miércoles, 13 de diciembre de 2017

El Amor a Dios es imposible ocultarlo

En Sueño Profético hablaban del Amor a Dios. Decían palabras que el que mucho había amado les había puesto su nombre. Decían:

El Amor a Dios
es imposible ocultarlo.

Esto te quita cortedad
y te da una fuerza
que tú no puedes callar.

Este Amor se hace dueño de ti,
porque tú todo le has dado,
que todo es de Él.

Pero quiere que tú digas:
“Yo no vivo sin tu Mando”.

Esto, lo puedes decir
con palabras en tus labios,
pero si dentro no está
este Amor formando escándalo,
tú no sigues el Camino,
apartando sufrimientos
y pidiendo a Dios más Mando.

Este Amor,
el practicarlo no puedes
si no estás dentro.
Haces un cumplido
que el que ama
ya te lo está descubriendo.

Este sentir de este Dios,
no es difícil el explicarlo,
pero sí es muy difícil
el seguirlo y copiarlo.

Es difícil tener sed,
no beber y darle el agua
al que tienes al lado;
que te den en la mejilla
y que pongas el otro lado.

Pero es mucho más difícil
el silencio y el callarlo
este sentir que tu sabes
que no puede ser humano.

Desperté, oí:

Mis palabras, en este arrobo,
no dicen claro mi nombre.

Yo era más conocida
por no callar mis éxtasis
al que místico vivía.

El que no me conocía
y me oía la primera vez,
si pedía Amor a Dios,
Fuego mío sentía él.

Este Amor crece
cuando tú quieres cundir
este Amor cómo lo sientes,
una vez que tú Le dices:
“Mi vida ya tuya es”.

Siempre este Fuego te persigue
en lentitud o en impaciencia.

En lentitud, en espera,
cuando quiera Dios mandarte algo,
que ya ven en la Tierra
que Teresa no está hablando.

El silencio era en mí
cadenas en mí luchando,
pero tengo que decir,
que varias veces lloré
después de formar escándalo.

¡Ay escándalo de Gloria,
que yo iba contagiando!

¡Ay escándalo Divino,
que aquel que guarde silencio,
Dios lo aparta del Elegido!

Aquel que diga silencio
a la Palabra de Dios,
que haga examen de conciencia
y pida a Dios el Perdón.

TERESA DE ÁVILA


***

Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C5

1 comentario:

  1. Cuanto Amor de Dios llevan los versos de Santa Teresa
    Ella no estaba tranquila si no era hablando de Dios
    Porque la boca rebosa lo que lleva el Corazón

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