En Sueño Profético decían:
La Madre de Dios da ejemplo, que supera todos los ejemplos que el hombre quisiera poner. Acepta el sufrimiento y pide el Perdón por los pecadores, sin descanso; abraza los ruegos que son constantes y que no llevan “el porqué me pasa esto”.
La Madre de Dios es Virgen y Madre del Único Dios que se hizo Cuerpo de Carne. Si piensas en Dios Hijo, pronto pensarás en la Virgen Madre, que pide con el dolor, pero más se acerca a Dios Padre.
Desperté, oí:
Era la palabra “Virgen y Madre” la que más oías en el Cielo.
Eran ruegos suplicando, cumpliendo Palabras dichas por Dios, que su nombre es Evangelio.
“Pedid y recibiréis”.
Cumple esta petición el que más cree en el Cielo, el que trae a su memoria: “Dios me oye y yo espero”.
Pídele a Dios sin miedo por quien tú quieras acarrearle al Cielo.
Únete, en tu petición, a María, Virgen y Madre.
Que Ella es la que intercede a Dios Hijo y a Dios Padre.
***
Libro 29 - Dios Manda en Su Gloria que Enseñen - Tomo IV - C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario