miércoles, 3 de septiembre de 2025

El Mando lo doy Yo

Quitaba el sueño el pensar en el Mensaje del día pasado. Ya llegó el Sueño Profético con estas palabras que están dictando:

¿Quién puede decir y dejar escritas la Palabras y Visión que Dios ha hecho, con Mando al Elegido, para que sean dichas y publicadas en Libros, como todo lo que dicen en la Gloria?

Dijo un espíritu de Dios:

Es grande la diferencia de ver cómo la Imagen de Dios la sacan en publico, clavado en la Cruz, y aplauden con gran alegría los que van a verlo. El sentir del Elegido es distinto, siempre Lo recuerda con un gran Amor. Cuando oye sus Palabras, las penas que le llegan las aparta. Y su camino es cundir, cada día más, que Dios le dice: “Que Me ves, publícalo. Y di que el Mando lo doy Yo”. Pues como verán, el Elegido hace este mandar.

Esto ya está cundiéndose cada día más, porque no es una Visión ni Aparición, es llegar el espíritu a la Vida Eterna, y sin cuerpo permanecer normal mientras está con el Mando de Dios donde no ve cuerpos, hasta que en la Enseñanza Dios hace que vea los cuerpos. Aunque Aquí, los que están, viven Vida Eterna sin cuerpo. Ésta es la Enseñanza que al adelanto le está haciendo falta: que muere el cuerpo, pero que el espíritu no tiene muerte.

Desperté, oí:

Se va a dejar dicho lo que decían en el arrobo para que quede de Enseñanza:

“El espíritu no tiene muerte. Si es de Dios, es para la Gloria”.

“Y si no es de Dios, tiene la vida sin muerte, para Satanás”.             

Esta Enseñanza, el que la aprenda, no puede callarla.

Muchos la aprenden cuando han visto peligros en su cuerpo que en la Tierra no tenían remedio.

Par quitar estos peligros han llamado a Dios y lo primero que le han dicho han sido estas palabras:

“Señor, mi vida la tengo cambiada. Te pido con Amor, si puedo ser perdonado. Ya sólo quiero tu Mando”.  

Estas frases, al que las dijo, le llegan dentro.

Y a Dios, ahora, le hace servicios, contento.

Estos arrobos me quitan sufrimiento, cuando a lo que no puedo nombrar pongo recuerdo.

Ya quiero seguir los Pasos de Dios, y ya, todo sufrir, chico quedó.

Estas palabras, para la Madre de Dios, Virgen, son.

***

Libro 60 - Dios No Quiere, Permite - Tomo VII - C4 

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