martes, 30 de abril de 2024

Luz Divina, Luz del Cielo

En Sueño Profético decían:

Las alegrías que Dios te manda son alegrías de milagro. Que éstas, Dios las irá mandando para el sufrir achicarlo.

Se vieron unos rayos de luz. Eran como espigas doradas que por la puerta entraban. Y ya se oyeron estas palabras:

“¡Luz Divina, Luz del Cielo! ¡Luz Divina, que cambias los pensamientos!”.

Esta Luz –y otra vez se vieron los rayos de luz con fuerza por el lado de enfrente de la ventana, o sea, de la ventana que estaba cerrada–, Dios la entra. Que antes, la Luz estaba con las palabras de los que están aquí unidos y con fuerza hablaban de los arrobos para publicarlos.

Dios maneja tu espíritu y tu cuerpo.

Desperté, oí:

Antes de Dios arrobar el espíritu la noche pasada, el espíritu del mal te atormentaba.

Pero Dios te arroba el espíritu y entra Fuerza de Luz Divina, que nadie puede encenderla ni apagarla.

Los libros, que no se dejen de hacer y que los sigan presentando.

Ya que esta cantidad de Libros no la tiene nadie.

Esto tiene que formar gran escándalo, cuando vean verdad sin nadie poder reformar una palabra.

A más pienses en la Luz que, dormida, estabas viendo, más verás que esto nadie puede hacerlo.

Termina el arrobo con estas palabras:

“¡Luz Divina, Luz del Cielo!

¡Luz Divina, que cambias los pensamientos!”.

Que se cambian en alegría los que te dan sufrimiento.

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Libro 47 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VI - C5

lunes, 29 de abril de 2024

Si desprecias, no crees

En Sueño Profético hablaba el Amor a Dios y el Desprecio. Ponían comparaciones que el pensarlas quitaba el sueño. Decían:

¿Quién puede decir: “yo amo a Dios, y el Lugar que Él elige a mí no me dice nada, y yo no obedezco sus palabras”? Esto es no creer en la Existencia de Dios; no creer en su Nacimiento ni en sus profetas, que fueron los que Dios Padre mandó para que el hombre no perdiera la Gloria.

Dijo uno que vivió con cuerpo cuando Dios vivió de Hombre:

“Aquí va el poner de ejemplo las Palabras que yo Le oí al Maestro una mañana en una calle donde la gente cerró el paso cuando aparecer Lo vieron. Estas fueron sus Palabras:

“El que Me ha conocido y antes de mi Nacimiento fue anunciado por los profetas, si se va de este mundo sin seguir mis Pasos y dándome desprecio, éste, por bueno que lo vea el hombre, no entrará en mi Reino”.

“Si mi Padre habla en Mí, es para que ya no deje el mundo de hablar de mi Reino, donde mi Padre Me espera sabiendo lo que el hombre va a hacer. Luego vendrá mi Espíritu y actuará en la carne que más crea y ame”.

Pues si esto fue dicho por Dios, piensa que ahora tienen la misma actuación que a Él le tuvieron.

Desperté, oí:

Se van a aclarar las Palabras que Dios dijo cuando vivió de Hombre:

Decía, que el que no había vivido cuando su Nacimiento lo anunciaron los profetas, éste tenía alguna disculpa si la duda le llegaba.

Ya, el que conoció su Venida y no Lo siguió, a éste, en vez de darle el Perdón tiene Dios que apartarlo.

Pues sigue comparando al que conozca este Caso y el desprecio y la duda de él lo aparten. Éste no tendrá disculpa cuando muera su cuerpo.

Este Caso, ya pasados los 36 años, el que no lo respete y alabe tiene a Dios enfadado.

Decían en la Gloria, que conocer Esto –diciendo el Elegido “Dios me dice. Dios me manda”– y no amar con obediencia, era el peor de los pecados.

En el sitio donde Esto no pase, puede en algunos momentos de la vida tentar la duda.

Pero conocer Esto y no darle el sitio que Dios le tiene dado, es peor que un grande pecador de Dios retirado.

No hay Premio mayor, que conocer el Lugar donde habla Dios.

Pídele a Dios un castigo antes que despreciar a su Elegido.

Si desprecias, no crees. Y si pides castigo, puede que te notes arrepentido.

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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C3

domingo, 28 de abril de 2024

El querer le puede al poder

En Sueño Profético hablaban el querer y el poder:

El querer busca al poder. Y el poder, si el que lo tiene es de Dios, no se niega, porque piensa: “El poder que tengo yo es porque Dios me lo deja. Yo debo dar este poder para hacer el bien en la Tierra. Cuando falte mi cuerpo, otro mi poder se lleva. En cambio, el querer, si es de Dios, no te falta en la materia, y cuando muera tu cuerpo, este querer en doble aumenta.

Dijo un espíritu con Mando de la Gloria:

Estas Palabras han sido dichas para el pensar del Elegido, al que no le falta el querer hacer el bien, el querer que Dios sus ruegos conceda, el querer que vean que es Dios el que a la cama del enfermo llega. Y ya, querer que todo el que pueda escandalice este Caso hoy único. Que poder pueden muchos, pero les falta el querer. Que si tuvieran querer, como el que Dios trae Aquí, todos los pudientes retirarían el no y pondrían el sí. Esto sería mandar glorias a Dios y enseñar a vivir queriendo hacer todo el bien.

Decían que el querer que el enfermo se cure, busca al Poder de Dios, y Dios lo concede.

Si no quieres, no buscas el Poder de Dios, que es el Poder que nadie tiene, por haber sólo un Dios, con Tres Nombres.

Desperté, oí:

El querer y el poder hablaban como dos personas para el que lo entiende.

Aquí, el querer, era hacer el bien y buscar al Poder para que concediera lo que quería el Elegido en la curación del cuerpo.

“Señor, cúralo. Que no sea yo la que voy a verlo. Que seas Tú”.

Este pensar lo tiene el Elegido todo el día: “Señor, que el que me mire Te vea. Y el que Te vea que no Te olvide”.

A este pensar se unen estas Palabras:

“Señor, que piensen que esta vida es trueno de tormenta, que antes de que se acabe el trueno el cuerpo muerto queda”.

Decían que el querer le podía al poder, cuando el poder también quería.

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Libro 48 - Investigaciones a la Verdad - Tomo VIII - C5