domingo, 29 de diciembre de 2019

El que recibe el Perdón no sabe cómo contarlo

En Sueño Profético decían:

El bueno, sin hacer uso del bueno, es agua estancada que acaba siendo mala y no dio provecho.

El bueno es Fuerza de Dios viviendo en un cuerpo que siempre está pensando en buscar y quitar al que ve que va por el camino del pecado. Y si se nota con fuerzas, buscar al que está pecando.

Sigue Agustín de Mónica:

Debía el hombre,
que por bueno se tiene,
buscar al pecador.

Yo no fui un hombre bueno
hasta que Dios me llamó.

Porque yo miraba al Cielo
y Él sabía que yo quería el Perdón.

Nadie lo supo en la Tierra
hasta que Él me lo dio.

Luego, yo quería cundirlo,
pero me faltaba valor.

Tuve más fuerzas
para pedir el Perdón,
que para cundir
que Dios me había perdonado.

Tuve más compasión al pecador,
que compasión me habían dado.

Yo vivía las noches largas
cuando ya odié el pecado.

Una noche,
sentí en mi oído
a mi mismo llanto.
Era algo que no quería
que dejara el pecado,
pero más fuerzas yo ponía
y quedé muerto y con Vida,
oyendo la Voz de Dios:
Agustín, estás Perdonado”.

Quise contestar y no pude.
Quería darle mi llanto,
pero me dejó en éxtasis,
y el Perdón me había dejado.

Desperté, oí:

El que recibe el  Perdón
no sabe cómo contarlo
para que crea aquel
que lo vio en el pecado.

Yo lo conté, y mi vida,
después, me lo fue firmando.

No podía ya vivir
sin apartar del pecado.
Hombre bueno no lo fui
para el hombre
que él se tenía por bueno
y de Dios vivía apartado.

Hombre bueno fui para aquel
que vio el cambio en mi vida
y que quitaba del pecado.

Mi vida ya consagré
a buscar por los caminos
al que no podía volver
al camino que dejó.

Yo les contaba mi vida,
y cuando me retiraba,
el nombre de Dios oía:

“Señor, que Agustín pida por mí,
que su petición me sirva
como la suya sirvió.

Si me siento perdonado,
ya seguiré su Camino
para ir de Ti hablando”.

AGUSTÍN DE MÓNICA


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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C3

jueves, 26 de diciembre de 2019

Niño Jesús

En Sueño Profético decían:

¡Qué difícil es que el hombre ponga en Dios la Fe, la Esperanza, y que practique la Caridad en el Prójimo!

¡Qué difícil es que el hombre coja el sufrimiento y lo achique, pesando en otro que es más sufrimiento que el suyo!

Dijo uno:

Mi madre me enseñó a mí, que cuando el sufrimiento quisiera mandar en mí, que pusiera el sufrir de María y José, cuando vieron a aquel Niño sin poderle ellos una casa ofrecer, sabiendo que era Dios y no poderle decir: “Tú tienes lo mejor”. Lo miraban y lágrimas no salían, y admitían a los pastores cuando llegaban cantando y cuando su Nombre oían en aquellos alegres cantos.

“Niño Jesús,
que has nacido en la Tierra
y en el Cielo te has quedado.
El que crea en los Profetas
tiene que venir a adorarlo”.

Desperté, oí:

Cierto que si piensas en el sufrimiento del Nacimiento de Dios, Dueño de todo, y los administradores negarle una vivienda, ¿qué puedes ya comparar con lo que a ti te venga?

Pues sigue pensando, y escribe hasta que se hizo Hombre y el hombre Lo mató con un martillo y unos clavos.

Y después te lo presentan en la Cruz clavado.

Aprende como esta madre, que quiere que el sufrimiento lo achiques y no lo agrandes.


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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C3

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Siempre vivo Navidad

En Sueño Profético decían:

Si no eres de Dios, ya lo dirá Dios. Lo dirá aunque tú no quieras, porque tú puedes tapar poco tiempo esta mentira, aunque te vean cantar la Noche de Navidad celebrando su Venida.

Si tú eres de Dios, es grande la diferencia, como la noche y el día, como el buey y la cigüeña.

Todavía es más grande la diferencia de ser de Dios a no ser, y querer que lo que dices lo crean.

El que es de Dios no tiene día, no tiene noche, no tiene hora, siempre vive el momento que le recuerda su Nacimiento. Y este momento le da alegría para poder con los sufrimientos que dan las noches, que dan los días.

