viernes, 29 de septiembre de 2017

Haz que tu espíritu siempre tenga la salud de la Gloria

En Sueño Profético hablaban del espíritu enfermo. Decían:

El diabólico es el que persigue la Palabra de Dios.

El espíritu enfermo es el que se retira de Dios, aunque veas que reza el Padre Nuestro. Esta enfermedad puede entrar en el sufrimiento o en las grandezas que el hombre lucha tanto por tenerlas.

La enfermedad del espíritu no es como la de la carne. Que si ésta quieres curarla, mayoría de veces no puedes y no sabes si Dios quiere la curación que tú pides, porque puede ser más curación, que no te cures.

El espíritu enfermo, si tú dices: “yo quiero curarme, Señor”, Dios ya te ha curado. Y nunca te negará Dios la curación, porque tu espíritu enfermo no puede entrar en la Gloria de Dios si tus sentidos no están perturbados, que éste ya es enfermo de carne. Pero estos enfermos no se están Aquí citando hoy.

Desperté, oí:

Haz que tu espíritu siempre tenga la salud de la Gloria, y que guíe a tu cuerpo para que sirvas para el Cielo antes que para la Tierra.

¡Qué cierto
que si quieres tener
tu espíritu siempre sano,
puedes tenerlo!

Y asegura,
que jamás te llegará entierro.

Pero tienes que coger y practicar
las recetas que van con este Sello.

Que es la Palabra de Dios
dicha y hoy diciendo.

Da esta receta, diciendo,
para el que quiera tener
su espíritu siempre bueno.


***

Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C6

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