miércoles, 22 de agosto de 2012

Fórmate un camino, con Dios por ahí pasando

En Sueño Profético decían:

Siguiendo a Dios, vas por su Camino, y sin llamarlo te entras en la Gloria, y ya siempre estará Dios contigo. Es peor llamarlo. Es mejor seguirlo, es mejor, por no sufrir el pensar el mal que Le hiciste.

No hay sufrir mayor, que llorar por lo que Dios lloró. Por eso, siguiendo sus Pasos, los tuyos tienen que ser seguros, porque antes Él ha pasado; pasa llamando a las puertas, por si quieren seguir sus Pasos.

Dijo uno:

Dios llama, espera,
perdona y te abraza,
pero ya te deja a ti
que quieras oír Llamada,
y siempre poder decir:
“la voluntad te dejaba”. 

Espera, para que tú no digas:
“prisa me daba”.

Y ya perdona este Dios,
que el abrazo es la entrada
para que vivas en su Reino,
donde ruegos lo esperaban,
donde quisieran que el hombre
siempre volviera a su Casa,
de donde Dios lo envió.

¡Es tan sencillo pisar
donde antes Él haya pisado!

El que ama y busca a Dios,
Dios le pondrá las pisadas
para que jamás se cambien
con otro que allí pisara.

Puede que al poner el pie,
parezca que en fallo anda,
pero si sigue el Camino,
confiando donde anda,
Dios se para sin que tú
supieras que te esperaba.

Esta es la Libertad
que Dios te deja que hagas,
por si quisieras seguirlo
o despreciar su Llamada.

Desperté, oí:

¿Cómo se describiría este Arrobo
y esta Visión si Dios
la hubiera hecho en Arrobo?

Cierra los ojos, cristiano,
y fórmate tú un camino
con Dios por allí pasando.

Si vas detrás de este Dios,
paso, al andar, no dabas.

Y si quedabas delante,
echándole tú la espalda,
¿no crees que el mismo camino,
para ti sería montaña?

¡Es tan difícil decir
este Dios cómo nos ama!

Que siguiendo su Camino,
no tienes que hacer llamada.

Es mejor seguir sus Pasos
donde veas sus Pisadas.

Que Él, como Dios que es,
deja la Huella sellada.

Este Camino sería
Camino de su Llamada.


***

Libro 9 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo I - Pag. 260-261-262

1 comentario:

  1. Caminamos hacia lo desconocido pero tenemos la Huella del Hijo,la Compañía del Padre, la Enseñanza del Espíritu y la Esperanza de que nos espera el Abrazo de Dios.

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