miércoles, 3 de julio de 2019

Amando a Dios, amas al Prójimo

En Sueño Profético decían:

Hasta que el hombre no ame a Dios, no podrá haber Amor entre ellos. Hasta que el hombre no viva Prójimo, no conocerá al hambriento, y al no saber cómo vive, no podrá compadecerlo, y no dará la Caridad, con Amor, mirando al Cielo.

Dijo uno:

Hay quien hasta prohíbe que le hables del hambriento, del que vive el dolor de la carne y el dolor del desprecio. Que esto no se encuentra en el Prójimo, toda la gama de sufrimientos. Que hay veces que tienes de sobra y te aumentan los sufrimientos.

Desperté, oí:
Amando a Dios, amas al Prójimo y valoras o desvaloras los sufrimientos.

Los sufrimientos se agrandan, en todos los sufrimientos, por falta de Amor a Dios, y ya pierdes la Esperanza.

Sufrimiento donde hay sobras, llega el momento que el sufrimiento te ahoga.

Te ahoga cuando te llega el sufrir y tus sobras no pueden quitártelo.

Y te viene el pensar: “Con mis sobras sí puede a otros quitarles el sufrir, pero yo no amaba al Dios y al Prójimo no acudí”.

Si el hombre a Dios amara, buscaría quitar el sufrir como el sediento busca el agua.

Si al Prójimo te ofreces con el sufrimiento, piensa que Dios te estará viendo.

Que es el Dueño de tu espíritu, cuando el espíritu abandone el cuerpo.


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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C6

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