Si eres de Dios, sirves al Prójimo, que allí está Dios.

Dijo uno:

El Nacimiento de Dios yo lo vivía a diario, igual que su Crucifixión. En la alegría ponía su Nacimiento, y en el sufrimiento su Crucifixión. Y a veces sentía, donde no tenía nada, dolor, y ya ponía enano aquel sufrimiento gigante que hacía yo.

Desperté, oí:

Si el Nacimiento celebras,
que el celebrar no sea corto.

Y siempre tendrás la Paz
que Dios vino a dejarnos
la Noche de Navidad.

Hay quien cambia la Navidad
por alboroto y pecado.
Esto ya no es Navidad.

La Navidad hay que vivirla
haciendo este pensar:

¡Señor, quiero estar siempre contigo,
y ya, siempre vivo Navidad!

Lo que cambia es la fecha,
pero no cambia el amar.

Empieza a vivir con Paz,
si antes no la vivías,
la Noche de Navidad.

Pero que dure esta Noche
hasta traerte a esta Eternidad.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C5

domingo, 22 de diciembre de 2019

La Obediencia lleva Amor

En Sueño Profético decían:

La Obediencia lleva Amor, y el Amor lleva Obediencia. Esto en las Cosas de Dios. En las del hombre, la obediencia, mayoría de veces, es temor, y el temor obliga a la obediencia.

Dijo uno:

Cuando tú estás entregado al Mando de Dios, tú no dejas de pensar: ¿qué haría yo para más contentar a Dios, que tanto sufrir Le manda el que le falta este Amor? Si oyes estas Palabras y ves que Aquí están dichas, no le pongas contra a nada de lo que el Instrumento te diga.

Es lástima que no se den cuenta, que el que de estas Palabras se retira, deja sitio en su espíritu para que otros espíritus con mando satánico le hagan ver lo que ellos digan, y ya ponen la muralla, y el que Dios le da Mando, la Confianza retira –¡que se la retira él!–, porque el que lleva esta Enseñanza, jamás lo haría.

Es fácil ver y comprobar, al que de aquí se retira, en su forma de actuar.

Desperté, oí:

Cosa que veas que con la Enseñanza de Dios no entra, tienes que decirla y dejarla en su conciencia.

Porque el que vaya viéndola, no la iguala con esta Enseñanza.

Ya está el tiempo pasado para volver al principio de estos 30 años.

Para que hicieran parada y esta Verdad la vieran.

Nadie mejor que los que están cerca pueden pedir opinión para no hacer lo que a Dios ofenda.

Y el que se hace Sagrario de Dios, tiene que ir enseñando con Amor.

Pero él, ser el primero en respetar lo que Dios manda del Cielo.

No se puede describir el sufrir tan grande que es, el amar a Dios y querer que todos vean que esa vida es corta y sucia, y Ésta es la Divina, limpia y Eterna.

Pídele a Dios que veas claro lo que el Elegido enseña.


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Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C2

viernes, 20 de diciembre de 2019

Haceros niños si queréis entrar en mi Reino

En Sueño Profético hablaban del adelanto, del invento, de la prisa que el hombre le quería dar al cuerpo. Eran palabras que dejaban silencio de cementerio, y Dios manda que las dicten los que tienen por muertos. Decían:

El hombre quiere quitarle al niño lo que Dios quiere que tenga el hombre, que son estas Palabras que Dios al hombre le dice:

Haceros niños si queréis entrar en mi Reino”.

El hombre le está quitando al niño la inocencia hasta en los juegos, con herramientas en las manos, de las que matan los cuerpos. Entendido que sus manos, con lo que tienen no matan, pero ya ven normal que los hombres se maten. Y te hablan de las guerras, y a los mayores les agrada que no oigan palabras de inocencia, que son las que Dios manda para que el hombre no viva perdiendo la Gloria.

Desperté, oí:

Decían que a los mayores les molestaba que el niño, con siete años, tuviera inocencia en sus palabras.

Que lo tenían por retraso, por lo que el mundo avanzaba.

Ya, a los de diez y doce años, a las clínicas los mandaban, porque llevaban en su espíritu todavía las palabras que Dios quiere por ser niños.

El adelanto no puede cambiar el peso por la medida, que son los kilos y los metros.

Pues igual es el hombre y el niño.

