En Sueño Profético se vio una Luz, y de esta Luz salían unos
resplandores que llegaban a la Tierra.
Se veía mucha gente normal,
andando sin que la Luz la vieran. Esta Luz iba delante de ellos y por encima de
sus cabezas. Unos iban agrupados; otros, solos a sus faenas. Pero ninguno
llevaba a este Dios dándole preferencia.
Dijo el espíritu que Dios le da
Mando:
Esta Luz –y otra vez se vio la
Luz– baja a un espíritu para que este espíritu dé Luz al que esta Luz quiera.
Esta Luz es Poder de Dios, de donde sus Palabras bajarán a la Tierra a un espíritu
que aún vive su materia. Pero tiene a este Dios en preferencia. Lo tuvo en la
alegría, lo tuvo en el gran sufrimiento y en la espera, que Él no dejaría que
de él se fuera.
A esta petición, Dios contesta arrobando
espíritu y dejando materia en la Tierra. Para que luego, al dictado, quede
escrito y nada se pierda.
Dios hace Visión sin materia y
con materia. Le explica las escalas de Elegidos que contacto Aquí tengan o
hayan tenido. Pero esta abundancia con Visión y explicación, nadie la ha
tenido; nadie puede presentar una enseñanza 28 años, día a día, igual a ésta, teniendo
la Luz constante en Flotación Divina, para la defensa de sus Palabras que van
de Aquí.
Desperté oí:
No puede negar el hombre,
que a Dios él no tiene en
preferencia.
No puede negar el hombre,
que Dios a él no le interesa.
En el arrobo, Dios hace comparación
para que el Instrumento vea
que su Luz Él la manda
para el que Le dé preferencia.
Dios le deja
esta Luz en Flotación,
en defensa del que ponga
obstáculos y no quiera que sea.
Ella mira la Luz
y recibe respuesta.
Va envuelta en un Poder
que lo ve aquel que quiera.
Pero tiene que tener a Dios
puesto en preferencia,
para todo comprender.
***
Libro 21 - Te Habla El Profeta - Tomo III - C6
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