jueves, 27 de junio de 2019

Al Prójimo lo llevamos todos dentro del cuerpo

En Sueño Profético se vio una calle, y el final de la calle daba a una plaza, y en la plaza había una fuente. No estaba la fuente en medio de la plaza, estaba enfrente de esta calle, en una casa que tenía muchos arcos de piedra toda la fachada.

Ya dijo uno:

En esta plaza oí yo al Maestro contestarle a uno que Le hizo esta pregunta cuando se acercó a beber agua:

   –Maestro, el que no tenga tiempo de ir al Prójimo, ¿pierde tu Gloria?

Todos pusieron la mirada en el Maestro para oír la respuesta:
 
   –El Prójimo tiene que estar primero dentro de ti. Después lo verán por fuera. Si al Prójimo no pudieras ir, haz que el Prójimo venga a ti, y ya, cuenta con mi Gloria. Si el Prójimo vive en ti, ya mi Padre hará al tiempo que vaya a recoger lo que tú quieres dar al Prójimo.
Desperté, oí:

Siguió el Maestro con sus Discípulos enseñándoles cómo había que ir al Prójimo si no tenías tiempo:

Haciendo que fueran otros y de él se llevaran lo que al Prójimo le hacía falta.

Podrían ser palabras ofreciéndose a mandarle que con su casa contaran.

Podría ser alimento, que otro, con su tiempo lo llevara.

Y ya, como final les dijo:

   –Para hacer Oración a mi Padre y Pedirme a Mí el Perdón por el pecador, no hace falta el tiempo”.

Va el Mensaje, a que al Prójimo lo llevamos todos dentro del cuerpo, a que a veces, con una palabra, abres las puertas del Reino del Cielo.


***

Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C4

martes, 25 de junio de 2019

Las fuerzas Dios te las manda

En Sueño Profético decían:

Dios da fuerzas
cuando las fuerzas son
para caminar por su Camino.

Cuando tú vayas por el camino
que jamás llegarás a verle,
cuando acabes ese camino,
entonces te faltarán fuerzas.

Pero el que va caminando
y mirando al Cielo,
ya pueden venir obstáculos,
ya le pueden echar peso,
que aunque vea altura,
a Dios Lo lleva por dentro.

Esto es la gente que ves
que siempre sirve de ejemplo.

Dijo uno:

Yo viví ahí, cuando viví con cuerpo, siempre oyendo a mis padres poner de ejemplo a una familia que dos casas apartaban la suya de la mía. Estaba la madre enferma, con dos hijos varones de mi edad. Uno, entonces, contaba catorce, y el mayor no llegaba a dieciséis. El padre llevaba la casa y su trabajo. Los hijos trabajaban con él en el tejar que era de un cuñado suyo. Pues este hombre decía, que así había tocado y que así había que caminar. Organizó su vida: los dos hijos juntos en el trabajo y él en la casa. Con el mando de su mujer, hacía lo que ella no podía por mando del médico. Cuando llegaban los hijos, él se marchaba al tejar ya que cogía su talega con la cena que él se había hecho. Siempre era esta despedida: “Que miréis por madre, ya que Él nos la tiene como premio. Id uno un rato a la plaza y luego el otro, aunque madre os eche. Respetad mis consejos, que por algo soy más viejo. Tenemos que mirar todos por lo que Dios nos da de premio.

Desperté, oí:
Ésta es la familia
que siempre nombraban mis padres
cuando tres hermanos que éramos
les exigíamos como jóvenes.

Vivíamos con holgura,
y siempre era descontento.

No teníamos que ver
ni con cenas ni almuerzos.

Lo mismo comíamos bueno
que, por nuestro gusto, malo.

Mis padres tenían sufrir,
y siempre iban procurando
que alguno fuéramos con ellos.

Y el ejemplo fue quitando
nuestro vivir equivocado.

Cogimos de distracción
la casa de cuatro santos.

Aquí no faltaron fuerzas,
y adoraban a la madre,
pensando: “la pena, es muerta”.

Las fuerzas Dios te las manda
porque después a Él las llevas.

Dios les dejó ahí a la madre,
porque el padre lo pidió.


***

Libro 14 - Dios Manda En Su Gloria que Enseñen - Tomo II - C5

lunes, 24 de junio de 2019

Hazte fuerte al sufrimiento

En Sueño Profético decían:

Hazte fuerte al sufrimiento y ya le cierras las puertas al pecado y a la tristeza. Que este sufrimiento es por no creer la Existencia de Dios o creer y no querer que haga presentación aquel Dios que el hombre lo ve con Cuerpo, viviendo con el hombre, para enseñarle y ayudarle a salvar su espíritu de las tinieblas malditas y eternas, cuando ya entierran el cuerpo.

