En Sueño Profético hablaban de la Fuerza que Dios da al que trae a su Gloria y le da Mando para que sus Palabras publique.
Dijo un Discípulo de Jesús, Maestro para sus Discípulos:
Esta Fuerza lleva Paz. Una Paz que la nota el que al Elegido se acerca. El Maestro nos aconsejaba: “No deis mi Nombre donde no dejéis Paz. Dar mi Nombre sin acompañar Paz es no creer que mi Padre da este Mando”.
A nosotros más nos conocían porque el Nombre del Maestro siempre y para todo lo estábamos nombrando; en la curación de la carne y en el Perdón del que quería ser perdonado.
Que no falte tu petición de que Dios haga Milagros.
Desperté, oí:
Es alegría ser Elegido, como ser Discípulo de Dios Hombre.
Pero era sufrir cuando nombrábamos al Maestro y no veías Amor en el pedir que hacían.
Decían en la Gloria que el sitio de este Elegido es el camino que llevaban los Discípulos.
Que no falte la Paz y la Fe, que es lo primero que en los Milagros se ve.
Un Discípulo de Jesús, Maestro,
como Él decía que Lo Llamaran.
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Libro 54 - Hechos de Jesús Perdidos, Hoy Dictados en Gloria - Tomo VII - C7
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