viernes, 27 de marzo de 2020

Si quieres a Dios, no puedes pasar sin saber de Aquí

En Sueño Profético decían:

Querer sin querer saber, no es querer del Cielo. Querer a Dios y mandarle sufrimientos, no es querer para el Cielo. Si piensas en el sufrir y en dolores que a Dios pusieron en su Cuerpo, pides mil veces la muerte antes de mandar a Dios sufrimientos.

Dijo uno:

El desprecio es el mayor sufrimiento que a Dios Le hicieron y Le siguen haciendo los hombres que tienen nombres de “buenos”.

Si los “buenos” que vivieron cuando Lo crucificaron hubiesen sido buenos para el Cielo, no habrían llegado a Matarlo, porque hubieran convertido a todos en buenos.

Lo bueno de Dios tiene tal fuerza, que nadie puede cerrarle puertas.

Dios ya sabía su Crucifixión cuando se hizo hombre y bajó a la Tierra. Y sabe, como única Sabiduría de Cielo y Tierra, que hombres buenos que a Él quisieran, pocos había, pero los pocos tenían que dar ejemplo de Amor de Dios y enseñar con las Palabras que Él les daba y seguiría dando después de la Resurrección de su Cuerpo.

Él se trajo su Cuerpo, ya sin cruz y sin clavos, pero su Espíritu está en la Gloria y en la Tierra, entre el hombre que practique con Amor sus Palabras.

Desperté, oí:
Si quieres a Dios, no puedes pasar sin saber de Aquí y sin quitar sufrimientos al que Dios trae Aquí.

El hombre tiene estudios que dicen que Dios quiere que maltraten y que sufran para ganar la Gloria.

¿Cómo Dios va a querer el sufrimiento en el hombre y la condenación? Si Dios baja a la Tierra para enseñar a cómo amarse y perdonar, y que la carne muera por enfermedad, no por hambre.

Si no hay Amor a Dios, cambias el Evangelio, pones otras letras y ya no vives el Nuevo Testamento.

El Amor a Dios no consiente que el sufrimiento a Dios Le llegue.


***

Libro 32 - La Palabra del Creador - Tomo III - C2

2 comentarios:

  1. Cuando hay Amor de verdad se busca sin descanso hasta que se encuentra aquello que quieres tanto
    Y con más motivo es el buscar al Rey de los Cielos que Es El Único que puede llenarnos de entera felicidad
    Llegue lo que nos llegue pero con Dios en el corazón

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  2. Con lo que está cayendo y que poquito se oye hablar de Dios
    como Dios quiere que se hable
    Es pena para la humanidad que Dios nos quiera para el Cielo y el hombre se tire de cabeza al infierno

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