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domingo, 31 de agosto de 2025

Yo también soy Elegido

En Sueño Profético decían:

El Mando de Dios lo recibe primero el que Aquí trae Dios. Y una vez que el Mando llega a la Tierra, el que lo recibe tiene que tener discípulos que este Mando lo cojan con alegría, sabiendo que el Mando es de Dios. Esto lo pueden comprobar cuando el Elegido manda Mando, porque siempre sale bien.

Dijo uno:

Las palabras que hoy se han oído dichas por el discípulo que está a larga distancia y que no deja pasar hora del día sin hablar de estas Divinas Palabras dichas en Gloria, si tu mando no lo cogen, hoy no se oyen en público y para ti hubiera sido un gran disgusto.

Mañana que siga tu Mando, y el que no lo vea bien, aunque diga que te cree, miente. Porque creer es obedecer, y antes de que oigan el Mando deben decir “yo lo hago”, porque este Mando es Dios el que lo está mandando, unas veces con Palabras y otras con el sentir que, al espíritu, de Aquí le llega.

Desperté, oí:

Si tu Mando lo cogieran creyendo de donde viene, todo sería alegría, porque pensarían: “Yo también soy Elegido”.

Es gran descanso el dar Mando y ver que lo hacen contentos y cantando.

Esto es Amar y creer.

Jesús repetía a sus Discípulos: “Si Yo no hago el Mando de Mi Padre, no os Mando Yo”.

“Hacer Mi Mando es creer que Yo soy Dios Hijo”.

“El que no lo haga verá la diferencia que Mis Palabras tienen con el que Mi Mando haga”. 

Pues si Dios habló así al hombre, el Elegido tiene que seguir Su Enseñanza.

Pensamiento que te llegue para cundir estas Palabras, busca donde el Mando lo hagan.

El que Esto crea, no puede hacer lo que él quiera.

Todo lo que sea para escandalizar este Caso, hoy único, no dejes para nada el tiempo que aquí haga falta.

Dios da el ciento por uno a los que están contigo.

Que ha veces les hace pensar: “Esto, a mí, cómo me ha venido”.

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Libro 40 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo VI - C2 

lunes, 16 de diciembre de 2024

También se enferma el espíritu

En Sueño Profético hablaban de la enfermedad del espíritu. Decían:

El espíritu puede enfermarse de varias maneras, igual que el cuerpo. Pero para curarlo son distintos los medicamentos.

La medicina del cuerpo es material. La curación del espíritu puede ser material, pero no pasa dentro del cuerpo. No le sirve ni cirujano ni medicamento. Son dos vidas distintas, aunque juntas nacieron.

Una es la que vuelve. Otra queda en el suelo, que es pasto de animales hasta dejar esqueleto.

Aquí muere también la palabra “vida” al nombrar el cuerpo. Todos dicen “murió”, cuando vivía. Esto, si lo pensara el hombre, de humildad se vestiría en vez de pensar tanto en la fantasía, que es un gran peligro y de Dios te retira.

 

Desperté, oí:

 

El espíritu se enferma por el contagio del que está pecando, aunque tú no te des cuenta.

El espíritu se enferma por el sufrimiento si de Dios te retiras. 

Y el espíritu se enferma cuando falta la Confianza en Dios.

Entonces persiguen tentaciones diabólicas, que sólo pueden curarlas recetas con Fuerza del Cielo.

También se enferma el espíritu con los grandes capitales, que no saben del hambriento y prohíben que les hables.

Hazte doctor en espíritu y cura estas enfermedades, que el hombre las empeora porque Amor a Dios no va delante.

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Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - C7

sábado, 8 de junio de 2024

Esto es Dios también

No me podía dormir de tantas cosas como pensaba que Dios me estaba haciendo. Quedé dormida y decían:

Este Sueño, que su nombre es Profético, te presenta alegrías. Y están en ruegos santos y elegidos para que abran puertas para que Esto sea por el mundo conocido.

Cierto que tu pensar es un pensar con motivos. Si Dios no diera este Mando con Fuerza, no se habrían hecho los Libros, que éste es el pensar del Elegido.

Dijo uno:

Las horas del día tienen que ser para hablar de este Divina Teología, diciendo palabras de alegría para el que está siguiendo estos Mensajes. Y al que los sabe y no acude, a más escándalo, más miedo y remordimiento le entrará. Esto al que pudo ayudar al Elegido y se retiró cogiendo otro camino, diciendo: “Esto es Dios también”. Estas palabras no cuentan Aquí.

Desperté, oí:

No cuentan porque no hay cosa mayor, que decir: “Dios está hablando en este Lugar a diario”.

Cuando Dios coge un Lugar es para decir lo que dijo, pero hoy diciéndolo.

¿Cómo vas a tener ser, pasar por la fuente, no beber y luego buscar el agua donde hace tiempo la viste caer!

Si la fuente hablara, estaría enfadada por darle desprecio al agua clara.

Pues piensa: Dios buscar al hombre, dando sus Palabras en un Lugar, y el hombre, con el desprecio, pagándole.

Aquí se ve a Dios por las fuerzas que al Elegido le da, y cada día siente la fuerza mayor.

¡Señor, quita tu Permitir y haz que el hombre vea que no Te hace falta a Ti!

Estos ruegos los hacían en Gloria por quitar a Dios sufrir.

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Libro 41 - Dios Habla al No Quiero del Hombre - Tomo III - C6