En Sueño Profético decían:
“No es sólo Amor a Dios el amarlo”.
Dijo uno:
Estando un día quedándonos con las Palabras que el Maestro nos estaba dando, llegaron unos y le preguntaron al Maestro:
–Maestro, ¿podemos nosotros llevarnos Enseñanza como se la llevan éstos? –y señaló a los Discípulos.
Anduvo el Maestro unos pasos a la vez que decía:
–“Yo doy mis Palabras no sólo para uno. Tú, si te las llevas, tiene que ser para que más Me conozcan. Primero las practicas con Amor, y luego, sean enseñadas con este mismo Amor. No es sólo Amor a Dios –que es el que te está hablando– el amarlo. Es más Amor a mi Padre el enseñar a que muchos amen. No cumplir estas Palabras, no sirve este Amor que muchos creen que Me tienen”.
Quedaron estos hombres de piedra, cuando oyeron lo que ellos hacían: amarlo, pero indiferentes al que no Lo amaba. Esto no era Amor a Dios queriendo servir a Dios, ni cundir a Dios de Carne, era un amor que iría perdiendo grados, un amor que la falta de Amor lo ahogaría.
Desperté, oí:
Éstos que a Dios buscaron,
amaban con un amor
que irían perdiendo.
Encerraban las Palabras,
como bóveda en el Cielo.
Pero con la diferencia,
que la Bóveda es su Reino.
Y la bóveda de ellos
eran palabras y entierro.
Era guardar las Palabras
por no disgustar a Dios.
Esta era la enseñanza
del que no aceptaba a Dios.
Cuando oyeron al Maestro,
tristes miraron los dos.
La razón tenía el Maestro,
fue lo que ellos pensaron.
Luego pidieron perdón,
por razón haber pensado.
Le dijeron al Maestro:
¿Quedaremos perdonados?
Te hemos dado razón,
y en la razón hay pecado.
Esa palabra es del hombre,
y nosotros hemos pecado.
Mil veces decían a dúo:
¡Es palabra de pecado!
Siempre que digas “razón”,
no la des a Dios hablando.
Estos hombres ya vivían
con el Amor practicado.
***
Libro 8 - Dios No Quiere, Permite - Tomo I - Pag. 30-31-32
El Amor a Dios no conoce la timidez.Es una fuerza incontenible que se desborda en pensamientos, palabras y acciones;se calma y crece con el contagio.
ResponderEliminarDecir a Dios que lleva razón es quitarle el sitio a Dios, sus Palabras son Camino, Verdad y la Vida.
ResponderEliminarNo puede haber Verdad fuera de sus Palabras.