sábado, 6 de marzo de 2010

A la palabra ni al tema lleguen - libro 31 - Te Habla el Profeta - Tomo IV - Pag. 58-59-60


En Sueño Profético hablaban de varios temas diferentes, pero todo era Enseñanza. Decían:

Tu consejo sea dado, pero no implorado. Tu actuación confirma la palabra que lleva el consejo. Tu consejo no pude ser negado, ni tampoco implorado. Tu consejo siempre será de agrado para el Cielo, aunque el hombre no lo comprenda, al oír el consejo. Pero si cree, acepta y pide Perdón en silencio por el pensar, que antes de pedir consejo, tuviera. Este, era un tema. Otro era: contestación a las letras, a los que viven porque creen que la Sabiduría de Dios está después que la sabiduría del hombre.

Decían:

Dios, en los primeros Arrobos, dijo estas Palabras que hoy manda dictar. En las Palabras dijo:

“Tu habla como tú hablas, que hablas bien y Yo sé como tú eres”.

En la escritura dijo:

“Tú coge un pasante para hacerlo público. Pero a la palabra ni al tema lleguen, ni consientas cambio por lo que el hombre quisiera poner.”

Estas Palabras, para enseñar al Instrumento, Dios dice en los primeros Arrobos. Que la primera Enseñanza era para el Elegido. Que luego se enfrentaría, con el Poder de Dios, ante el hombre.

Desperté, oí:

Ponga el hombre la coma, el acento o punto donde adorno vea que tiene.

Igual que a la lengua la acostumbras a que diga las palabras según el país que vive.

Pero el Amor a Dios no necesita cultura. El Amor sirve de intérprete para que cada hombre lo sienta y lo escriba según las letras aprendió, siendo profesor o alumno.

Alumno de los torpes para la Tierra, de los inteligentes para Dios.

Si hay un grande Amor delante, te sobra el profesor.

Es como el niño que aún no le ha llegado el tiempo que hable, y la madre lo entiende porque el Amor de intérprete hace.

Busca Amor y no te pares en lo que pertenece al pasante.


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