miércoles, 8 de marzo de 2017

Vivir la vida al trote

En Sueño Profético decían:

El hombre precisa pensar en la muerte como medicamento para el espíritu.

El hombre precisa, unos minutos al día, dedicarlos a este pensar:

A la persona que más quiero,
la muerte le llegará,
y a mí me estará esperando
donde no puedo pensar,
porque de Dios viene el Mando.

La muerte te quita todo
y a los más grande te lleva.

La muerte quiere que pienses
que a lo que tú eres dueño,
mañana otro dueño llega,
por la ley que ha puesto el hombre,
que su nombre es herencia.

El hombre tendría Paz
si cada uno tuviera,
hasta el día que viviera,
que valorar la silla
sin que el asiento se rompiera,
hasta un tope de 90,
aunque a esto pocos llegan,
pero para que vivieran seguros
de que asiento no les faltaría
mientras pisaran la Tierra.

Luego, para qué querrían nada,
sin en esta Vivienda Eterna
no te hace falta de nada.

¡Es la lucha de los hombres
tener
para dejar luego herencias!

Dijo uno:

Que mayoría quisieran dejarlas
debajo de la tierra,
pero ya no tienen fuerzas
cuando este pensar llega.

Desperté, oí:

Muerte pensando en Dios,
ya piensas de otra manera.

Te sobra lo que otro dice
que escaso le llega.

Te aparta de las miradas
que a otros atormentan.

Y no deseas aquello
que tú mueres y ahí se queda.

El hombre es necesario
que piense en la muerte,
para ahorrarse trabajo
y que su espíritu salve.

¡Qué cierto
que el no pensar en la muerte
te hace perder la Gloria
y vivir la vida al trote!

Queriendo lo que más dure
y lo que más dinero cueste.

Quítate la esclavitud
que lo material te pone.

Y no luches para tener
lo que en la Tierra se queda.

Pues el trote de esa vida,
cada día será más fuerte.


***

Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C3

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