Querer igualarlos: a uno de los dos rompes.

Y siempre le tocará perder al niño cuando llegue a hombre.

Al niño no le hace falta que le hablen del pecado.

Que el hombre lo retire de él como del fuego y del fango.

Y ya tiene que ser hombre bueno y no malo.

El hombre quiere que el niño pronto deje de ser niño y viva la maldad y el pecado.

Cuida al niño como niño, y al anciano como anciano.

Y no pongas el adelanto y el progreso en contra de este Mando.

Que es amor al niño, y el tiempo ya le irá enseñando lo que no es de niño, que esto ya se lo enseñan los años.


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Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV- C7

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Amad a Dios antes que a todo

En Sueño Profético decían:

Pone el hombre lo del hombre lo primero, y después pone lo de Dios. Y aquí ya empieza apartándose de la Ley de Dios, que el mismo Dios dice a los hombres: “Amad a Dios antes que a todo”.

Dijo uno:

Yo presencié una respuesta de Dios Hombre a unas mujeres que le salieron a su camino para preguntarle que si pecaban queriendo al hijo antes que a nadie.

Todos oímos esta respuesta:

“No sólo que pecas, si no que te falta el querer a tu hijo. Tienes que querer a Dios Padre en Dios Hijo, para que de tu hijo nunca muera su espíritu, y su carne no te dé sufrimiento con la llegada de la enfermedad al espíritu o al cuerpo. Querer al hijo es cuando digas: “Yo quiero mucho a mi hijo, pero más quiero a Dios que es el que me lo cuida y puede salvarlo”.

Desperté, oí:

Estas mujeres, las tres, que a Dios Hombre se Le acercan para hacerle la pregunta, discutían muchas veces con una vendedora que después de que hacía la venta nombraba a Dios con estas palabras:

“¡Bendito sea Dios! Yo quiero y quiero mucho a mis hijos, pero yo quiero más a Dios”.

Todo el que la estaba oyendo no le daba la razón.

Querían quitarle el sentir con estas palabras:

“¿Tú crees que Dios va ha permitir que tú quieras a Él antes que al hijo que tuviste en tus entrañas?”. Antes contestaba ella que terminar las palabras:

“Si todos los días hago la venta por Él, para que lleve a mi casa lo que necesitan, y me sobra y no me falta. Y yo, hay días, que no tengo fuerzas e intento quedarme en mi casa, y a Él siento con una fuerza: “¡Ten de sobra, por si tú también faltaras! Hoy harás doble la venta”.

Cargo la bestia y me voy, y dejo a los dos chicos, y los dos mayores empiezan: “Madre, yo hoy me voy, que te veo muy contenta, y es que Dios te está diciendo que hoy será grande la venta”.

Cacharros y telas llevaba la madre, y ellos tortas del pueblo. Ya cundieron, por donde iban, las Palabras del Maestro.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C5

martes, 17 de diciembre de 2019

Donde a Dios no aman, no comprenden este Amor

En Sueño Profético hablaban de amar a Dios y de negarle al que ama lo que recibe de Dios, porque donde a Dios no aman, no comprenden este Amor.

No comprenden porque llevan algo en contra de Dios: no querer o no creer que pueda comunicar su Existencia Aquí en el Cielo.

Yo sufría y no negaba
aquello que Dios del Cielo
hacía que a Tierra bajara.

Y otras veces era a mí
al que al Cielo me llevaba.

Este gozo le podía
a aquella lucha en mi alma.

Había veces que luchaba
alegría y sufrimiento.
Había días que notaba
dentro de mi mismo cuerpo
un “no” que me detenía,
y un “sí” que ya descubría
lo que me estaba ocurriendo.

Este “sí” me daba fuerza,
y ya se iba el tormento
del espíritu del mal,
que aunque no estaba en mi cuerpo,
estaba en los demás
que a Dios iban persiguiendo.

Desperté, oí:

Si Dios no diera palabras,
no se podría contar
lo que el espíritu siente
cuando oye este mandar.

¿Quién podría comprender,
pedirle a Dios los éxtasis,
y luego decir:
Señor, yo no puedo sufrir tanto
cuando tengo que contar
lo que a mí me está pasando?

¡Yo, Señor,
no sé si peco!

¡Yo, Señor,
no se si halago
cuando hablo de tu Gloria
porque Tú me lo has mandado,
y queda una frialdad
como en sitio que ha nevado!

