Mostrando entradas con la etiqueta no sabes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta no sabes. Mostrar todas las entradas

sábado, 11 de octubre de 2014

Si sabes amar, no sabes pecar

En Sueño Profético decían:

Si sabes amar, no sabes pecar. Y si ya has pecado, poco has amado. Y si ya no pecas más, es cuando amas de verdad.

Dijo uno:

Tú, Agustín, siempre hablas del pecado con ganas de quitar a más y más de pecar, y de que pudieran hacer daño a espíritus que ahí viven sin querer hacer pecados.

Este fue siempre mi afán,
el decir: Señor, no peco más,
y te prometo silencio
al tener que contestar,
cuando digan: Tú Agustín,
¿por santo quieres pasar?,
¿ya no recuerdas las veces
que has pecado
sin tener por qué pecar?

¡No me vengas con palabras
que risa me puedan dar!
Pues, pregúntale a las madres,
si podrían aguantar
lo que Mónica ha sufrido
por tanto a su hijo amar!

Esto lo decían al paso,
cuando yo iba a pasar,
y me aguantaba palabras
que podía contestar,
pero ya había prometido
silencio y no pecar más,
y dedicaba el silencio
para esta Gloria alabar.

¿Tú sabes lo que es pecar
y dejar ya de pecar,
y saber que Dios te tiene
en su Gran Intimidad?

Porque Aquí no tienes duda
cuando Lo oyes hablar,
y notas que tienes cuerpo,
pero tú allí no estás.

Esto es lo más difícil:
si tuviera que contar
que con cuerpo o sin cuerpo
Aquí vienes y ahí vas.

Desperté, oí:

Yo no podía olvidar
que fui grande pecador
y a Dios llamé de verdad.

Fui pecador y no amé
a este Dios que amo tanto,
que antes me amaba Él.

Tuve Perdón antes que Gloria,
pues la Gloria no pedía
porque a Él dentro tenía.

Si la Gloria no me da,
no Lo dejo yo de amar.

AGUSTÍN DE MÓNICA


***

Libro 1 - Meditaciones y Palabras Directas con El Padre Eterno - Tomo I - C8

sábado, 7 de julio de 2012

Si a Dios no amas, no sabes nada del Prójimo

En este Sueño Profético hablaban del Amor a Dios y del pecado. Decían:

El que ama, mucho más quiere amar. El Amor a Dios te produce ansiedad, desvelo, celos Divinos, celos de querer más que el que más quiera.

El que se entrega a Dios, vive para adorar y contemplar a Dios. Dios paga esto haciéndose Amigo tuyo, dándote Amistad con todos los espíritus de su Gloria.

El que está pecando, el pecado se hará amigo inseparable del pecador. El pecado le producirá bienestar al que está pecando. El que está pecando, raras veces no tiene ganas de pecar, porque el pecado se encargará de que tenga apetito más y más de pecar.

El espíritu que Dios tiene apartado de su Gloria, busca acercarse al que está haciendo mal a Dios.

El que hace el bien a Dios es el que dice: “Señor, yo estoy en el Prójimo, porque Tú estás allí también”.

Despierta, oí:

Si a Dios ahí no amas
y Aquí no quieres venir,
tú no sabes nada del Prójimo.

El Prójimo llama a Dios,
y Dios manda al que Lo ama.

Y el que Lo ama ve a Dios,
porque Dios allí lo manda
a que cumpla la misión
que no cumple el que no ama.

El que no ama no ve
que al Prójimo le hace falta.


***

Libro 4 - Te Habla El Profeta - Tomo I - Pag. 164-165