En Sueño Profético decían:
Si Dios hiciera de Dios, con su Poder y su Mando, no existirían las guerras, ni el hambre, ni el pecado. Que la guerra viene del pecado, igual que el hambre, el adulterio y el romper la unión de la carne que Dios hace.
Dijo un espíritu con el Mando de Dios:
El robo es más pecado para el hombre que para Dios, si este robo es hecho por hambre o por ropa para tapar tu cuerpo por el aire o el frío, o el hielo. O si es hecho por algo para que tus pies cubran por ir descalzos.
Esto son unas pocas cosas que se han nombrado. Pues Dios consiente esto por no poner su Poder como dictador de la tierra.
Estando oyendo estas palabras, se vieron unos chiquillos de unos ochos y nueve años. Estos iban corriendo y se pararon delante de un puesto que había con tortas y pan. Se acercaron y quitaron unas tortas, mientras otra gente las comían y las pagaban. Llegaron dos mujeres, madres de los niños, y uno dijo: “Madre he robado dos tortas y me las he comido porque tenía mucha hambre. Y mi amigo, las sandalias que lleva las ha robado de una tienda en la que había mucha gente. Y mientras él se las probaba, la gente ni lo miraba”.
Desperté, oí:
Cuando llegaron los chiquillos a la casa iban sin hambre y con los pies cubiertos con las sandalias.
La madre los abrazó llorando con estas palabras:
“¿Dónde habéis hecho este robo? Que yo quiero ir para pedir perdón. Y que jamás esto vuelva a ocurrir porque es pecado. Para Dios somos pobres, pero pecadores no”.
Cuando la madre llegó a los dos sitios donde habían los chiquillos robado, ya tenían la respuesta a sus palabras los dos dueños.
La del pan y las tortas les dijo: “Si con lo que habéis cogido se os quita el hambre, ya podéis venir todos los días, que yo sin dinero os las doy hasta que vuestro padre gane trabajando”.
La madre se abrazó a los niños llorando con estas palabras:
“Yo quiero que pidáis limosna, pero no que robéis”.
Había un hombre delante que los vio cuando cogieron las sandalias, y esto le dijo a la madre:
“De donde han cogido las sandalias ya tienen pagados otros zapatos para que cuando se queden rotos los que llevan se pongan unos nuevos y que allí queden los rotos”.
Esto en el pueblo se cundió y no daban a basto a hacer tortas en la tienda, de la venta que tenían.
En los puestos de calzado y en las zapaterías esto se cundió y les dijeron que el precio del calzado era, cuando les hiciera falta, dejar los viejos, que esto ya era como factura pagada.
Este es el robo que para Dios no es pecado.
Decían en el ArroboDesprendimiento del espíritu por la Fuerza del Mando de Dios y obediencia en la carne esperando el retorno del Mando (L.76-Pag.73-74-75) que cómo no se darán cuenta de que Dios aquí está hablando.
También decían en el Arrobo que la guerra era el peor de los pecados. Porque esto es matar a cuerpos a los que Dios tenía unos por buenos y otros perdonados.
***
Qué palabras, cómo enseñan; dejan los zapatos rotos en la tienda para justificar que se los llevan por necesidad, no por tener más zapatos.
ResponderEliminarComo explica que el pecado que es por necesidad para Dios no tiene la misma importancia, como te enseña el mensaje el hecho que ocurrió para que no haya equívocos.
ResponderEliminar"Si Dios hiciera de Dios, con su Poder y su Mando, no existirían las guerras, ni el hambre, ni el pecado". Con estas palabras te demuestra la libertad tan grande que nos deja Dios para que nuestro amor sea completamente libre.
ResponderEliminarActualmente, este tipo de situaciones son muy complejas.La persona necesitada pide y recibe,pero con frecuencia se acomoda a esta vida y se queda esperando a que tú soluciones sus problemas que cada día son más.Me gustaría poder preguntar a Anita qué hacer en estos casos.
ResponderEliminarCuando teníamos a Anita de cuerpo era fácil hacer la caridad pues tú dabas lo que podías para que ella lo administrara y sabías que mejor que ella hacía la caridad no la hacía nadie, ahora todos podemos vernos en la misma incertidumbre que Ana, ¿estará bien dado lo que damos?¿o estaremos manteniendo a un haragán? El problema siempre lo tiene el que obra mal no el que hace las cosas por Dios, si lo haces por Dios siempre recibirás paga verdadera aunque el que reciba sea falso en cuanto a su necesidad, eso es problema de él.
ResponderEliminarCuántas veces yo he pensado lo mismo que vosotras. He querido ayudar a personas necesitadas, pero sabes que el que no forma parte de una organizacion para la mendicidad, es para potenciar droga u otros vicios, sinceramente no encuentro soluciones para estos problemas, creo que en estos tiempos es diferente a la época de Anita.
ResponderEliminarLlevo tiempo sin comentar en el blog, sin embargo lo sigo casi a diario. Me gusta mucho todas las novedades que hay.
