sábado, 5 de julio de 2025

Se conocen por los hechos

En Sueño Profético decían:

Se enseña más a amar a Dios con tu ejemplo que con tus palabras. Si tu ejemplo hace que hablen de Dios, ya vas enseñando a que Lo busquen. Si tus palabras hablan de Dios y tu ejemplo llevas en contra, no Lo buscan, y al que se iba a acercar, lo retiran. 

Dijo Jesús en una de sus Enseñanzas:

El que diga que Me sigue y que Me ama, si no vive como Yo enseño, que no pronuncie mi Nombre, porque mi Padre, desde el Cielo, lo aparta. No puede decir que es mío el que ensucie mi Enseñanza, ni el que no siga mi Obediencia. Esta es la Enseñanza que descubrirá cuando otro quiera decir “yo soy Dios”, sin ser el Dios verdadero. El Amor da el ejemplo. Si no hay Amor, pesa hacer el bien. Si no hay Amor, no pueden seguir mis Pasos. Las palabras salen después de los hechos”.

Dicen que fue la mejor Enseñanza lo último, que fue el silencio.

Desperté, oí:

Son hechos y no palabras
lo que quería el Maestro.

Así podían decir:
“se conocen por los hechos”.

Luego, cuando más vinieran,
diciendo: “soy Dios del Cielo”,
se descubriría la mentira,
porque faltaban los hechos.

Él quería que aprendieran 
a nombrar a Dios del Cielo
con la medida tan justa,
que Amor sellará los hechos.

Si hablan de Amor de Dios
sin cumplir el Evangelio,
son fariseos que van
haciendo mal a este Cielo.

El que ama, hace el bien
en camino de silencio,
y Dios repica campanas,
y ya Lo van conociendo.

***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C8 

viernes, 4 de julio de 2025

El que cree en Mí te busca a ti

En Sueño Profético decían:

El que quiere a Dios busca donde le hablen de Dios.

Dijo uno:

Ya lo dijo Dios, en Arrobo, al principio de esta Enseñanza:

    – El que cree en Mí te busca a ti. El que creyó en mi Padre me buscó a Mí.

Esto, si el hombre lo piensa, no admite contradicción: Buscar agua es tener sed y entonces no te importa lo que andes hasta el agua beber, pero si no la buscas o ves correr el agua en la fuente sin querer agua beber no digas que tienes sed.

Hay quien nombra a Dios del Cielo en su angustia o sufrir y se va buscando consuelo donde a Dios no lo nombran, ni en lo malo ni en lo bueno, donde tienen a este Dios como algo que recuerdan porque alguien les habló de su bajada a la Tierra, y celebran esa noche como otra noche cualquiera. Esto no es amar a Dios.

El Amor busca las Palabras donde Dios manda Amor, que tú sientes alimento de espíritu y razón, y notas cómo te guían hacia el Camino de Dios.

Dijo el mismo:

No puedes tener herida y despreciar bálsamo.

Desperté, oí:

Al creer en la Gloria te notas fuerzas y tu memoria te deja sitio vacío para que puedas perder la Gloria.

Al creer en la Gloria no dices muerto, dices “se ha ido con Dios al Cielo y tal vez esté rogando por los que Aquí nos ve vivos por si Allí ya estamos muertos”.

Al creer y amar buscas consuelo en lo que manda ahí el Cielo.

Que lo manda sin cobrarlo hasta que entierren tu cuerpo.

Si tienes algún sufrir busca las Palabras del Cielo y otro verá tu sufrir, y tú vivirás contento al oír este decir.

Un decir que lleva bálsamo y te achica tu sufrir.

Pero si en la Gloria no piensas te olvidas de este decir.

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Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII 

miércoles, 2 de julio de 2025

Receta de Dios

En Sueño Profético hablaban hombres con el Mando de Dios, que ahí vivieron con la medicina y hoy están en la Gloria al servicio de Dios, que también cuando vivieron con materia practicaron sus Palabras, y las curaciones nunca creyeron que fueran hechas por ellos.

