En Sueño Profético
halaban de la Tierra,
de su engaño al hombre.
Hablaban de la edad,
hablaban de la belleza.
Hablaban del que el dinero
lo tiene y no lo cuenta,
porque el querer contarlo
le supondría una pérdida.
Hablaban de los oficios
y de las grandes carreras,
de los torpes de la Tierra.
Y también hablaban
de los listos que ahí quedan.
Porque inteligencia de hombre,
casi siempre
quiere anular a ésta.
Con sus libros inventados,
que siendo la misma carrera,
cada uno pone un texto,
y anula al que estudió en su carrera.
Que detrás ya vendrá otro,
esperando que éste salga
por vejez, o que se muera.
Que éste es el referir
del engaño de la Tierra.
Dijo uno:
La Tierra,
todo lo mantiene y todo lo entierra.
A lo único
que ni mantiene ni entierra,
es al espíritu,
y esto lo sabe la Tierra.
Por eso,
el que vive para Dios,
con él no presume la Tierra.
¡Que esto vale millones,
que lo guarden o que lo vendan!
¡Qué felicidad le da el ver
que a Dios muchos Lo quieran!
Y que el pecado lo miren
haciendo cruces con las manos,
diciendo: “¡Que Dios nos libre!”.
Echando a Lucifer,
que es el que a Dios Lo persigue.
Desperté, oí:
Siendo la Tierra de Dios,
y mandando Dios en ella,
el hombre siembra pecado
para que a Dios no Lo quieran.
Culpando a Dios de “porqués”.
Sabiendo el hombre,
que se tiene que morir,
y normal ponerse viejo,
¡qué pocos cumplen en la Tierra
lo que Dios dice en el Cielo!
Él, a la Tierra se pega,
y de sí se cree dueño.
Sobre todo cuando es joven
o cuando tiene dinero.
Entonces la Tierra engaña,
presentándote la vida,
corta, embustera y falsa.
Que ella la presentó:
verdadera, fiel y larga.
Para llevarte al pecado
y de Dios no te acordaras.
Si la Tierra viera siempre
al hombre mirando al Cielo,
no podría engañar
ni por joven ni con dinero.
***
Libro 16 - Dios No Quiere, Permite - Tomo II - Pág. 25-26-27-28
Amar a Dios, es la mejor carrera que podemos tener en la tierra.
ResponderEliminarEl unico afan que merece la pena es el que no tiene tiempos: Amor y Caridad .
ResponderEliminar