lunes, 30 de septiembre de 2019

La Fuerza del Amor a Dios

En Sueño Profético hablaban del Amor a Dios. Decían:

El que este Amor sienta,
se notará inquietud,
y al descanso lo desprecia,
como no sea descanso
que más alboroto sienta.

Al que le llegue este Amor,
sus actos te lo demuestran:
Todo ya lo ve vacío
por contenido que tenga.
Ya sólo vive ansiedad
de querer que todos sientan
esto que no tiene fin,
ni te cansa, ni te aleja.
Ya se encarga la ansiedad
de que nunca esté lleno,
para querer amar más
a este Dios, que siendo Dios,
Él se hace Pregonero.

Este Amor tiene una Fuerza,
que queriendo y no queriendo,
lo de la Tierra desprecias,
como aquello de la Tierra
quiera ponerse primero
que esta Luz que va alumbrando
dentro de tu mismo cuerpo,
que a veces dan tus palabras
destellos y relumbrones
que a la oscuridad apartan,
y te llega la alegría
que al hombre le hace falta.

Esto es Medicamento
que al espíritu le falta
para tener ansiedad
de buscar estas Palabras,
dichas y sin dejar de mandar
las mismas, justificando
que no hay otra Verdad
que Dios manda en tu espíritu,
que es la vida que te da.
Que Él sigue siendo Dueño,
pero entrega Libertad
para quererlo o no quererlo.

Desperté, oí:

¡Cuántas veces yo decía:
Si yo fuera Libertad,
engañaría a Dios del Cielo,
obligando a que los hombres,
a Él quisieran lo primero!

Luego pedía Perdón
por aquellos pensamientos
que mi ansiedad me ponía
cuando veía que el hombre
no nombraba a Dios del Cielo.

Esta inquietud,
esta ansiedad,
y este grande sufrimiento,
me hacían odiar en la Tierra
lo que no era para el Cielo.

Lo que Aquí no llegaría,
porque no era ansiedad
de querer más a Dios
y de sufrir,
por más quererlo.

Esta ansiedad,
al que la tiene,
no se le achica,
y se agranda
cuando ya vives en Cielo.

Entonces te manda Dios
y se acaba el sufrimiento.

TERESA DE ÁVILA

***

Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C2

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