A esto bajó Dios a la Tierra. Y el hombre Lo vende en la Última Cena, para que maten su Cuerpo y acaben con su Existencia.

Aquí demuestra el hombre maldad y poca Sabiduría, de la Sabiduría que tiene valor, que es la Eterna.

Pues a pesar de los siglos que hace que ocurrió, el hombre siempre niega la Presencia de Dios al que dice: “Dios a mí se me hace presente de esta manera”.

Desperté, oí:

Si el hombre pudiera
en ese momento
hacer un gran daño
al que esto le pasa y lo cuenta,
no habría daño mayor que hiciera.

Pero el Poder de Dios
hace Última Cena.

Deja al descubierto y sabe
que traición espera.

Después, Resurrección.
Y el mismo Cuerpo que ven en la Cena
está Aquí, en su Reino.

La falta de Amor a Dios
hace que el hombre repita
martirio y crucifixión.

No se cansa de hacer daño
al Mensajero de Dios.

Con este pensar que hicieran,
les saldría el Perdón.

Sin atreverse a nombrar
el ¡Dios mío,
por qué Dios no puede ser
Dios del Judas
que Lo ha vendido!


***

Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C2

miércoles, 19 de junio de 2019

Presencia de Dios

En Sueño Profético decían:

Dios tiene muchas maneras de presentarse al hombre.

Dios se presenta en el Amor que tú Le tienes, en la desconfianza, y cuando tiene que levantar su Brazo para apartarte de su Camino porque tú les vas haciendo daño a los cristianos, que este nombre quedó en la Tierra cuando a Él lo mataron.

Dios hace su Presencia en la tierra, en los mares y en los cuerpos de los hombres. Dios es Aliento de Vida que no acaba, y Refugio del que es por el hombre despreciado. Dios es la Vida que el hombre ensucia y no cuida. A Dios Lo ve el que cree en Él y Lo ama, y Dios hace su Presencia y se cunden ya sus Palabras con Amor, y de tal fuerza, que el desmentir no cuadra.

Desperté, oí:

Cuando tú quieres
ver Presencia de Dios,
la ves.

Pero tienes que dejar
ojos abiertos y querer ver.

Hay quien ve y no está viendo,
porque no quisiera ver.

Y hay quien siempre está viendo
Presencia de este Inmenso Poder,
que el hombre le llama destino o saber.

Hace falta saber poco
o no querer saber,
para no ver resplandor
donde Dios se deje ver.

Pide Presencia de Dios
cuando el Amor te rebose
o cuando llores Perdón.


***

Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C1

martes, 18 de junio de 2019

Evangelio Diciendo

En Sueño Profético hablaban de estos Libros dictados del Cielo. Decían que era para que el que se dice cristiano no pudiera reconciliar el sueño hasta ver estos Libros en manos del mundo entero, sin apartarlo color ni distancia.

Si los que están cerca y ya los tienen pensaran en la muerte del cuerpo, muerte que no se la libra nada, ni de la Tierra ni del Cielo…

La Tierra no puede evitarlo. Dios, sí podría dejar vivos los cuerpos, pero el traje de la carne ensuciaría el Cielo. Este traje sirve por un poco tiempo. Es frontera del espíritu, para lo malo y para lo bueno.

Si el espíritu está con Dios o quiere su Camino coger, el cuerpo hará actuaciones, siempre dando buen ejemplo.

Se vieron muchos hombres hablando de estos Libros, y los tenían en sus manos, comparándolos con el anterior Evangelio, con las Palabras de un Dios por el que no han pasado tiempos, que continúa con su Poder, para vivos y muertos. Los vivos son los que saben, porque quieren saberlo, que tienen sitio en el Cielo. Los muertos son los que cuando tienen cuerpo, no quieren nada del Cielo.

Desperté, oí:
Esta abundancia de Palabras.
dictadas para enseñar del hombre,
no puede presentarla nadie.

Dan premio y anuncian condenación            
para el que da desprecio
a estas Palabras de Dios.

Si no fueran Aquí dictadas
y vieran que no eran de Dios,
tampoco sería postura sana el silencio
en el que pudiera cundir
que no es Palabra de Dios.

No tiene disculpa
el que puede y no lo hace,
dar a todo lo que hay escrito,
publicación.

Es obediencia a este Cielo
que el hombre publique ahí
todo lo que está ocurriendo.

Con las fechas que empezó
este “Evangelio Diciendo”.


