En
Sueño Profético hablaban del sufrir del Elegido. Decían:
Este
sufrir es de ver que no puede hablar lo que Dios le hace ver, que es para hacer
el bien y retirar el mal.
Dijo
un espíritu de Dios:
Los
que están unidos al Elegido, deberían contar siempre con el Elegido, y ya la
respuesta que les diera sería para bien de todos, por ser del Cielo y no de la
Tierra.
Todo
lo que oigan del Elegido va de donde han salido las Palabras del arrobo.
El que
tiene aquí contacto debería pensar lo que Aquí Dios dicta todos los días para
que no quede sólo en Palabras, para que quede en archivos, en Libros Bíblicos,
para toda la vida.
Esto
tiene su defensa leyendo los Mensajes, porque en ellos ves Cielo, no Tierra.
Si
estos Mensajes los cogieran los teólogos, les quitarían el sueño, cuando
pensaran que la Jerarquía de la Iglesia, Representantes y Ministros de Dios lo
iban a pasar mal cuando les llegara la muerte y recordaran estas palabras: “Yo
soy Representante de Dios y administro sus Poderes. Pues no Lo he representado
bien ni he administrado el Poder que me ha dado”.
La
Cabeza de la Iglesia debería dar una orden a sus Ministros, y que todos esta
orden siguieran.
Desperté,
oí:
Que no
falten estas Palabras que Dios manda que se publiquen.
Y que
se hagan todos los Libros que hay por hacer.
Que ya
acudirán de todos los sitios donde cristianos haya.
Todo
el arrobo era nombrando a sus Ministros y a la Jerarquía de la Iglesia.
Decían,
que si fuera sólo decir “Dios me habla”, sin poder presentarlo todo escrito
como aquí está, ya podría haber sus dudas.
Pero
aquí tienen todos los documentos con la Licencia Divina.
La
Cabeza de la Iglesia está con estos Libros en las manos, en fotografías y
periódicos publicados.
A este
Elegido, el no creer que Dios esté Vivo, le está haciendo sufrir, ya pasados 40
años.
Los
que están haciendo estos Libros, que pongan aquí su primer tiempo.
Ya que
Dios lo está pidiendo.
***
Libro 55 - Investigaciones a la Verdad - Tomo IX - C2
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