ResponderEliminarEn cuanto a los comentarios de Ana y Alvaro, me parece una "excusa barata" decir que los pobres de ahora son diferentes y que la época es diferente. Estoy harto de oir:
- "...es que seguro que es para droga..."
- "...es que está todos los días en la puerta de la Iglesia..."
Perdonad pero eso también pasaba hace 30 años, cuando Ana tenía el club de la peseta.
Hay pobres "caraduras" hoy, y también los ha habido antes.
Si no queréis dar limosna, no la déis, pero no pongáis exusas tontas.
Dios os bendiga a todos.
Hola augustus, me gusta eso que has dicho de: "Llevo tiempo sin comentar en el blog..."
ResponderEliminarLa verdad es que es mejor que sigas así, sin comentar, porque cada vez que lo haces sube el euribor.
Cuando puedas me exlicas qué han dicho Ana y Álvaro que te haga pensar que ellos no dan limosna. Seguro que dan más que tú.
Hola augustus, no te puedo dar la razón en lo que dices, porque desgraciadamente sí que hay situaciones muy diferentes a las décadas delos 50, 60 y 70. España todavía tenía un gran número de pobres, los pobres de antes tenían necesidades básica importantes: comida, ropa y calzado. Ahora hay muchas parroquias que dan ropa y comida, y hay muchos comedores sociales, así como muchas organizaciones sensibilizadas con estos temas que ayudan a los que están en las calles, también hay dormitorios puestos por los ayuntamientos para las personas que están en la calle, etc. Es decir hay más recursos para ayudar, cosa que en la época de Anita no había de donde sacar para ayudar a tantísimo pobre.
ResponderEliminarAhora el pobre o necesitado tiene otro perfil, está el que tiene deudas y no llega a final de mes, y otros que da igual el principio o final de mes están siempre mal, tambien están los que su vida la han desgaciado por las drogas y tienen dos caminos pedir o robar, luego hay otros que tienen problemas psiquiátricos que están en la calle y no pueden salir por ese problema en concreto. A grandes rasgos esta es la sociedad en que vivimos.
No es una sociedad eminentemente pobre de morir de hambre, eso gracias a Dios, ya pasó hace unas décadas, aunque sí hay cada vez más pobres, por lo menos hay comida y ropa para que puedan ir saliendo.
Así me gusta Augustus, haciendo amigos.
ResponderEliminarRespecto a este tema voy a contar una experiencia que viví acompañando al Profeta. Corría el final de los 80 cuando pasó lo que voy a contar.
ResponderEliminarAnita llevaba muchos años acudiendo a socorrer a unas viejecitas que vivían en la ribera, y además de pagarles el alquiler y la luz(que se lo pagaba al dueño de las viviendas), luego iba a las casa de las viejecitas y les daba dinero para que tuvieran algo, pues ellas decían que los nietos iban más a verlas cuando les daban ellas para sus chucherías, y que con eso ellas eran más felices.
Pues llevaba Anita ya muchos años haciendo esta labor con estas mujeres cuando una vecina de ellas, le dijo a Anita, que ya no tenía que preocuparse de acudir más a ellas porque ella se ocuparía de ayudarlas y de que no les faltara de nada.
Fue más maravilloso el hacer que otra persona se enterneciera y tuviera la necesidad de hacerlo, que hacerlo ella misma. Si lo hacía ella misma, la alegría era sólo para ella, de la otra forma la alegría era doble. Esto pasó cuando ya España estaba económicamente mucho mejor que los años de los que ha hablado Petra, aunque tiene razón, pero yo creo que pobres, con dignidad siempre hay, y Dios nos da olfato para que los sepamos identificarlos.
@ruzillo
ResponderEliminarSi señor ruzillo, estás que te sales mensaje corto y preciso
Yo pienso que siempre hay que hacer la caridad, da igual si lo necesitan o lo piden por pedir, la realidad es que cuando damos algo es por qué podemos y si las personas piden es por qué lo necesitan, si no les hace falta el dinero les hace falta espiritualmente, no sé si me he explicado bien, espero me entendáis
ResponderEliminarIba a opinar y resulta que Petra lo ha clavado ;). Así que suscribo lo dicho.
ResponderEliminarPrecioso lo que cuenta Encarni.
Sólo añadir que los necesitados están más cerca de nosotros de lo que nos imaginamos. Esa gente que necesita un préstamo para poder encauzar su economía, y que el banco ya no les ayuda. No quieren una limosna, necesitan un apoyo para salir del bache. Conozco unos cuantos casos así.
@Camellito
ResponderEliminarTienes razón camellito, los necesitados están más cerca de lo que pensamos, pues como dices el banco no les ayuda, y lo necesitan para encauzar sus vidas, es una pena que las personas estén sufriendo.
Gracias, por tu opinión a mi comentario, es verdad que petra lo ha clavado.