***

Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C1

lunes, 17 de junio de 2019

Es fácil y difícil aprender este Mandar

En Sueño Profético decían:

Si tu espíritu no fuera de Aquí mandado, ¿quién haría estos Escritos y quién mandaría tu Mando con esa fuerza que mandas porque a ti te lo han mandado?

Tu Enseñanza se ve justa e intocable en reformarla, porque por mucho que sepa el hombre, Aquí no puede ponerle faltas. No puede ponerle faltas ni dar consejo que anule esta Enseñanza.

El arrobo es hecho en el momento que Dios manda. Y el Dictado del arrobo, el cuerpo escribe cuando Dios manda.

¡Ves como esto son Enseñanzas!

Dios no puede permitir que el Instrumento sea engañado. Dios no puede permitir que sea Él por el hombre mandado.

¿Cómo podría ser de Dios, si detuvieras tú el Dictado, poniendo sitio y hora, como si fuera un espectáculo?

Esto ya no sería de Dios, se daría a varias escenas, pero ya no sería Dios comunicándole a espíritu y espíritu a Obediencia, Mando que llega de Arriba, porque Arriba fue enseñado el espíritu cuando estaba sin materia. Que luego sirve esta misma Enseñanza, cuando están unidos espíritu y materia.

Desperté, oí:

¡Qué fácil y que difícil
es interpretar lo de Dios!

Por eso, el Instrumento,
siempre quitará la razón
cuando vea que dan cambio
a la Palabra de Dios.

Si a ella le explican sin cuerpo,
y con cuerpo le hacen sentir
la Enseñanza que le dieron,
¿cómo poder admitir
palabra u otros consejos
que no le han ido de Aquí?

Si eres cogido para enseñar,
hazte humilde,
y pronto aprenderás.

Por eso es fácil y difícil
aprender este Mandar,
porque el que sabe de Tierra,
se cree que sabe más.

Piensa, que a una simple mariposa,
El Mando de Dios le hace volar.


***

Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C1

miércoles, 12 de junio de 2019

Hambre de Dios o desgana de Gloria

En Sueño Profético hablaban de desear las cosas de Dios o de despreciarlas; de tenerlas sin darle valor o de buscarlas.

Decían mucho estas palabras:

Hambre de Dios o desgana de Gloria. Que esta hambre te entra si no estás pegado a la Tierra.

Si la Tierra tira de ti, tú del Cielo no te acuerdas.

Ya se encargará la Tierra de ponerte venda chica o venda grande, según le convenga.

La Tierra es peligrosa si tú a la Tierra no frenas, y le das con escasez lo que a la Gloria no llega.

La Tierra tira del cuerpo y al espíritu aleja de todo lo que es Eterno. Por eso estos Mensajes no llega a comprenderlos todo el que no tengan hambre de este Alimento Eterno, que te quita el apetito de que hagas nada mal hecho.

Esto es lo que no comprende el que vive sin el recuerdo del Cielo.

Desperté, oí:
No puedes tener deseo
de aquello que está delante
y eches la vista al suelo
con desprecio y sin mirarle.

Pues, cómo creer
que Esto viene de Dios
sin interés demostrarle.

Que el interés se demuestra
poniendo antes que todo
lo que de la Gloria sale.

A esto le llaman en Gloria
hambre de Dios,
espíritu que pide aunque no hable.

Que sin palabras te dice:
“Quiero saber de Dios,
mi espíritu tiene hambre”.

¡Cómo comparan en Gloria
deseo de espíritu,
deseo de carne!

¡Cómo enseñan a que
tú mismo te descubras
si tu espíritu está con Dios
o con las cosas materiales!

El que no prefiera a Dios,
no busca estos Mensajes.




Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - Preámbulo

martes, 11 de junio de 2019

El que más Me siga, más Me ama

En Sueño Profético hablaban hombres que siguieron a Jesús sin entrar en el número de los Doce, pero oyeron mucho de Él y aprendieron.

Dijo uno:

Estas palabras, cuando las decía, tenían preguntas y Él daba respuesta:

El que más obedezca, más cree quien soy; y el que más Me siga, más Me ama. Puedes obedecer sin amar, pero no puedes seguir mis Pasos si no amas, porque mi Camino es de sufrimiento. Que este sufrimiento lo pone el que no ama, para que nadie Me siga.
El obedecer puede ser buscando ganancias. El seguirme es para quitarme sufrimientos y aprender de lo que mi Padre quiere que el hombre haga
”.

Desperté, oí:

Teniendo el día las mismas horas, el día que no veíamos al Maestro, no veíamos acabar el día con la prisa que lo veíamos cuando con Él estábamos.

Sus Palabras, no podía el hombre mejorarlas.

