Mostrando entradas con la etiqueta saco. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta saco. Mostrar todas las entradas

miércoles, 23 de diciembre de 2020

El saco de alubias

En Sueño Profético hablaban de la alegría, del buen humor y de la paciencia. Decían:

Esto te produce Paz.

Los niños suelen tener estos dones: alegría, risa y paciencia. El niño es normal que esté horas con el mismo entretenimiento. Todo esto viene de Dios. El alboroto, la poca paciencia y el mal humor, esto no es parte de Dios.

Aparecieron unos niños, y rápido se vieron unos ángeles sin cuerpo, y ya no se veían los niños. Con la misma rapidez se vieron varios hombres con los puños cerrados, las manos hacia arriba y gritando. Se quitó aquella visión, y quedaron serpientes y unos bichos como sapos, pero de tamaño de medio metro. Se vio un camino y una mujer mayor con un saco cargado a cuestas, y por un roto del saco se le derramaron unas alubias que le habían dado unos conocidos para que las vendiera, por estar el marido meses en cama y no tener para su alimento.

Dijo el mismo que explicaba:

Tres veces se le han salido las alubias, porque el saco es viejo. Yo le ayudé a recogerlas y jamás se enfadó. Me dio una enseñanza, que yo ahora enseño. Estas fueros sus palabras:

   –No se moleste, me las han dado y éste es el pago. ¡Qué poco, para tanto bien como me van a hacer cuando las venda! Querían darme otro talego, pero ya me han dado bastante, y además, los he dejado llorando. No quise darles pena, pero querían saber y me preguntaron, y sentí alegría al oír sus palabras.

Desperté, oí:

¡Qué Amor tenía esta mujer,

y qué Paz la rodeaba!

¡Qué paciencia demostró

cada vez que se agachaba!

Tenía humor de Gloria

y vida sin importancia.

Ella sola se quitaba

el enfado y se agachaba.

Ella se pondría contenta

cuando a su casa llegara

y le dijera al marido:

¡Esto no me ha costado nada!

Ésta vivía con Dios,

sin alterarla ya nada.

Nunca acudieron los bichos

de Luzbel a su llamada.

Siempre cruzaba sus manos,

y jamás las empuñaba.

***

Libro 2 - Meditaciones y Palabras Directas con el Padre Eterno - Tomo II - C6

domingo, 20 de septiembre de 2015

Saco vacío o lleno

En Sueño Profético decían:

Enseñar a amar a Dios y enseñar a pasar sufrimiento, no puede enseñarlo el que no ha sufrido, como el que sufrió y a Dios más quería quererlo.

Éstos, siempre hablan poniéndose ellos. Éstos, siempre tienen a Dios en su pensamiento. Éstos, nunca culpan: “Señor, ¿por qué pasa esto?”. Si esto lo pensaran, ya dejarían sitio para un mal espíritu, que siempre al bien va persiguiendo.

Pocas veces haces bien y no te llega consejo para que el bien no lo sigas haciendo. Pero si tu fuerza es grande, tú el bien lo sigues haciendo, y vas quitando espíritus que no son mandados del Cielo.

Dijo uno:

Los espíritus de Aquí llevan Luz, Paz y Consuelo, y hacen que los conozcan y ayudan al sufrimiento. Los espíritus contrarios te quieren quitar lo bueno.

Desperté, oí:

Busca al que mucho sufrió
y más quería a Dios quererlo.

Busca al que ama a Dios,
y te hablará de cómo amar a Dios
para vencer el sufrimiento.

El sufrimiento es
saco vacío o lleno.

Puede estar lleno
de plumas o de hierro.

Que el lleno ya es cosa tuya,
según le pongas el peso.

El espíritu del mal es contento
cuando el saco pesa mucho
y tú no puedes moverlo.

El que ama mucho a Dios,
no le importa que esté lleno.

Ya Dios le ayudará
a que el peso no quede en peso.

Y el saco lo moverás
como el aire mueve el fleco.


***

Libro 19 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo III - C3