Llegó
el sueño sin poder olvidar el Mensaje del día anterior a éste. Le acompañaba la
alegría de recordar la Visión y el Habla del mismo Dios Hijo.
En
Sueño Profético decían:
El
empiezo del Mensaje ha sido también arrobo, aunque no se ha empezado diciendo “Sueño
Profético”, por haber sido el pensar del Elegido antes del arrobo, y ya en el
Sueño dicen el pensar:
Este
pensar, si se viera con letras en la cara, muchos que creen que aman a Dios,
oirían un escrito en su conciencia y verían la diferencia tan grande de su
pensar con el del que Dios elige.
Sigue
el Mensaje otro espíritu que Dios le da Mando, porque cuando vivió su cuerpo, a
Dios siempre tenía de ejemplo en la alegría y en el sufrimiento:
Para
que a Dios le sirvas, tienes que ofrecerle tus dos vidas. La vida del cuerpo es
corta, y ésta, de la noche a la mañana se va a ningún sitio, porque no lo
tiene. La vida del espíritu es Eterna, y cuanto más Amor tenga, más milagros de
ella verán, como hoy lo han visto los que al Elegido acompañaban. A esto, en la
Gloria lo llaman: “Rebose de Amor”.
Desperté,
oí:
El
Poder de Dios deja, donde va este Elegido, algo que el que allí está tiene que
cundirlo.
Decían
en la Gloria, que todo el pensar fuera para buscar lugares donde Esto se
cundiera.
Ya que
tiene justificantes, que Dios con su Mando los ha dado, de Iglesia y seglares.
Ya,
que todo el tiempo sea para hablar del Dueño del tiempo que tu vida tiene.
Ya que
nadie puede contar lo que dice Dios como el que Él trae a su Gloria.
Los
caminos que Dios te hace que recuerdes, no los dejes, porque te darán alegrías
para que tu pensar cambies.
Que el
pensar es, creer que no lo haces bien, por no coger todas las horas del día
para cundir estas Palabras dichas por Dios y que mucho repite:
“Que Me
ves, dilo y publícalo”.
“Di
también que este Caso hoy es único”.
¿Quién
puede presentar un Mensaje de Visión y hablando Dios como los que en estos
Libros escritos están?
Se va
a dictar el pensar del Elegido:
Quería
dormirse para ver lo que Dios decía en el arrobo.
Y no
quería dormirse por no querer olvidar la Presencia de Dios y sus Palabras del
arrobo anterior a éste.
Este
Amor es tan grande, que tiene que cundirlo el que Dios Aquí trae.
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Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C2