Explicaba, que obediencia sin Amarlo, podía ser.

Pero al Seguirlo sin Quererlo, se volvían antes de pasar caminos de sufrimientos.

El Maestro podía y a veces hacían su Mando, aunque no quisieran, los que Él necesitaba que lo hicieran.

Pero que Lo amaran y Lo siguieran con Mando Poderoso, esto, no lo hacía Dios.

Él sí iba a buscarlos. Pero no los obligaba a que Lo quisieran.

Estudia: Obedecer su Mando, o Amarlo y Seguirlo.

Aquí siempre vas detrás y no dejas su Camino.

Entonces Él ya te manda porque tú se Lo has pedido.


***

Libro 23 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo IV - C4

lunes, 10 de junio de 2019

Divina Verdad

En Sueño Profético decían:

Si esto no fuera verdad, no te harían tanto daño los espíritus que están al mando de Satanás.

Que esto debería servir de estudio para el que da clases de Teología y a Dios nombra en su enseñar.

Cuando el hombre inventa, lo busca el hombre y le compra el invento. Pero no lo persigue y rompe familia, martirizando al inventor. No lo mata, ni lo quema, como el hombre ha hecho con el que Dios elige para que lleve sus Palabras, dando testimonio de su Existencia.

Aquí tienen la prueba, quedando escrita esta Divina Verdad. Que por ser Divina, el hombre la rechaza; y por ser verdad, hace el hombre injusticias a esta Verdad.

Dijo uno:

¡Con lo sencillo que es ver que Esto baja del Cielo, con las pruebas que ya tiene de sufrir el Instrumento!

Si esto no fuera de Dios, ¿quién arrastraría este peso?

De Dios se ve que es en las fuerzas que hacen falta para tirar. Y cada día ves que nacen más fuerzas, y donde había alboroto, por el silencio Dios lo cambia.

Desperté, oí:

Tiene que llegar el día
que se publique un cuaderno
donde estén recogidos
estos grandes sufrimientos
que el hombre a Dios Le puso.

Le puso y continúa poniendo.

El hombre no quiere a Dios,
firma su comportamiento.

Porque querer y no buscar,
nadie podría esto hacerlo.

No hay sufrimiento mayor,
que Dios te mande
y el hombre te dé desprecio.

Si de Dios no fuera el Mando,
no podría seguir
ni tu espíritu ni tu cuerpo.

Estas Palabras aquí dichas
anulan el sufrimiento.


***

Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C2

jueves, 6 de junio de 2019

Él siempre viene de Guía

En Sueño Profético decían:

Cuando sabes el valor que tiene lo que valor tiene, es cuando lo pierdes, cuando te dice el que valorar sabe: “¿tú sabes lo que valía eso de lo que tú eras dueño y desprecio le tenías?”.

Dijo uno:

Yo hablaba mucho con los Discípulos de Dios Hombre cuando ya vivían porque su Maestro les mandaba desde el Cielo, ya en el Padre, de donde bajó a hacerse Hombre en el Primer Sagrario, María Virgen. Estos Discípulos decían que vivir sin Maestro era seguir dándole valor a la Palabra, vivir que a ellos no les cubría, que esa Palabra era oírla y morir ahogados en el sufrimiento. Éstos sí sabían lo que iban a perder antes de perderlo. Éstos sí daban valor a vivir con el Maestro. Tenían engarce hecho de Amor al Padre, que vivía Aquí en el Cielo y en la Tierra era el mismo, aunque le decían Maestro. Pues éstos, contaban que en los sitios que al Maestro no llamaron, luego llamaban a ellos; que los que no buscaron a Dios Hombre, luego iban detrás de ellos llorando.

Desperté, oí:
Es el Amor de Dios el que pone precio a lo que precio no habría dinero para pagarlo.

Los Discípulos quedaron con vida porque vivían para el que los veía andando.

¡Cuántas lágrimas, sus ojos, para adentro las volvían!

Otras veces, en sus caras, de arriba abajo corrían.

Muchas veces, las palabras, sin fuerza, tristes salían.

Tenían que caminar con tristeza y alegría.

La alegría era el pensar: “Él siempre viene de Guía”.

Él siempre dijo: “Me iré, pero mi Espíritu vendrá con vosotros”.

“Yo iré y estaré donde digan mi Nombre”.

“Donde digan Dios, porque el Amor ha pronunciado mi Presencia
”.

Si el Amor al Cielo falta, das valor a lo que Aquí nada cuenta.


***

Libro 13 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo II - C2

miércoles, 5 de junio de 2019

Dios esto no quiere

En Sueño Profético decían:

Dios esto no quiere: que al Lugar que Él elige le den sufrimientos, que se agranden más por no poder tapar lo que todos están viendo.

