lunes, 28 de octubre de 2019

El querer, a Dios llama

En Sueño Profético decían:

Puede más el querer que el poder. El querer busca al poder, y ya Dios hará Presencia, porque el querer, a Dios llama.

El poder sin querer, no busca al querer. Que este querer es llamada de Dios.

Dijo uno:

Yo, cuando viví con cuerpo tenía siempre esta oración anclada en mi pensamiento:

Señor, si a Ti no Te voy a servir, para qué quiero mi cuerpo.

Si mis bienes los escondo, quítamelos y que vayan a otro.

Si mi lengua no sirviera para dar alabanzas al Cielo, de qué me sirve la lengua.

Déjame mudo, y mi mirada Te alabará mirando al Cielo.

Lo que no sea para servirte a Ti, no lo quiero.

Desperté, oí:

Esta oración yo la hacía
sin palabras y en mi trabajo.
Tampoco la hacía seguida.

A cada acción del día,
un pedazo le ponía.

Si estaba con algún amigo,
en palabras me la oía.

El pedazo que se fue cundiendo
es este que hoy se dicta:

“Señor,
si a Ti no Te voy a servir,
para qué quiero mi cuerpo”.

Cierto,
que al querer servir a Dios,
Él siempre te hace Presencia.
 

***

Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C8

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