jueves, 5 de junio de 2025

Amor de Dios

En Sueño Profético hablaban del Amor que tu espíritu siente y tu cuerpo no puede tenerlo sin decirlo, por ser Amor de Dios. Decían:

El Amor de Dios te aparta de todo lo que no es de Dios. Este Amor tiene Fuerza para enfrentarse a todo lo que se le presente, diciendo siempre: “Yo, sin Dios, no quiero nada, quiero que no me falte su Amor en todo lo que yo le pida, para que mi cuerpo viva con alegría en el sufrir que me llega de la Tierra o en enfermedad del cuerpo, porque teniendo alegría, la enfermedad se cansa o se retira”.

Ya dijo un espíritu que cuando tuvo cuerpo los sufrimientos no le faltaron. Siempre pensaba con tristeza, porque tenía 3 hijos y sus vidas no las hacían buenas. Al padre le llegó muerte cuando el mayor tenía l5 años, y los dos más chicos, uno 13 y otro 11. La madre no tenía fuerzas para darles enseñanza de Amor de Dios, pero un d lame conoció a Teresa de Ávila y le contó lo que le pasaba.

Ya sigue Teresa diciendo estas palabras:

    – Si no pones Amor de Dios, cada día será el sufrimiento mayor, porque el Amor es el que cura los sufrimientos del espíritu, que son los que hacen al cuerpo retirarse de Dios.

Estando diciendo estas palabras, llegaron los hijos y dijeron los dos mayores:

    – Teresa, yo quisiera sentir sin enfado el Amor que vas enseñando y que mi madre nos dice. ¡Pero en el decir siempre está con enfado! ¿Dónde nos podemos ver, y mi madre que venga también?

Ya sigue Teresa:

    – Este Amor es para cogerlo y ponerlo donde más vean que tu Amor ya no puede estar en secreto. Yo, cuando llega la noche es cuando más grande el Amor siento. Mira si es grande, que cuando me acuesto, antes, siento una fuerza que me pone de rodillas y mi cuerpo queda en Éxtasis, y ya Dios arroba mi espíritu y lo lleva a su Gloria, y allí me da Palabras para que el cuerpo las diga y las vaya enseñando. Si tú quieres y tu hermano, yo os hablo del Amor de Dios. Esto es una gran alegría para tu padre, al que yo ahora estoy sintiendo como si dijera: “¡Que la madre esté con ellos, para que el sufrir lo cambie por Amor!”

Desperté, oí:

Todo el Sueño ha sido hablando del Amor de Dios que decía Teresa, que todavía el Amor lo está nombrando.

Mi Amor tenía tanta Fuerza, que mi abrazar, más grande ponía Fuerza.

Cuando los hijos oyeron el Amor que yo tenía y decía, ya dijeron ellos: “Teresa, sin oír tus palabras con mi madre, ya morir quisiera, e irme con mi padre”. Esto lo dijo el mayor.

Le Fuerza que Dios me daba en los Éxtasis, se cundió, lo mismo que el Amor que yo sentía, al que silencio no podía poner.

Ya se cundió el Amor que Dios entró en esta casa.

Era un Amor tan grande, que yo ponía mis rodillas en el suelo antes de acostarme y Dios me decía:

    – Teresa, ya tienen que nombrar tu nombre, cuando vean el cambio que tu Amor he dejado.

Yo, cuando oía estas Palabras, mi cuerpo parecía que despedía unas grandes Llamas.

Esto, yo lo sentía cuando mi Dios en Éxtasis me dejaba.

Era un Amor que el cuerpo no tiene fuerzas para decir el sentir.

¡Este Amor que tú sin él, la muerte a Dios pedías sin enfado!

TERESA DE ÁVILA

 
Estas son Enseñanzas con el nombre de “Amor de Dios”.

***

Libro 72 - Dios Comunica y Da Nombres - Tomo VII 

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