En Sueño Profético decían:
Si tus palabras las cogieran como madre cuando al niño amamanta, iría aumentando la Fe, la Esperanza se viviría, y la Paz en el mundo reinaría.
Si tus Palabras las oyeran y a los niños de estas Palabras les hablaran, ya los niños buscarían donde este Caso estaba. Porque inocencia de niños, silencio ya no te guarda. Que esto es lo que quiere Dios: escándalo a sus Palabras.
Dijo uno:
Los niños, si su crecimiento con Palabras de Dios se abonara, éstos llegarían a hombres por fuera, por dentro serían niños. Que esto es lo que Dios manda.
Dios no pone los caminos difíciles, Él va siempre en tu compaña. Dios no pone los caminos difíciles, es el hombre. Por eso, si al niño, de niño, el bien se enseñara, el niño crecería por fuera, de hombre; y por dentro quedaría con esa inocencia que el pecado huye y en él no se para.
Desperté, oí:
Son los niños los primeros
que a Dios más Glorias Le mandan.
Son los niños los que alegran
si tienen esta Enseñanza.
Que ésta es la misma que Dios Hombre
bajó a la Tierra para enseñarla.
Los niños tienen la Fuerza
porque llevan a los ángeles.
A los niños,
Dios hombre los llamaba
para hablarles de su Gloria,
porque Gloria aún llevaban.
Por eso, Dios Hombre dijo
y sigue diciendo en esta Enseñanza:
“Aquél que siga de niño,
más cree en mis Palabras”.
***
Libro 22 - Investigaciones a la Verdad - Tomo III - Prólogo
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