Dijo uno:

Yo nunca hice una receta sin llamar a Dios en mi mente, porque el mismo medicamento, en la misma enfermedad, respondía distinto. ¡Yo, qué sabía si Dios quería detener la materia o llevársela ya! ¡Yo, qué sabía si Dios quería que sirviera de ejemplo –que ya  era Dios premiarlo– o estaba de Él apartado, y allí estaba la materia, médico a médico esperando! Yo sabía de medicina por libros que había estudiado, que otros hombres hicieron; que si estaban iluminados, sirven sus medicamentos hasta que Dios los despida de que hagan efecto en un cuerpo que ya tiene llamada Arriba. Por eso, con Dios, sí sirve la medicina. Pero ¿qué es medicina sin Dios? Yo a muchos les decía: “Primero, haz oración, y después, cumple mi mando, que es receta que te doy”. Si el hombre, al que Dios Aquí trae, se entregara como se entrega a la medicina, ninguno perdería la Gloria, a ninguno se le pondría enfermo su espíritu, y el que enfermara, sería curación segura si vivía la receta del Elegido. Pero, ¿cuántos preguntan, qué debo hacer, al Elegido? Y ya les daría el mismo medicamento, hubiera nacido donde hubiese nacido, por haber tan sólo un Médico que su Nombre sea Dios y también su Apellido.

Desperté, oí:

No hay hombre que no se cure
con la receta de Dios.

Esta receta es un sí 
al sí que te diga Dios.

Pero no digas un sí
cuando Dios te diga no.

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Libro 14 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C6 

martes, 1 de julio de 2025

Su presencia siempre te hace que en algo pienses

En Sueño Profético hablaban de mí. Decían:

Su presencia incansable te hace recordar el bien que puedes hacer o el mal que estás haciendo, te hace pensar en Dios o te da remordimiento al pensar: “Qué mal lo hice yo”. Te pone siempre delante el desafío al Amor de Dios, ves fácil lo que es difícil. Cuando escasea el Amor su presencia no la quiere aquel que no ama a Dios, aquel que quiere que crean que no es Instrumento de Dios.

Dijo uno:

Esto es una fuerza sucia que queda muy por el suelo y Dios con sus Obras manda pisarla. ¡Cuánto tienen que sufrir los que se sientan culpables de haber puesto en el camino vallas y muros para que el Comunicante no pase! Quedará la lengua sin palabras y los ojos sin ver, pero Dios dejará que los oídos oigan para mayor tormento. Todo aquel que la conoció y no le hizo reverencia se puso él solo castigo mientras el cuerpo le haga sombra.

Desperté, oí:

Su presencia siempre te hace que en algo pienses.

Te da alegría verla cuando tú seas de Dios o cuando digas:

    – Dios mío, quiero oír tu Perdón.

A los demonios los aleja como Jesús los alejó, porque el Instrumento lleva Palabras y fuerza de Dios.

Su presencia no da risa, pero sí deja en ridículo al que habló mal de ella.

Ya tiene gran penitencia el que quiso decir: “Esto no es de Dios”.

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Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII 

jueves, 26 de junio de 2025

El Lugar es Templo vivo

En Sueño Profético decían:

¿Cómo le extrañará al hombre el Mando del Elegido? Que si pensaran en el Mando, verían que el Mando no es suyo.

Este Mando Dios lo manda a un espíritu suyo, y con Amor y fuerza de Dios hace el Mando el Elegido.

Dijo uno:

Si el hombre pensara en lo que es un Lugar que Dios elige para enseñar, lo que debería extrañarle es que no hiciera este Mando.

Ya se ha pasado el tiempo de que se pueda comprobar que estas Palabras Dios las pone en el Lugar.

El que tenga a Dios por Dios, sin haber otro Dios que pueda mandar, no puede mover un pie sin contar con el Lugar. Y cuando oiga respuesta, dirá: “Gracias, Señor, que así, de Ti yo jamás me puedo apartar”.

Desperté, oí:

Es sufrimiento grande
el tener Mando de Dios
y que tengas que callarte.

Que el callarte
es por no oír palabras
que son ofensas a Dios.

El que se crea del Cielo,
si no obedece al Lugar,
vive su mundo embustero.

Ha pasado ya su tiempo
de querer ocultar
y engañar al Instrumento.

El Cielo no admite mirada
del que engaña al Instrumento,
o del que reserva acción
para guardarle secreto.

El Lugar es Templo vivo,
que comunica a los cuerpos,
para que no pierdan el espíritu.

Que el Templo es la Palabra
que Dios, Aquí, 
le da al Espíritu.

Lo que Aquí llevas de Mando,
y en el papel queda escrito,
que ya salga de tu boca,
diciendo: “Dios me lo ha dicho”.

Así verán que este Mando
es del Cielo y no es tuyo.

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Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C7 

miércoles, 25 de junio de 2025

Señor, sin Ti no quiero nada

En Sueño Profético hablaban de estos Mensajes. Decían:

Hay muchos Mensajes que dicen palabras que al decirlas te sirven como un gran rezo, y ya a Dios le pides porque Él espera al que Lo busca. Y en las palabras dices el Amor que por Él sientes, que Aquí se dictan:

    – Señor, sin Ti no quiero nada. Tú eres el Dueño de mi vida, de mi Fe y de mi esperanza.