Hay veces que siento lucha
para odiar al que le hablo,
y algo me dice ¡no!

Hay veces que me retiran
con voz,
pero no oigo voz,
pero siento la alegría
de las campanas de Dios,
que en el repique se alegran
de que defienda a mi Dios.

Esto no puede entenderlo
el que viva la desgracia
de  no vivir este Amor.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C2

lunes, 16 de diciembre de 2019

Haz que te sirvan tus manos pensando en Dios

En Sueño Profético decían:

No creas que está más cerca de Dios el que nada necesita. Tan sólo con este pensar, ya se retira.

Estar cerca de Dios es necesitar y que tú sirvas. Si necesitas, Dios ya te pone a alguien que te sirva. Y a este que te sirve, Dios lo ilumina.

Dijo uno:

El pedir es de Dios. Dios dijo en la Tierra: “Pedid y recibiréis”.

Si pides, obedeces a Dios. Y si recibes, Dios lo ha dado. Pero esto tiene que ser sabiendo que es Dios el que está mediando.

Cuando media Dios, piensa que son dos manos. Una va cogiendo. Otra va soltando.

Cuando no es de Dios, cogen las dos manos.

Yo Le pedía a Dios que lo que me diera no quedara en mí, si de sobra era. Si eran palabras o era cosecha.

Desperté, oí:

Hay palabras dichas,
tan llenas de Dios,
que quitan dolores
y acercan a Dios.
   
Al que tiene y guarda,
no le manda Dios.
Él solo se guarda
para el panteón.

Y deja en la Tierra
alegrías y risas,
porque de hucha sirvió.

No hay alegría mayor,
que le sirvas al Prójimo,
porque Prójimo es Dios.

Haz que te sirvan tus manos
pensando en Dios.

Y una irá recogiendo,
la otra, soltando.

Que esto da alegría al vivir
y estar a Dios contentando.


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Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C7

jueves, 12 de diciembre de 2019

Dios, con su Palabra, edifica y destruye

En Sueño Profético decían:

Si alguien se dedicara a revisar archivos de santos, elegidos, místicos y contemplativos, no darían con un caso igual a éste, que a diario escriba, dictado en el Cielo, lo que el Mando de Dios al espíritu le enseña en el arrobo, ya pasados los 30 años.

Si esto lo pensara el que puede remediar esta cadena de sufrimientos, le sobraría la comida y el sueño.

Dijo uno:

El Instrumento no puede hacer más que el Mando que está recibiendo: abrirle las puertas y no obedecer al silencio. Que si esto también quisieran pensarlo, verían puro Evangelio.

El que Dios le da sus Palabras, va alborotando al silencio, y aunque quisieran callarlo, se quedarían en el intento. Porque la Fuerza de Dios hizo el Mundo sin hombres y sin suelo, sin adelanto del hombre y sin dinero.

Dios, con su Palabra, edifica y destruye. Su Palabra se hizo Carne. ¿Qué más quiere ver de Dios el hombre?

Desperté, oí:

Era para que el hombre estuviera siempre sediento de Dios.

Era para que recordara a lo que bajó a la Tierra, y cómo fue el comportamiento del hombre.

Pues desde entonces no ha dejado Dios a los Elegidos que han querido su Mando y con su vivir lo han pedido.

Pues en este Caso, no es que el Elegido cuente que ha visto u oído.

Es que presenta Escritos intocables para teólogos y para el que vive de las letras.

El que ama, no puede olvidar lo escrito.

Y al que no ama, le da miedo el decir que es invento suyo.

¡Caso único!, se oía en la Gloria decir.

Y también: “¡El hombre no cree Aquí!”.

El hombre no cree en Dios porque Dios le deja su Permitir y no hace de Dios.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C7

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Las cosas de Dios comprende el Amor

En Sueño Profético hablaban de comprender el Lenguaje de Dios, su Mando y su Poder. Decían:

En las cosas de Dios,
primero tienes que decir “Sí”,
y luego querer comprenderlas.

Las cosas de Dios
son más aceptadas
donde manda el Amor.

Si este Amor falta,
no pienses ni busques,
que ya nada encaja.

¿Cómo comprender,
que a uno que vieron
hacer vida quieta
no esté hoy con Él.
Y a otro que fue
por camino sucio,
hoy esté con El?

Si en estos dos hombres
pones Amor a Dios,
pronto lo comprendes.

