En Sueño Profético decían:
No se puede explicar el Amor tan
grande que el Elegido siente cuando le llega este mandar. Que este sentir lo
siente cuando se va el sueño y queda despierta, oyendo y viendo como cuando no
está el cuerpo. Que los Mensajes le dicen lo que tiene que poner cuando
está despierta o cuando está en el arrobo.
Dijo un espíritu de Dios:
La palabra en el arrobo dicha,
cuando dice “desperté, oí”, esto te acerca a que creas más de lo que creías,
por seguir escribiendo, despierta, el mismo Dictado, ya sin ver, pero la mano
obedece al espíritu y queda el Poder de Dios para todos los que lean los
Libros. ¿Quién puede dormir, soñar, despertar y seguir las mismas palabras que
en el Sueño oyes? Pues a esto le siguen los milagros y no callar lo que dicen
en la Gloria.
El hombre debe pensar que esto no
es para engañar, porque esto Dictados llevan Gloria con Mando. Si abres un
Libro, verás que todo es hablar de Dios, pero nada es lo mismo. Que esto es
puro Evangelio.
Desperté, oí:
Los que están aquí unidos, que
busquen a quien más pueda hacer para que esta Verdad sea reconocida por la
Iglesia.
A los que pueden y no hacen,
tiene que llegarles el día en el que se asustarán, por nunca a Dios ayudar. Que
no ayudan porque no creen.
Con lo que hay de Dios mandado,
ya pueden formar gran escándalo.
El sueño tardaba en llegar, y la
alegría se agrandaba más.
Aquí el escándalo lo dan los que
hay unidos para de Dios hablar.
Si sigues a este Elegido, ves que
Esto es verdad, empezando por el poco descanso que tiene su cuerpo y el corto
sueño.
El que esto dude, cuando muera su
cuerpo, tendrá que entregar cuentas.
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Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C5