Dios esto no quiere: que al que Él le da sus Palabras para entregarlas, tenga que ir con miedo por si fueran despreciadas.

Dios, esto no quiere, y lo sabe el que a Dios ama.

Dijo uno:

Hay cosas que ves que hacen más daño que otras que también ves.

Unas de las Palabras que Jesús dijo cuando despedía a sus Discípulos se van a dictar Aquí:

Da más Gloria a mi Padre, que os conozcan por destacaros del que no Me quiere”.

“Si los que mi Presencia lleváis siempre delante, hacéis lo que hace el que no Me quiere, ya no sois Discípulos para el que os mire, porque él ya pone distancia entre Maestro y Discípulos
”.

Desperté, oí:

Va el Mensaje,
a que si tú crees
que esto está dicho en el Cielo
y te portas como el que no cree,
tú ya estás en contra de este Evangelio.

Es más sencillo dar alegrías,
que dar sufrimientos.

Pero el hombre no lo ve así,
o no quiere verlo.

Los Discípulos siempre iban
dejando el Sello de su Maestro.

Aprende de los Discípulos,
y ya te unes a ellos.

Que no confundan la acción
con lo que sientes por dentro.


***

Libro 25 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo III - C9

martes, 4 de junio de 2019

Es Dios el que da estas Palabras

En Sueño Profético decían:

A más te conozcan, menos disculpa tendrán.

Las palabras dichas por ti, puestas por Dios en tu boca, son fuerza en defensa de un Dios Vivo.

Si 28 años cumplidos, día a día, están ocurriendo estos arrobos, justo es que la Cabeza de la Iglesia conozca este Lugar, para premio o como responsable de lo que oiga de este Escándalo Divino, que tanta falta le está haciendo a los tiempos que hoy hay presentes.

Dijo un espíritu de la Gloria:

¿Qué sentido tiene, si no fuera actuación de Dios, ir premiando y recibiendo desprecio? Si tan sólo con la entrega que vive al Prójimo, ves que no es de la Tierra. Tú archiva los pasos dados, para cundir lo que Dios te dice y que Aquí se vuelve a dictar:

Que Me ves, dilo, publícalo”.

Si así no lo hiciera el que Dios manda, no sería verdad. No habría palabras que pudieran callar al que desmentir quisiera.

Deperté, oí:

Que Me ves, dilo”. No hay persona que tenga lengua y guarde silencio.

Que piense, el que oiga este arrobo, el tener silencio: ya no sería de Dios el que diera el Mando.

Y el que siente a Dios en su espíritu, sabe que es Dios el que da estas Palabras.

Que Me ves, dilo”, ya lleva premio el oírlo, y no admite disculpa, el día del Juicio Final.

Debería el hombre pensar el momento de la muerte, y haría un stop a este mandar.


***

Libro 24 - Dios No Quiere, Permite - Tomo IV - C5

domingo, 2 de junio de 2019

Dios elige porque sabe que tú respondes

En Sueño Profético decían:

Sin creer, no puede haber Obediencia, como no sea con castigo. Pero si amas, olvidas el creer y el Mando haces con ganas.

Jesús enseñó a sus Discípulos a que cogieran su Mando como niño que le quitan aquello que le gusta, pero que puede hacerle daño. Esto, en niño de corta edad, que no podrías explicarle lo que podría pasar, bien por no comprenderlo o por no poder callar.

Dijo uno:

Yo Le oí una mañana, cuando despedía a los Discípulos, estas Palabras contestarle a uno que Le preguntó: ¿Y si ellos ven otro camino más corto, pueden dejar el que su Maestro le ha dicho?

No, porque entonces ya no los tengo de Discípulos. Mis Palabras vienen de mi Padre, para que Yo dé el Mando. Si mis Palabras no obedecen, ya van mal de Mí hablando, y esto no es de Dios”.

“El que Me siga, verá que a unos les mando mucho y a otros no les mando”.

“También verán que he retirado Mando al que en tiempos le di Mando
”.

Desperté, oí:

No se quedaron tristes sólo los que preguntaron, sino que quedaron tristes todos los que Lo oyeron.

Fue contestación, no al que preguntó, fue a los espíritus que querían hacer a los Discípulos daño.

Al que pisaba la Palabra que había dicho el Maestro y quería cambiarla por la suya, ya no le mandaba el Maestro.

El querer reformar, es niño de corta edad, que cambia el bien por el mal.

Pero en el hombre, el no aceptar, es no amar.

Dios elige porque sabe que tú respondes.


***

Libro 28 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo V - C3