lunes, 26 de agosto de 2019

Un Amén con alegría

En Sueño Profético hablaban de este Mando, que en el Lugar que Dios lo daba, el hombre grande sufrir ponía.

Aquí pueden ver lo que es de Dios y lo que es del hombre.

¿Qué profesor en las cosas de la Tierra recibe malos tratos porque quiere que los alumnos aprendan?

Este Caso no se ha dado. Y a más alto sea el cargo, más piden permiso para asegurarse, preguntando la palabra que han oído, y empiezan la pregunta con estas palabras: “Por favor”. Y terminan con éstas: “Usted perdone”. ¿Pues cómo aquí, que son Palabras de Dios dichas a un espíritu para una publicación mundial, va a poder el hombre corregir una Palabra? Intentar esto es ponerte enfrente del Poder del Único que hizo el mundo y el Único que puede destruirlo con la rapidez de un relámpago.

Dijo un Espíritu de la Gloria:

Igual que Dios te mandó prohibición al confesionario, igual manda que sea cortado y prohibido dialogar poniendo preferencia a palabras que no han ido de Aquí al espíritu que Dios le da el “ve y di”.

Desperté, oí:
Que cojan los libros y estudien
lo que Dios dijo a sus Discípulos
y lo que hoy está diciendo.

Y que contesten a preguntas
que su nombre es Evangelio.

¡Cómo poder dialogar
en contra de este Diciendo!

Este martirio se acaba,
porque ya cumplió su tiempo.

Ni teólogo,
ni el máximo profesor de lengua,
puede cambiar aquí un texto.

Queda prohibido el diálogo,
si el Amén no va en letrero.

Un Amén con alegría.

Y si no, un Amén con miedo.

Que sea el oír el Mensaje, diciendo:
“Es a Dios al que estoy oyendo”.

Con las manos en la cara
había quien oía al Maestro.

Con esto decía el Amén
el que antes dio desprecio.


***

Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C4

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