En Sueño Profético hablaban de creer lo del espíritu como se cree lo del cuerpo.
Ponían comparaciones, y siempre ganaba el cuerpo.
Si hablaban de la obediencia, lo que le hacían al espíritu, no se lo hacían al cuerpo.
Preguntaban:
¿Qué es creer lo que Dios está diciendo?
–Obedecer y ver bien a Dios orando en el huerto.
–Aceptar estas Palabras que Dios Hombre dice a Pedro:
“¡Quítate Satanás!”.
Porque ve que no era Pedro, ve que querían demostrar que no era Dios del Cielo. Y Él tenía el Mando del Padre, que siendo Él mismo, tiene que enseñar al hombre cómo puede el espíritu y le manda a la carne: con Amor, sin sacrificio. Si el sacrificio existe, no es Mando del Cielo, es que el hombre te lo pide, que sí tú lo haces por Dios, ¿qué duda puede haber de que alguien recoja el fruto?
Pero el que Dios le manda, puede ser secreto Divino, y ya, si hay creencia, no hay consejo. El hombre aconseja a Dios en lo que cree malo y en lo que cree bueno. Y si hiciera stop, vería que es Creador de lo que Le da consejo.
El hombre, para saber del espíritu y del cuerpo, tiene que decir amén, y ya se retira el cuerpo y queda Saber Eterno.
¿Por qué no compara el hombre qué reacción le tendría el médico al paciente, si el paciente entrara en la clínica diciendo como tendría que hacer la operación: grande o chica? ¿Y un empleado en la empresa, que al director le mandara, llevando las hora en cuenta que tenía desperdiciadas, cuando estuviera citado con hombre de grande empresa? ¿Qué reacción recibiría el que le pidiera cuentas?
Desperté, oí:
Son las cosas del espíritu
sencillas y difíciles a la vez.
Y ya, las del Elegido,
claras u oscuras las ves.
Ahora piensa en los ejemplos
que te pone este Dictado.
Y verás que a lo de la Tierra,
grande sitio le van dando.
El hombre manda al espíritu,
y se olvida
de donde le viene el Mando.
A Dios le mandaba el hombre,
y hoy
le sigue mandando.
Hay que enseñar al espíritu
a conocer lo que viene de Dios
o lo que le manda el diablo.
***
Libro 15 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo III - C3
El hombre,para saber del espíritu y del cuerpo,tiene que decir amén a la Enseñanza.
ResponderEliminar