, por ser Dios

En Sueño Profético decían:

Si Dios retirara su Permitir, el mundo lo acabaría en un momento. Tardaría más la palabra, que dejarlo todo muerto y derrumbado en el suelo. Y luego acabaría con el suelo. Dejaría la profundidad, que su nombre es Infierno.

Dijo uno:

El hombre, al Permitir de Dios, le llama “Dios quiere”. Dios nunca puede querer que se pierda lo que Él tanto quiere. Que hizo el mundo por él. Pero si el hombre no Lo quiere, le deja su Permitir y sufre el desprecio del hombre.

Si el hombre no se enfermara
ni contara que se muere,
no sujetaría las manos
aquel que fuera más fuerte.
Y contaría normal:
“Me insultó y le di muerte”.

Igual forma las guerras y deja los campos llenos de hombres con buena vida en su vivir y en su carne. Pues éstos caen a montones en los campos de batalla. Y lo ve y lo cuenta normal el hombre.

Desperté, oí:
Aprende a amar a Dios,
y nunca dirás “Dios quiere”
en lo que el hombre haga mal.

Dios quiere que sus Palabras las vivas
hasta que te llegue muerte.

Dios quiere que la reforma
la haga el hombre
en aquello que más cunda
que el espíritu no muere.

Dios permite, por ser Dios,
pero si tú a Él lo quieres,
te enfrentas al Permitir,
y al Permitir tú le puedes.

Dios quiere que el hombre viva,
el tiempo que esté en la Tierra,
la presencia de esta Vida.

Si el hombre amara a Dios,
no usaría su Permitir,
porque sabría que era
hacerle a Dios sufrir.


***

Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C4

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