lunes, 14 de octubre de 2019

En el Prójimo estoy Yo

En Sueño Profético hablaban de Dios en su Gloria, del Elegido y del hombre.

Decían:

Si el sufrimiento del Elegido lo cogieran como dolor en su cuerpo, si no pudieran quitárselo, ya buscarían el calmante para quitarse el dolor y para poder achicarlo.

Dios Hombre le dice al hombre:

Mirad al Prójimo como a vosotros mismos, que en el Prójimo estoy Yo. Lo que hagáis al Prójimo, Me hacéis a Mí”.

Estas Palabras fueron dichas por Dios cuando se hizo Carne.

Muchos Lo conocieron como Jesús, “El Salvador de los Hombres”. Que por ellos se hace Hombre. El que Lo seguía Le decía como los Discípulos: “Maestro”. Éstos sufrían cuando el hombre le ponía indiferencia a sus Palabras. Y se llenaban de gozo cuando oían: “Maestro, ¿quieres algo de mí, mañana?”. Esto cuando habían terminado algún Mensaje por Él mandado.

Desperté, oí:

El que Le servía, Le quitaba sufrimientos a Él, porque al hombre se los quitaba.

Éstos sí cogían el sufrimiento de Dios Hombre como llagas en su misma carne. El que no decía “Maestro qué quieres de mí”, éste no sentía sufrimiento.

Siendo Dios Dueño del mando del hombre, le deja Libertad, para que el que no quiera Servirle, que no Le sirva.

Y siendo el Dueño de toda la Tierra y el Cielo, tiene que pedirle al hombre vivienda para descansar, cuando Él iba dando al hombre sitio en su Reino.

Esto Le hizo el hombre a Dios, y hoy se Lo sigue haciendo.

Se repiten sus Palabras sin cambio, en la Tierra. Éstas, ya, bajadas del Cielo.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C3

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