martes, 29 de octubre de 2024

La ermita de la Paz

En Sueño Profético explicaban de la persona que tiene contacto con Dios, cómo son los efectos.

Dijo uno:

Yo tuve contacto

con uno que Dios en él hablaba,

y no tenía engaño

el que oía sus palabras.

Ya, fuera del pueblo

donde yo habitaba,

vivía un hombre en familia,

y este hombre tenía fama

de que todo el que allí iba,

sus males le consolaba.

Era un hombre más bien fuerte

y de voz como apagada.

Vivía de un terreno

que él mismo se lo labraba,

y le daba unos cuartos,

y a la familia ayudaba.

Este hombre veía a Dios,

y es que lo demostraba.

Cuando hablabas tú con él,

¡qué Paz sentía tu alma!,

¡qué ganas de ser más bueno!,

¡y no veías importancia a nada!

Todo el que de allí venía,

la cara traía cambiada.

No se podían repetir las palabras

sin que alguien te dijera:

“Yo necesitaba Paz,

y quien la diera no encontraba”.

Ya lo mandaban al sitio,

y una vez que lo aprendían,

hacían camino limpio,

sin dejar asomar hierba.

Llegó este hombre a morir,

y toda la gente aquella

que vivía con Paz de Dios,

se juntaron y,

con la familia contenta,

hicieron como una ermita

de lo que era su vivienda,

y le pusieron de nombre

“La ermita de la Paz”,

donde llegabas llorando

y salías “consolá”.

Dicen, que si iban niños,

ángeles veían volar.

Había veces

que los niños de un año y seis,

sus miradas quedaban extasiadas.

Los de un año chillaban

con risa de carcajada,

y los de seis decían:

¡Mira! ¡Mira ángeles de verdad!

Desperté, oí:

Cuando la Paz la veían,

fijo que Dios allí vivía.

Vivía y daba Paz

para que su Sello vieran,

y todos se traían Paz,

todo el que Paz quisiera.

Allí hicieron una ermita,

en sitio de su vivienda.

Allí iban amarguras,

y se venían sin ellas.

Pues aquello convirtieron

en Cielo, Cielo de Tierra,

que los ángeles bajaban

para que los niños los vieran.

Los ángeles, para los niños.

La Paz, para los mayores.

Y la Gloria, “pa” “to” el mundo.

***

Libro 6 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo I - C5

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