Las cosas de Dios
comprende el Amor,
no las razones del hombre.

Si no fuera así,
ya no eran de Dios,
por buenas razones
que pusiera el bueno,
que bueno ve el hombre.

Las cosas de Dios
son secreto en escándalo;
muralla por medio,
que Dios la convierte
en cristal transparente,
y todos ven claro,
pero nunca pienses
por qué fue muralla
y luego cristal transparente.

Si esto así lo piensas,
no busques razones,
porque te condenas.

Dijo uno:

Las cosas de Dios
son escritos sin letras,
para que las entienda
el culto de letras
y el rudo que labra la Tierra.

Desperté, oí:

Hay más rudos profesores, que profesores rudos, en el entender de Dios.

¿Cómo comprender, si Amor de Dios no va delante, que el hombre adore a uno que mucho pecó –y no se van a citar nombres–, y de otro que vivió normal, el hombre de él no se acuerde?

Pues pon Amor de Dios delante y ya te sale la cuenta, sin ser números iguales.

El que más crea Aquí, más con el Elegido comparte alegría y sufrir.

Jesús dijo a los Discípulos: “El que Me vea triste, y el esté contento, no está Conmigo”.

“Y el que Me vea en la Cruz y Me llore como muerto, no cree en mi Resurrección”.

“Creed y aceptad, lo que está dicho por Mí, aunque en el momento no lo estéis comprendiendo”.

“El que más cumpla estas Palabras, más sabe que soy Dios viviendo de Hombre, hasta que se cumpla lo que mi Padre ha dicho en el Cielo
”.


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Libro 23 - Hechos de Jesús Perdios, Hoy Dictados En Gloria - Tomo IV - C4

martes, 10 de diciembre de 2019

Haced el bien y derrumbaréis el mal

En Sueño Profético decían:

La Paz te la da el hacer el bien por Dios.

La Paz te la quitan los espíritus que no quieren que a Dios le lleguen Glorias.

El hacer el bien obliga a la Paz a que allí habite. Y la Paz, al bien te lleva.

Dijo uno:

Si tú haces el bien por Dios, ya Dios administrará el bien que por Él hiciste.

El bien, cuando lo entregas pensando en Dios, ya verás ganancias.

Haced el bien y derrumbaréis el mal”, fueron Palabras que Dios Hombre dejó dichas en la Tierra.

Que os conozcan por las obras”.

También fueron éstas dichas:

No os preocupéis de lo que pertenece a Mi Reino, porque es mandarle a mi Padre y a Mí, que somos el mismo Dios, aunque se nombren Padre e Hijo. Haced el bien aquí, en la Tierra, y dejad el juzgar para el Cielo”.

Desperté, oí:

Si el hombre practicara el bien
como Dios tiene enseñado,
tendría siempre su espíritu contento
porque estaría alimentado.

Tan sólo con las Palabras
que Dios manda a este Dictado,
si el hombre las aprendiera,
pocos no serían salvados.

El hombre hace el bien,
mayoría de veces,
siempre midiendo y pesando.

Este bien no cura espíritus,
no enseña,
y de Dios va retirando.

Con una mano levantas,
y con otra vas pegando.

Aquí puedes oír respuesta
de odio, de pena o llanto.

La Enseñanza que da Dios
es levantar al caído,
y el Cielo sabrá juzgarlo.


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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C3

jueves, 5 de diciembre de 2019

Lugar en el que Dios pone sus Palabras

En Sueño Profético decían:

Hay quien practica la palabra cristiano y no busca ni cree nada que le digan de este Mundo, donde el cuerpo no entra.

Hay quien habla de los Santos y no admite palabras que digan: “Está pasando, allí o aquí, lo que le pasó a aquel Santo”.

Esto, el hombre lo ha dejado siempre según el que más haya mandado y más publicidad haya dado. Pero esto, que en este Lugar pasa, es diferente. Aquí, el mismo Dios se hizo presente, en el principio, con estas Palabras:

Te voy a hacer ver mi Vida Pública. Unas veces serán espíritus con materia. Otras veces será la Enseñanza con cuerpo, para que el que quiera la siga”.

Esta Enseñanza ha sido explicada con tal firmeza, que el hombre no ha podido llegar a corregir una palabra.

Dijo uno:

Ella habla del sentir del espíritu, que como no haya vivido este sentir, es imposible contarlo y responder a preguntas que hagan teólogos u hombres de alta escala en la rama de las letras, que sean personas justas en el momento de las preguntas que quisieran hacer.

