domingo, 2 de marzo de 2025

Señor, que el que me siga no ensucie este Camino

En Sueño Profético hablaban del premio que tenían los que creían y oían al que Dios trae a su Gloria.

Dijo un espíritu con Mando de Dios:

Al creer y oír, reciben algo que de la Tierra no es. Y es que el contacto de la Gloria contagia al que Aquí viene. Para este Elegido, su disfrutar es repartir alegrías y querer que todos a Dios Le pidan que este Caso coja gran altura. El ver a todos contentos hablando de este Caso, ya le achica sufrimiento. Cuando ve a los que están aquí unidos contentos, su pensar es éste, aunque el pensar quede dentro:

“Señor, que lo pasen contigo donde estén. Si a Ti no Te quisieran, que la espalda ellos dieran. Señor, dame palabras para que vean que no son mías”.

Este Amor tiene tanta fuerza, que retira y acerca.

Si los Mensajes se oyen en alta voz, dan remordimiento al pensar: ¡Cómo han estado tanto tiempo sin oírlos en canción!

Los que están aquí unidos, puedes contar con ellos y darles mando sin miedo.

Desperté, oí:

Aquí se ve la actuación de Dios, por querer el bien para todos.

Los Ministros de Dios, que están aquí dispuestos para que esta Verdad no quede en silencio, sean visitados.

Ya que Dios va a donde te ha mandado.

Este Amor, donde llegue, lo verán todo cambiado.

Y es que Dios, antes de hablar el Elegido, ya lo ha iluminado.

Tu mando sea sin miedo cuando sea para traer al Cielo.

La oración del Elegido es: “Señor, que el que me siga no ensucie este Camino”.  


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Libro 45 - Te Habla El Profeta - Tomo VI - C5

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