miércoles, 30 de agosto de 2023

Dios me llama para que sea conocido con sus Palabras

En Sueño Profético decían:

¡Qué difícil es la vida sin vives sin amar a Dios!

¡Qué difícil es la vida si no crees que hay otra Vida, en la que ya muerte no llega!

Que esta es la Enseñanza que Dios manda en uno que aún vive su cuerpo, para que explique este sentir que el espíritu siente cuando tiene arrobo.

Dijo un espíritu con Mando de Dios:

De estos Elegidos ha habido pocos, y éste, hoy, es caso único. Aquí ha luchado e intenta luchar la fuerza del mal en los que están cerca y en los que están lejos. Pero ya se quedan como cerillos mojados, que tienen el nombre, pero no pueden encender el fuego.

Haciendo caso del que Dios le da esta Enseñanza, ya vives Paz y Vida Eterna. Los consejos del Elegido siempre son de Amor a Dios y de repartir paciencia. Sin Amor a Dios no hay paciencia. Sin Amor a Dios pierdes el camino de la Gloria.

El Amor a Dios, la caridad al Prójimo y la paciencia, son las llaves que abren las puertas de la Gloria. La palabra Gloria la dicen muchos, pero pocos la dicen creyendo en ella. El que cree y ama, en todo el sufrir que le llegue, más a Dios ama, porque sabe que amando, a Dios lleva de compaña.

Desperté, oí:

En el día pasado ha habido momentos intranquilos de cuerpo, pero con Paz de espíritu.

Tu pedir a Dios por los enfermos no se olvida del pensamiento ni de noche ni de día.

El que aquí dé desprecio tiene que hacerse él mismo confesión.

Al Elegido, si le dijeran “te quito los Mensajes dichos en la Gloria o das la vida”, el contestar sería: “Antes de decir que me los quiten, aquí esta mi vida”.

Porque él sabe que la vida sin servir a Dios, ya es vida de temporada.

Tan sólo con pensar: “Dios me llama”, no puedes sujetar tus lágrimas, pensando: “Dios me llama para que sea conocido con sus Palabras”.           

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Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C6

martes, 29 de agosto de 2023

Luz Divina pone letras sin papel ni cuaderno

En Sueño Profético se vio una luz que del Cielo bajaba. Y quedaba el suelo con luz, como si fuera sol, pero hablaban. Y estando hablando, se iba la luz y quedaba oscuridad. Y de momento, otra vez la luz bajaba.

Ya dijo uno:

Esta Luz es el Poder de Dios. Esta Luz Dios la manda cuando manda sus Palabras al Lugar que elige. Y ya esta Luz le manda acción que hacer y camino, para que más vean que todo lo que hace el Elegido es Mando de Dios. Aquí el Poder lo da la Luz, sin palabras, por ser Amor de Dios. Dejando Libertad para que el que quiera busque al que Dios manda. Y viva su consejo y respete sus palabras, que son la Luz que Dios le manda.

Si así no fuera el que Dios elige, no se destacaba por sus obras. En todos los pasos que el Elegido dé, no le faltará esta Luz. Que éste es su sufrir: querer que todos vean que este Mando no es de ella.

Desperté, oí:

En el Sueño, Dios te ha hecho que veas su Poder, iluminado tus actuaciones, palabras y caminos para cundir esta Enseñanza que tanta falta hace en estos tiempos de “adelanto y progreso”.

¡Con qué fuerza bajaba la Luz! y de momento se quedaba oscuro, como noche sin Luna ni estrellas!

Que esto es lo que el Elegido siente. Y según el lugar o la persona, él se comporta.

Esta Luz Divina pone letras sin papel ni cuaderno.

Por eso ha y veces que el Elegido dice sin verlo ni saberlo. Pero el sentir de Dios no puede estar en secreto.

Termina el Mensaje diciendo que busquen dónde poder esto cundir más deprisa.  

 Ya que nadie puede presentar obras tan justas como las de este Elegido, por querer que todos vivan Amor de Dios en el Cielo y Paz en la Tierra para no perder la Gloria.

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Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C4

lunes, 28 de agosto de 2023

Todo lo que tiene valor no se oculta lo que vale

 En Sueño Profético decían:

El que representa a Dios tiene que ser conocido antes de que lo oigan hablando, en la iglesia y en la calle.

Todo lo que tiene valor no se oculta lo que vale. Pues a qué profesión puedes ponerle más valor, que decir sin hablar: “Yo soy Representante de Cristo y tengo poderes para dar la Salvación al que quiera salvarse.”?

¿Tú no comprendes, lector, que si tú estás contento con tu profesión, en el camino seglar, y tienes un alto cargo, tú lo quieres publicar?

No hay quien tenga tres estrellas, o una que valga más, y quiera ponerse la ropa del que entra a la fuerza en el cuartel por una temporada. Pues si esto no pasa en el seglar, ¿cómo el Ministro de Dios quiere pasar por seglar?

Dijo uno:

No se ha conocido, ni se conocerá, que Dios se presente con otra ropa que no sea su Túnica Sagrada. Y si la Aparición o Visión es de martirio, Lo verás clavado en la Cruz.

Desperté, oí:

Hablaban en la Gloria muchas Palabras que el hombre tiene que aceptar.

Aunque no quiera reconocer el mal que hace.

Decían, que el uniforme lo guardaba el hombre para perseguir lo malo, porque lo malo le temía.

Pero que el Representante de Dios, yendo con túnica, el que hiciera mal, a él buscaría.

Y por qué no, cambiar de vida.

Si por dentro llevas a Dios y sus Poderes te ha dado, tienen que verte vestido con uniforme Sagrado.

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Libro 30 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IV - C6

domingo, 27 de agosto de 2023

¿Quién puede dudar de estas Palabras que Dios dice?

En Sueño Profético decían:

Ya se está achicando el sufrimiento y agrandando las alegrías.

Dijo un espíritu con el Mando de Dios:

Esto, hoy, es Caso único en el mundo. Que esto lo pueden publicar, diciendo que si hay otro caso igual, que lo presenten, y ya a éste lo desmienten.

El que pueda aquí ayudar y no lo haga, cuando le llegue enfermedad que el hombre no pueda curar, a Dios llamará. Y entonces oirá estas palabras: “Si a mis Palabras les diste desprecio, hoy no las oirás para curar tu cuerpo”.

Desperté, oí:

¡Quién puede dudar de estas Palabras que Dios dice y da Mando para que el Elegido las diga!

Hablaban en la Gloria de que tienes que hablar con Poder y Amor de Dios.

Decían que el que siga al Elegido, éste le podía dar un gran sitio.

Hablando de Dios y poniéndolo lo primero, Él dará ya el camino que Esto merece.

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Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C7