jueves, 26 de noviembre de 2020

Riquezas, cuerpo y espíritu

En Sueño Profético decían:

Tiene el hombre en la Tierra tres escalas de vivir con distintas diferencias.

El primer valor se lo da al dinero y a las riquezas.

El segundo valor, al cuerpo, para la curación de la carne. Aquí paga y ofrece lo que tiene él, o lo que tiene otro. Se abandonan cargos grandes o se abandonan negocios para curar a la carne.

Ya queda, cuido al espíritu, enseñanza y curación.

Si está enfermo, cuido ninguno.

Enseñanza y curación no se practican porque falta creer en Dios, y creer que hay otra Vida, donde todo lo que antes se ha nombrado, Aquí no se necesita: ni el cuerpo, ni el dinero, ni los valores que ahí cuidas.

Desperté, oí:

Riquezas, cuerpo y espíritu

han sido los tres personajes

de este Mensaje en la Gloria.

El que lea estos Escritos

ve que no tienen reforma.

¿Quién se atreve a reformar

lo que Dios dicta en la Gloria?

No hace falta meditar

para poner la razón y decir:

“¡Señor, perdona!

Perdona que me haga esclavo

de los bienes y de mi persona

y al espíritu maltrate.

Perdona, Señor, y obliga

a que enseñen del espíritu”.

Luego, ya,

que el hombre elija.

El cuerpo y las riquezas

no son para el que se cree dueño,

son para dejarlas en la Tierra.

Sana primero el espíritu,

y después, ya, lo que venga.

Que lo que das al espíritu,

Dios te lo tiene ya en cuenta.

***

Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C4

1 comentario:

  1. Que pérdida de tiempo, todo lo que no sea para Dios
    Cuando hay Amor verdadero, no tienen cabida las grandezas de la tierra

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