jueves, 24 de octubre de 2019

La Huella de Dios

En Sueño Profético decían:

El que Dios elige para enseñar, es normal en todos sus actos. Lo que no es normal es en aceptar el sufrimiento y seguir buscando la Huella de Dios, y, en silencio, no tener descanso, pidiendo su protección, sabiendo que Dios siempre oye, aunque tú no pongas voz.

El pecado lo rechaza porque va en contra de Dios, y antes de que llegue el pecado, ya está diciendo “no”, y el camino va cerrando.

El pecado, antes de que llegue, va camino preparando. Si no te acercas a Dios, puedes salir engañado.

Dijo uno:

Esta forma se vivir no fue Mando que Dios puso y ya tú vives así. Esto fue con Libertad y sintiendo el sentir que siente el espíritu y materia.

El hombre quita valor al vivir del Elegido, creyendo que el caminar es terreno firme y liso.

El que esto crea así, está en párvulos, aunque sea hombre listo.

Desperté, oí:

La vida que hizo el Elegido
fue ofrecimiento a Dios
para servirle al Prójimo.

Pero un ofrecimiento
sin pensar ser aceptado,
por no creer merecerlo.

Fue ofrecerse
a un deber de cristiano,
a Dios del Cielo.

Pero sin nunca pensar:
“lo que hago, no debo hacerlo”.

Este Instrumento sentía,
y siente, normal,
en el espíritu y cuerpo,
reacciones de alegría
o reacciones de sufrimiento.

Pero con una presencia
de algo que tú no ves,
pero que a ti sí te está viendo.

Sentir algo poderoso
que da contacto en el Cielo.

Luego, es sentir con Visión,
con Mando,
y su nombre es Instrumento.

Ya no manda
en acción, en Visión,
ni en poner aquí silencio.


***

Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C2

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