Esto es Sabiduría Divina, con el Mando de Dios, para que no quede oculto en manos del hombre.

Desperté, oí:

Despierta oyes estas Palabras que Aquí mandan dictar:

Te voy a hacer sentir cómo se desprende el alma del cuerpo”.

Y fue dejando sin acción todos los miembros de su cuerpo, hasta dejar de oír, y ya verse vivir, pero sin cuerpo, y el cuerpo verse sin movimiento.

Le da el entendimiento para que le ponga la palabra.

Y le da la fuerza para que la rectificación no llegue, por no mandar en lo que a ella le manda.

Esto no es santo ni místico.

Esto es Lugar en el que Dios pone sus Palabras, que Dios le dio el nombre de Profeta.

Nombre que al hombre le extraña, lo desprecia y no acude.

El contemplativo o el místico nunca dirán las palabras con esta fuerza incansable, que le pone dudas al que no ama.


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Libro 31 - Te Habla El Profeta - Tomo IV - C2

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Elegido para enseñar

En Sueño Profético decían:

Al Elegido se envidia, pero poco se imita.

El Elegido para ir enseñando, ya va tirando de grandes sufrimientos. Esto es querer dar la Vida, y el hombre despreciando. Esto es querer quitar la suciedad de aquel que se ensució o se está ensuciando.

El Elegido para enseñar sufrió mucho hasta ser enseñado. Pero fue sufrir con ansiedad, pidiendo a Dios:

“Señor, que no me falte este Contacto, que yo sé que no es de la Tierra. Porque nadie puede hacer lo que a mí me está pasando”.

“Señor, aunque me veas con miedo, que me siga esto pasando”.

Dijo uno:

¡Es tan grande el ver y oír donde no hay materia! Es un contacto con Fuerza, difícil el describir para que el hombre lo entienda.

Tienes que buscar un sitio donde todo allí quede por ser para la Enseñanza. Luego, Dios te da las fuerzas para que el hombre no llegue, y ya al hombre te enfrentas. Te crees que te pones malo, y es salud que te llega apartando la materia.

Hay cosas que te contaron que no fueron verdaderas como aquí están explicando.

Desperté, oí:

¡Es cosa tan diferente
saber para ti
o tener que explicar para otro!

Pues figúrate explicar
donde te hablan
y no hay cuerpos.

Decir: “iba andando
y no había suelo”.

Estar viendo caminos y oír:

Ésta es la Gloria.
Aquí está mi Padre sin Cuerpo,
Yo con Cuerpo de Carne,
y el Mando de mi Padre en Mí
es el Espíritu Santo
”.

¿Cómo esto callarlo
si tú no tienes aquí Mando?

Elegido para enseñar,
tiene que ser él
el primer enseñado.

Si él obedeciera al hombre,
Dios retiraría su Mando.

Pero Dios cuando elige,
ya sabe la Obediencia
que el Elegido Le tiene.

Estas Enseñanzas
debería el hombre sufrir,
el que no las practicara.

Y ser exigida su Enseñanza.

Si el cuerpo no fuera enseñado,
la lengua no tendría el uso que tiene,
ni los brazos, ni las piernas.

Si el hombre enseñara
del espíritu lo primero,
nadie podría mentir ni ignorar
lo que es la Palabra “Cielo”.


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Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C5

martes, 3 de diciembre de 2019

Dios quiere que su misma Palabra la lea el hombre

En este Sueño Profético decían:

Ella presentará el Libro en el orden que Dios le ha ido enseñando. Esto es una Enseñanza, y tiene que publicar su primera clase. El hombre no podrá reformar el Dictado de Dios. Dios deja a ella para que diga: “Esto, sí. Esto, no”. Pero Dios le iluminara donde vaya el sí o el no. Dios ya sabe en la forma que su Palabra va a ser comprendida. Del Libro, sea respetada su copia. Si el hombre reforma, no reforma a ella, reforma a Dios.

Desperté, oí:
Si tú dices: “Esto lo aprenderé si Dios quiere”, pues ¿cómo quieres tú que Dios aprenda de ti?

Dios quiere que su misma Palabra la lea el hombre.

Para que el hombre vea que no es de otro hombre.

El hombre, si quiere, da fe de esta materia, materia que Dios tiene para la Comunicación al hombre.

