En Sueño Profético decían:
Si tú te ofreces a Dios, esperas que Mando te llegue, sí tú dices: “yo, Señor, sin Ti no es vida, que es muerte. Pues ya tu Mando sale de Ti, pero es Mando que Dios pone en un espíritu que sabe que va a recibir un Mando que nunca tendrá protesta, siempre verá las ganancias”.
Dijo uno:
Es difícil, en el hombre, hacer un mando que este mando no obligue.
Es difícil, tan difícil, que el hombre vive una vida del Prójimo alejado, y no siente la alegría de recibir este Pago.
El hombre, el hacer un bien se lo piensa y le da trabajo.
El que se ofreció a Dios ve siempre el camino llano y siente satisfacción cuando el bien va dejando.
No le importó la subida. Sabe, que premio en la bajada está esperando.
Desperté, oí:
Haz el bien siempre que puedas,
que si a Dios amas, puedes siempre.
El bien no es sólo en materia,
que el bien hecho al espíritu,
es un bien mucho más fuerte.
Dios contesta siempre al bien,
aunque no lo entiendan los hombres.
El bien sale de un venero
que a más practiques este bien,
más cerca te ves del Cielo.
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Libro 20 - La Palabra del Creador - Tomo II - Pag. 143-144
Hacer el bien es la reacción más espontanea de quien ama. Hacer el bien lleva en sí la recompensa.
ResponderEliminarDios está pendiente siempre de todos nuestros actos y de todos nuestros pensamientos
ResponderEliminarNada le está oculto
Hasta la última letra ya la sabe antes de pronunciarla
Cuanto más será Mirado por Dios el que lo ama y lo sigue