En Sueño Profético hablaban de la Gloria. Decían:
Ésta es la Gloria –yo me veía como soy, y ya no me veía–. Y esto es Dios: Poder sin que el hombre pueda llegar a este Poder, por no haber poder para Dios.
Ésta es Gloria de Dios y Gloria para el hombre, para el hombre sin materia, y ya su espíritu forma Voluntad de Dios, quedando en esta Gloria al ruego y servicio de Dios.
Esta explicación dada por Dios en un espíritu de su Gloria, no la entenderá el que no ame; y el que está en contra del Mando de Dios, le formará condena.
Esto hace sentir y oír el Poder de Dios. Este mismo Poder llena la inteligencia que transpone al hombre. Aprendiendo esta Enseñanza, puedes sentir Gloria y demostrar Poder Divino. Este Poder puede ser de varias formas demostrado: en la Sabiduría, en la humildad y en la constancia a la Palabra de Dios. La constancia es la medida que más Aquí se valora. Amor: alimento de la constancia; constancia, por no faltar el Amor.
Esta Gloria es el Padre y el Hijo, con el Espíritu de Dios. Aquí no vive la materia, por tener Libertad de Dios. Aquí sólo vive el espíritu que Libertad ahí dejó.
Desperté, oí:
Aquí son incontables para el hombre
los espíritus que hay.
Aquí todo es Dios.
Aquí todo es Dios Padre.
Aquí, ya la voluntad,
se la dejaste al Padre.
Porque Él mandó el espíritu,
y en nada hizo obligarte.
Ésta es la Gloria de Dios,
la que el hombre desmiente.
Ésta es la Gloria de Dios,
donde Dios está presente.
Ésta es la Gloria de Dios,
imposible para el hombre.
***
Nuestra inteligencia no alcanza a entender que en la Gloria todo es Dios, pero nuestro espíritu sí siente que no hay mayor tranquilidad que vivir eternamente al cobijo del Todopoderoso.
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