Piensa que si Dios no fuera Dios detrás del hombre no iba y no hacía de pastor, buscando ovejas perdidas.

La vida del cuerpo sirve para pregonar lo que enseña el espíritu. Que si es espíritu de Dios va pregonando:

    – La Gloria no la pierdo yo, porque quiero a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo.

Esto que se va a decir es, también, un Amor que silencio no puede tener en la Gloria, porque los espíritus de Dios esto pregonan: Si el hombre creyera en el Poder de Dios no podía haber guerras, ni muertos de hambre.

Estas palabras son para la Madre de Dios Virgen:

   “A ti primer Sagrario de Dios
y Reina de todas las madres,
ruega por los pecadores
que quieren dejar de pecar 
y no pueden 
porque los espíritus del mal 
le hacen más pecar”.

Ya, cuando te llegue un mal pensar que de Dios te retire y te haga pensar palabras que le den sufrir a Dios, di estas palabras y ya tus fuerzas a todo le pueden. Éstas son las últimas palabras para que las digas cuando te llegue un pensar que te retire de Dios.

Desperté, oí:

Aquí se dicen las palabras que en el Sueño no han querido nombrar:

   “Vete tentador Demonio, 
que aquí quedas fracasado. 
Me pase lo que me pase, 
a Dios lo busco y lo amo. 

Si mis fuerzas te persiguen, 
vete donde no hagas daño”.

Diciendo estas palabras, con Amor de Dios, pisas el pecado.

El pedir del Elegido es que todos sientan el Poder de Dios, que Dios quiere que esta Verdad se cunda por toda la Tierra.

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Libro 69 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VIII 

martes, 24 de junio de 2025

El Amor te descubre donde Dios dice Palabras

En Sueño Profético decían:

¡Qué Verdad con más verdad 
es ver Verdad 
en el que Dios Aquí trae!

¡Qué falta de psicología 
para no ver la Verdad!

En Esto, aunque no ames, 
a Dios tienes que verlo.

Es fracaso vergonzoso 
no conocer el dueño de la fragua el hierro; 
cabrero que anda con cabras 
y no conoce el carnero; 
hombre universitario 
que no sabe escribir “pueblo”; 
arquitecto que edifica 
sin conocer los cimientos, 
ni saber lo que es arena, 
y asustarle oír cemento; 
cirujano que te opera 
el remo que estaba bueno, 
porque no supo cuál era 
cuando ya dejó durmiendo, 
confundiendo brazo izquierdo 
por el enfermo derecho; 
jardinero  y hortelano, 
hortelano, sin conocer 
la hoja de lo sembrado, 
hasta que escarbando ve 
que es patata lo enterrado, 
y al árbol ya lo conoce 
cuando peras ve colgando. 

¿Qué diría un visitante 
por un gran jardín pasando, 
si oyera al jardinero 
con cualquiera conversando: 
“No sé… si será rosal… 
o pudiera se geranio… 
¡Es tan difícil saber la flor 
hasta que no abre el tallo, 
que yo, hasta que no abra, 
no puedo asegurar si es rosa 
o puede que sean nardos!

Pues mucha más diferencia es, 
que estos Escritos no lo conozca 
el teólogo y el letrado. 

Uno, si olfatea bien, 
Gloria verá en los Dictados. 
Y el letrado que compare 
esta gran Literatura 
–ya 20 años dictando–, 
si él podría seguir 
imitando estos Mandatos.         

Desperté, oí:

Son estas comparaciones, 
justas, a la vista de cualquiera.

Esta gran Literatura 
hace que se pare el hombre.

El que diga que no es de Aquí, 
es falta de Amor al Cielo.

El literato que abra el Libro con sus manos, 
no puede decir que no.

Él tiene que contestarse, 
cerrando el Libro 
y mirando al Cielo, 
con un ¡Perdón!

Que este Perdón lo pide 
para el que dijo que no.

Los sabios de ahí de la Tierra 
tienen que creer en Dios 
cuando estos Libros tengan.

Y el que cree y ya ama, 
cuentas le pide al que dijo 
que esto Dios no lo dictaba.

¡Hace falta amar poco, 
si es de Amor lo que se habla!

Y hace falta no entender 
Literatura en Palabras.

Los Sabios de Aquí del Cielo, 
dicen que el hombre no ama.

Porque el Amor te descubre 
donde Dios dice Palabras.

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Libro 10 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo I - Cierre de Libro