miércoles, 11 de diciembre de 2019

Las cosas de Dios comprende el Amor

En Sueño Profético hablaban de comprender el Lenguaje de Dios, su Mando y su Poder. Decían:

En las cosas de Dios,
primero tienes que decir “Sí”,
y luego querer comprenderlas.

Las cosas de Dios
son más aceptadas
donde manda el Amor.

Si este Amor falta,
no pienses ni busques,
que ya nada encaja.

¿Cómo comprender,
que a uno que vieron
hacer vida quieta
no esté hoy con Él.
Y a otro que fue
por camino sucio,
hoy esté con El?

Si en estos dos hombres
pones Amor a Dios,
pronto lo comprendes.

Las cosas de Dios
comprende el Amor,
no las razones del hombre.

Si no fuera así,
ya no eran de Dios,
por buenas razones
que pusiera el bueno,
que bueno ve el hombre.

Las cosas de Dios
son secreto en escándalo;
muralla por medio,
que Dios la convierte
en cristal transparente,
y todos ven claro,
pero nunca pienses
por qué fue muralla
y luego cristal transparente.

Si esto así lo piensas,
no busques razones,
porque te condenas.

Dijo uno:

Las cosas de Dios
son escritos sin letras,
para que las entienda
el culto de letras
y el rudo que labra la Tierra.

Desperté, oí:

Hay más rudos profesores, que profesores rudos, en el entender de Dios.

¿Cómo comprender, si Amor de Dios no va delante, que el hombre adore a uno que mucho pecó –y no se van a citar nombres–, y de otro que vivió normal, el hombre de él no se acuerde?

Pues pon Amor de Dios delante y ya te sale la cuenta, sin ser números iguales.

El que más crea Aquí, más con el Elegido comparte alegría y sufrir.

Jesús dijo a los Discípulos: “El que Me vea triste, y el esté contento, no está Conmigo”.

“Y el que Me vea en la Cruz y Me llore como muerto, no cree en mi Resurrección”.

“Creed y aceptad, lo que está dicho por Mí, aunque en el momento no lo estéis comprendiendo”.

“El que más cumpla estas Palabras, más sabe que soy Dios viviendo de Hombre, hasta que se cumpla lo que mi Padre ha dicho en el Cielo
”.


***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdios, Hoy Dictados En Gloria - Tomo IV - C4

1 comentario:

  1. Los juicios de Dios son muy distintos de los juicios de los hombres, la prueba la tenemos en algunos santos que fueron pecadores graves y cuando conocieron a Dios se hicieron grandes santos

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