martes, 17 de diciembre de 2019

Donde a Dios no aman, no comprenden este Amor

En Sueño Profético hablaban de amar a Dios y de negarle al que ama lo que recibe de Dios, porque donde a Dios no aman, no comprenden este Amor.

No comprenden porque llevan algo en contra de Dios: no querer o no creer que pueda comunicar su Existencia Aquí en el Cielo.

Yo sufría y no negaba
aquello que Dios del Cielo
hacía que a Tierra bajara.

Y otras veces era a mí
al que al Cielo me llevaba.

Este gozo le podía
a aquella lucha en mi alma.

Había veces que luchaba
alegría y sufrimiento.
Había días que notaba
dentro de mi mismo cuerpo
un “no” que me detenía,
y un “sí” que ya descubría
lo que me estaba ocurriendo.

Este “sí” me daba fuerza,
y ya se iba el tormento
del espíritu del mal,
que aunque no estaba en mi cuerpo,
estaba en los demás
que a Dios iban persiguiendo.

Desperté, oí:

Si Dios no diera palabras,
no se podría contar
lo que el espíritu siente
cuando oye este mandar.

¿Quién podría comprender,
pedirle a Dios los éxtasis,
y luego decir:
Señor, yo no puedo sufrir tanto
cuando tengo que contar
lo que a mí me está pasando?

¡Yo, Señor,
no sé si peco!

¡Yo, Señor,
no se si halago
cuando hablo de tu Gloria
porque Tú me lo has mandado,
y queda una frialdad
como en sitio que ha nevado!

Hay veces que siento lucha
para odiar al que le hablo,
y algo me dice ¡no!

Hay veces que me retiran
con voz,
pero no oigo voz,
pero siento la alegría
de las campanas de Dios,
que en el repique se alegran
de que defienda a mi Dios.

Esto no puede entenderlo
el que viva la desgracia
de  no vivir este Amor.

TERESA DE ÁVILA


***

Libro 26 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo III - C2

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