Estos Libros darán realce a tantos nombres como pongan.

Ellos que hablen del Lugar que Dios eligió –comprendido queda que es en alabanza.

Que esta alabanza será cambiada por Gloria.


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Libro 7 - Investigaciones a la Verdad - Tomo I - C7

lunes, 2 de diciembre de 2019

A los grandes talentos los dejaban mudos

En Sueño Profético hablaban de la obediencia. Ponían comparaciones y ejemplos que a los grandes talentos los dejaban mudos. Decían:

Si no tienen obediencia, no mandes, porque te harán sufrir y acabarán pecando.

Tu Mando sea siempre donde crean que el Mando es de Aquí aunque a ti te oigan hablando. Mando donde no crean, te hacen daño, porque la actuación, luego, no va con el Mando.

Piensa: sin obediencia y despreciando tu Mando, ¿qué le harían a los mensajeros que a la Cabeza de la Iglesia tú has mandado?

Tu Mando tiene que ser fuertemente acunado, como buena madre que lleva al hijo en brazos. Si es mala madre, irá protestando, y en la primera silla o rincón del suelo lo dejará tirado.

Dijo uno:

Si tu Mando lo cogieran después de estas palabras dichas en ellos: “¿qué hago?” o “el mando que sea para mí puedes usarlo”, sería una enseñanza tajante para el que de Dios viviera retirado, y a muchos que piensan mal, el rostro les verías avergonzado. ¿Quién conocerá mejor el fondo del mar que el buzo que va buceando?

Desperté, oí:
El que Dios manda, conoce el fondo del cuerpo, que es el espíritu.

Y ve, sin visión, la contestación que dará el espíritu.

Lo mismo que Dios le hace comprender intención sin palabras, ¿cómo no se entrega, el que conoce esto, y piensa: “Dios no sería Dios si se equivocara?

Esto, tiene que llegar el día
que no repitan palabras.

Y que quede en vía muerta
el que caso no te haga.

Porque Dios te dejó un tiempo,
pero ese tiempo se acaba.

¡Qué cambio daría todo
si tu Mando practicaran!

Puede que quieran hacerlo
cuando ya no te haga falta.

Porque el Mando no es tuyo,
ni tampoco las Palabras.


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Libro 27 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo II - C1

domingo, 1 de diciembre de 2019

El Amor a Dios

En Sueño Profético decían:

El Amor a Dios es una sed
que si el agua le quitaras,
secarías los veneros
y sed aún te quedaba.

El Amor a Dios
es inquietud y es calma.

En el Amor a Dios
se ve el que lo vive,
el que lo desea para él vivirlo
o el que lo desprecia.

El Amor a Dios te busca
y se ofrece a que tú lo tengas
de una vez para siempre.

Este Amor secreto,
escándalo lleva,
y ya este escándalo
se convierte en penas.

Que siempre le puede
el Amor a las penas.

El Amor es del Cielo.
De la Tierra son las penas.

Por eso le puede
el Amor a las penas.

Esto te lo entiende
el que sufre mucho
y mucho a Dios quiere.

A más sufrimiento,
más te acordarás
de Dios en el madero.

Yo, cuando esto veía,
cerraba los ojos
y más me acordaba.
Tenía que Pedirle Perdón
del pesar que me llegaba.

Si era momento
que podía ponerme de rodillas,
de rodillas Lo alababa.

Ya veía que crecía en mí
lo que chico estaba.

Era el Perdón
para el que no Lo buscaba en Teresa,
o en otro que Lo amara,
que se llenara de Amor
y el Cielo lo arrebatara
en éxtasis o durmiendo,
pero que Dios le mandara.

Desperté, oí:

¡Ay Señor,
qué pocos piensan,
tu sufrimiento en la Tierra!

¡Ay Señor,
si lo pensaran,
el nombre de sufrimiento,
al sufrimiento quitaban!

Y se diría sufrimiento
cuando de Ti se hablara,
no por el destrozo a tu Cuerpo,
porque es mucho más sufrimiento
el sufrir que hoy Te mandan.

¡Ay hombres,
que no queréis
el Saber que Él os manda!

¡Ay hombres,
que si pensáis
en la vida que se acaba,
que sólo hay un rebaño
y un solo Pastor que aguarda!

Con esta meditación
hecha por la noche o la mañana,
el hombre ya buscaría
las Palabras que Dios manda.

TERESA DE ÁVILA


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Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C1